El artista y divulgador Erik Harley presentará su nuevo libro sobre rotondas en el festival Mu-tantes, el 15 de noviembre en Murcia.
Entrevistamos a Erik Harley, creador del Pormishuevismo©, que formará parte de la programación de Mu-tantes, el festival de experimentación artística de Murcia. Allí presentará su nuevo libro Rotondas: una aproximación cultural a la glorieta española (Anaya Touring), donde combina humor y análisis para explorar cómo el urbanismo revela nuestra manera de habitar el país.
Imagen superior: © Daniel Garcia Sala
Cartel programación del Festival Mu-tantes
Mu-tantes: Ecosistema, una cita para pensar el arte desde el riesgo y la experimentación
El festival Mu-tantes, principal encuentro de experimentación artística en Murcia, celebra los días 14 y 15 de noviembre una nueva edición bajo el título Ecosistema. Durante dos jornadas, el Centro Párraga acogerá charlas, performances audiovisuales y conciertos que combinan arte, diseño, música y tecnología, convirtiéndose en un espacio de encuentro entre creadores, pensadores y público. Más que un festival, Mu-tantes es un laboratorio de procesos, un lugar donde compartir aciertos, errores y dudas, entendiendo la creación contemporánea como un territorio en permanente transformación. Entre los invitados de este año destacan Hey Studio, Cora Novoa, Alex Augier, Fàtima Valldeperas y Erik Harley, artista, divulgador y especialista en estudios urbanos que ha hecho del humor y la crítica arquitectónica su lenguaje más reconocible.
Pormishuevismo
Creador del movimiento artístico Pormishuevismo©, Erik Harley explora la cultura popular y el urbanismo español desde una mirada irónica y lúcida. En Mu-tantes presentará una charla performativa en la que reflexionará sobre la identidad del territorio, la especulación y la arquitectura absurda que puebla nuestras ciudades. Además, aprovechará su paso por Murcia para presentar en primicia su nuevo libro Rotondas: una aproximación cultural a la glorieta española (Anaya Touring), donde convierte este elemento cotidiano en un espejo de la política, la identidad y el imaginario colectivo del país.
Erik Harley. Pormishuevismo
Entrevistamos a Erik Harley
Belén Vera: Para empezar, háblanos de tus inicios: ¿quién es Erik Harley, de dónde vienes?
Erik Harley: Estudié Bellas Artes y Estudios Urbanos. Siempre me ha interesado el mundo de la arquitectura y la ciudad, porque creo que es una forma muy interesante de leer nuestra sociedad. ¿Y qué más te puedo contar de mí? Me encanta el salseo, disfruto muchísimo de mi trabajo, que es la divulgación, y soy muy fan de Calatrava.
Ruta Calatrava
B.V: El Pormishuevismo® ha pasado de ser un término irónico a convertirse en un concepto cultural. ¿Cuál fue la chispa inicial que te llevó a inventarlo?
Erik Harley: La verdad es que surgió de forma muy natural. Como te decía, siempre he tenido ese interés de fondo, y en algún momento me di cuenta de que esta palabra, tan fea y tan testosterónica, servía a la perfección para describir ciertas construcciones, situaciones políticas y disparates urbanísticos. Es tan horrorosa como lo que nombra, y por eso me parece perfecta. Lo resume todo. Además, es una palabra que se entiende al instante, incluso fuera del ámbito de la arquitectura. Sin ir más lejos, el Ministerio de Igualdad lanzó hace poco una campaña que, aunque no lo menciona directamente, está claramente inspirada en el término. Ver cómo ha calado en el debate social me llena de orgullo, la verdad. No todos los días una se inventa una palabreja y la gente la adopta. Está muy guay.
“Me encanta el salseo, disfruto muchísimo de mi trabajo, que es la divulgación, y soy muy fan de Calatrava.” Erik Harley
B.V: ¿En qué momento crees que se convirtió en un movimiento artístico y casi en una marca cultural reconocida?
Erik Harley: No fue algo premeditado. Empecé hablando en redes de “mierdas urbanas” mientras trabajaba en otra cosa, pero el interés creció y comencé a centrarme más en la divulgación. Organicé rutas y en una de ellas vino alguien que trabajaba en televisión. Poco después me contactaron desde El Intermedio y ahí entendí que esto podía ir más allá. La dimensión artística estuvo desde el principio, aunque no de forma consciente. Estudié Bellas Artes y el Pormishuevismo®, aunque sea un “falso movimiento”, bebe claramente de ese lenguaje. Me ayudó a teorizar con humor ciertas aberraciones urbanísticas y a conectar con gente que nunca se había interesado por el urbanismo. Esa entrada irónica fue mi grieta, y ha resultado ser muy efectiva.
Rotondas y mamotretos
B.V: El 16 de octubre (hoy) ve la luz tu nueva publicación titulada Rotondas y mamotretos (Anaya Touring). ¿Nos puedes contar un poco qué te llevó a centrarte en las rotondas como objeto de estudio crítico y visual?
Erik Harley: Siempre me han interesado las rotondas desde pequeño. Me llamaba muchísimo la atención ver auténticas atrocidades en algunos cruces españoles. Supongo que era la ingenuidad de un niño, que se acerca a estas cosas sin juicio, solo con sorpresa. Este cuarto libro que publico ahora con Anaya Touring, nace de esa fascinación y también de mi necesidad de recorrer España para pensar y entender este país. Pero sobre todo surge de la pregunta: ¿qué pasa cuando decides hacer algo aparentemente absurdo y lo conviertes en un proyecto? Así fue con esta investigación en la que he dedicado tantos años a recorrer y estudiar las rotondas de España.
Pormishuevismo
Y es muy divertido, porque cuando empiezas a analizarlas entiendes cosas que de otro modo quizá pasarían desapercibidas. Las rotondas me han ayudado a acercarme a cómo están configuradas las ciudades. Por ejemplo, ¿por qué en Vigo hay un barco de 30 metros de eslora en medio de una rotonda? Pues porque ayuda a crear identidad, porque hay intereses del puerto comercial. Entiendes dinámicas políticas, sociales y culturales. Siempre digo que las rotondas son como la representación gráfica de nuestros deseos y anhelos románticos. Además, recuerdo que en Inglaterra había una serie de dibujos animados en los 80, The Magic Roundabout, que me encantaba. Quizá algo de mi fascinación por las rotondas venga de ahí.
“Las rotondas son una representación gráfica de nuestros anhelos y contradicciones. Lugares donde convergen la política, la economía y la identidad, y donde se hacen visibles muchas de las tensiones que atraviesan nuestras ciudades.” Erik Harley
Erik Harley. El Intermedio
B.V: ¿Qué crees que revelan estas “glorietas monumentales” sobre la política, la economía y la identidad de las ciudades españolas?
Erik Harley: Es interesante cómo algunas de estas esculturas urbanas incluso se exportan, generando un curioso intercambio cultural entre ciudades. Uno de los primeros casos que investigué fue el Caso Rotondas, ocurrido en Murcia a principios de los 2000, donde un galerista y un político usaron proyectos de rotondas como vía para desviar fondos públicos. Fue un ejemplo claro de cómo el arte público puede instrumentalizarse con fines muy alejados de lo cultural. Me siguen fascinando este tipo de historias porque nos ayudan a leer la ciudad de otra manera. ¿Qué intereses políticos, económicos o identitarios hay detrás? Muchas de estas esculturas son más que ornamento, representan deseos colectivos, aspiraciones urbanas e incluso luchas de poder.
“No todos los días una se inventa una palabreja y la gente la adopta. Está muy guay.” Erik Harley
B.V: Háblanos de tu proceso de creación ¿Cuál suele ser el detonante que hace que quieras profundizar en un tema, como en este caso las rotondas de España?
Erik Harley: Mis procesos creativos son largos y a veces frustrantes, puedo pasar años en un solo proyecto. Cada uno tiene necesidades distintas, pero para mí lo importante es que me motive. Si no disfruto el proceso, prefiero no hacerlo. Las rutas surgieron tras el desconfinamiento de 2020, cuando necesitábamos pasear y redescubrir nuestras ciudades. Propongo a la gente mirar la arquitectura cotidiana con otros ojos, descubrir historias que nunca les habían contado. También fue una forma de conocer en persona a la comunidad que empezaba a formarse en mis redes. Me gusta porque convierte la comunicación digital en un encuentro real, colaborativo y horizontal, donde todos aprendemos.
Erik Harley. Rotonda en Alhama de Murcia
Murcia, capital de las rotondas
B.V: Próximamente formarás parte del programa del Festival Mu-tantes que tendrá lugar en Murcia el 14 y 15 de noviembre. ¿Qué podrán esperar de esta participación los murcianos? ¿Aparecen muchas rotondas de Murcia en tu nuevo libro?
Erik Harley: Vamos a intentar hacer honor a la capital de las rotondas de España, que es, efectivamente, Murcia. Aunque muchos piensen en Madrid, creo que en proporción Murcia se lleva la palma, ya que hay menos murcianos que madrileños para repartir entre tantas rotondas, así que cada una pesa más. Mi idea es abordarlo con respeto, porque sé que, aunque muchas sean feas, la gente les tiene cariño.
Pormishuevismo
B.V: ¿Habrá alguna ruta?
Erik Harley: No se prevé. La única ruta que hacemos es la de la Manga del Mar Menor, y suele ser una vez al año. La organizamos con muchos meses de antelación, en autocar, y el año pasado la hicimos en abril. Llevamos a unas 60 personas y organizamos varias actividades, como un concurso de castillos de arena. Mi momento favorito. La comunicamos siempre a través de redes sociales. Este año aún no sé si habrá ruta en Murcia, pero probablemente sí, porque ya hay mucha gente
“El gran problema es la permisividad de las administraciones, que siguen pensando que el medio ambiente no genera riqueza. Pero es justo lo contrario, de él comemos, de él vivimos.” Erik Harley
B.V: ¿Qué te inspiró a hacer esta ruta en La Manga?
Erik Harley: Mucha gente asocia La Manga con algo incontestablemente negativo por lo que ocurre hoy en el Mar Menor y por la sobreexplotación constructiva, pero la urbanización original fue todo lo contrario. Era un proyecto de casas bajas, de un máximo de dos alturas, que buscaba potenciar ese paraíso natural que era la franja entre los dos mares, no destruirlo como después se hizo. Creo que es importante recordarlo. En mis vídeos, libros o rutas, cuando hablo de algo que puede parecer anecdótico o divertido, en realidad intento mostrar que de esos ejemplos podemos aprender. Incluso los buenos proyectos pueden terminar destruyéndose. Tenemos una enorme capacidad de hacer las cosas mal por impulso, pero también podríamos hacerlas bien si hubiera planificación y cuidado. Imagínate lo que seríamos capaces de lograr.
Erik Harley en La Manga del Mar Menor
Entre el urbanismo y la urgencia de habitar
B.V: Ya que en tu trabajo sueles tratar temas de urbanismo y patrimonio, ¿cómo ves la gestión que se está haciendo del territorio y de los recursos naturales en España?
Erik Harley: Bueno, a ver, para empezar, todas las plantaciones de aguacates en España no tienen ningún sentido. Muchas zonas que antes eran de secano se han convertido en regadío, lo cual es insostenible. Yo no soy agrónomo, así que no puedo dar datos técnicos precisos, pero me centro en casos en los que se construye en lugares protegidos. Por ejemplo, en Canarias, que es un territorio muy frágil, hay situaciones extremas. Solo en Lanzarote existen más de 40.000 construcciones ilegales. No es un detalle menor, es un problema grave.
Erik Harley © Ovidi Benet
El gran problema es la permisividad de las administraciones, que siguen pensando que el medio ambiente no genera riqueza. Pero es justo lo contrario: de él comemos, de él vivimos. Necesitamos cambiar esa mentalidad cortoplacista, especialmente en el sector de la construcción, donde muchas veces se busca un beneficio rápido en lugar de pensar en la calidad y la sostenibilidad. Ya vimos en Valencia cómo la construcción especulativa y deficiente acaba costando vidas. Hoy esa lógica se refleja en una consecuencia directa: una generación entera que no puede acceder a una vivienda.
“Es absurdo que hoy alguien de 30 años, con un buen trabajo, no pueda permitirse una vivienda.” Erik Harley
Pormishuevismo
B.V: Y claro, con esta crítica entramos en temas transversales como el acceso a la vivienda, el turismo o incluso la forma en que se diseñan nuestras ciudades…
Erik Harley: No concibo la arquitectura y el urbanismo como algo abstracto, nos atraviesan y afectan en lo cotidiano. Es absurdo que hoy alguien de 30 años, con un buen trabajo, no pueda permitirse una vivienda. Me molesta el discurso que culpa a mi generación, como si no trabajáramos lo suficiente, cuando muchos trabajamos más que quienes antes podían comprar una casa. En los años 80, una familia con un solo sueldo podía tener casa e hijos. Hoy, incluso con estudios universitarios y másteres, es casi imposible dejar de pagar alquiler. Vivir de alquiler es un derecho, pero no debería ser la única opción. El turismo y la especulación han distorsionado por completo el modelo de ciudad.
Pormishuevismo
Corrupción y elefantes blancos
B.V: ¿Existe algo parecido a tu proyecto fuera de España?
Erik Harley: Lo que pasa en España es muy fuerte, pero sí he visto fenómenos similares en otros países. En Latinoamérica, por ejemplo, hay cada vez más gente que usa las redes sociales para denunciar la corrupción y la especulación urbanística. Me gusta mucho el trabajo de una persona en Colombia, se hace llamar Elefante Blanco, que por temas de seguridad aparece siempre con un traje de elefante en sus vídeos. Allí la expresión “elefante blanco” se usa para referirse a esas construcciones mastodónticas, muchas veces abandonadas o inútiles. Me parece muy valiente lo que hace, porque en Colombia denunciar estas prácticas corruptas puede costarte la vida. Esa gente es admirable.
Erik Harley
B.V: ¿Alguna vez te has visto comprometido o amenazado por tu trabajo?
Erik Harley: No, en cuanto a mi seguridad física no. Afortunadamente estamos en España y si eso llegara a ocurrir sería algo muy grave. Lo que sí hemos tenido son líos legales: abogados, querellas y ese tipo de cosas. Pero, lamentablemente, eso forma parte del trabajo cuando haces periodismo y divulgación.
Erik Harley participará en el Festival Mu-tantes de Murcia el 15 de noviembre. Más información sobre su trabajo aquí.
