Eterno David Delfín

Gracias por tanto David Delfín. Te estaremos eternamente agradecidos por siempre y para siempre.

Deseo, interés, humildad, alegría y fervor. Todavía recuerdo, la primera vez que entre en su tienda, y vi ese escudo y todas esas prendas estampadas con él. Desde ese momento, se convertirían en máximas de mi vida. En mi historia, David, siempre ha sido es y será una constante, una inspiración, un modo de vida. Tras ver su primer desfile en la prensa con apenas ocho años, algo cambió en mi para siempre.

David, tenía eso que muchos definen como nervio. Era inquieto, apasionado y salvaje. En todo lo que hacía, nos entregaba un poco de él, un poco de su corazón y un poco de todo lo que llevaba dentro. Delfín, ponía en cada una de sus obras,  una pieza del rompecabezas que le conformaba.

Sería un error pensar en él como un diseñador, pues todo lo hacía desde un punto de vista artístico, y siempre desde ese universo tan propio, que por fortuna tuve la suerte de sentír y de habitar. David, tenía muchas inspiraciones, que siempre compartía y ponía al alcance de todos, para que pudiesen absorberlas, y que también sanasen historias ajenas. Pero si hay algo que le inspiraba y le ponía, era vivir. Todo por hacer y todo por dar.

Siempre decía que el arte se agarraba a cualquier superficie. El medio que lo transformó en delfín y que le hizo nadar feliz y darse por completo, fue la moda.  Sus desfiles, eran auténticos espectáculos, verdaderos actos de fe y de amor. Bimba, con un paso seguro y atronador, quebraba la pasarela y como si de una de botella de champán recién descorchada se tratase, obraban el milagro. Después de darse con su obra, David, salía sonriendo de entre bambalinas. Lo había logrado una vez más.

Una de sus primeras camisetas, decía en homenaje a su gran inspiración Joseph Beuys, ”Muestra tu herida”. David, se encargó de predicar con el ejemplo siempre. Mostró todas y cada unas de sus heridas, y nos enseñó con ello, que las cicatrices no tienen porque ser malas. Son el resultado de haber vivido intensamente y de haber sobrevivido a los golpes.

Después de luchar infatigablemente como un guerrero, David nos ha vuelto a demostrar, que hay que dejar ver nuestras batallas con valentía. Pero lo más importante, nos ha enseñado, que pese a todo los obstáculos, los delfines siempre pueden nadar. No importa lo embravecida que esté la mar, siempre hay que mirar hacia adelante y sentir pasión por lo que hacemos, y en definitiva pasión por vivir. Porque no es la muerte, sino la vida la que no tiene límites.

Gracias por tanto David. Te estaremos eternamente agradecidos por siempre y para siempre.

Supose I say summer,
write the word “hummingbird”,
put it in an evelope,
take it down the hill
to the box. When you open
my letter you will recall
those days and how much,
jus how much I love you.

(Raymond Carver)

Eterno David Delfín

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Fotos: Javier López
David Delfín: Guest Creative de Neo2 en el número de julio de 2013
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