GALGO, NO CABE DUDA, SON GALGOS

Esta semana, el Dj Luke Solomon ha reconocido en Twitter las ganancias anuales que la reproducción de sus canciones y remixes en Spotify le ha reportado en 2013: 3.06 libras. 3,62 euros. Este es el futuro de la industria. Por si no fuera poco, Juan Pablo Solari, al frente de Galgo, se ha recorrido medio mundo para sacar discos desde 2009… en España. Esa determinación es la que abre su nuevo trabajo, ‘Love Kills’ (Cuac Música), pese a que el nombre de la primera canción diga lo contrario, “Surrender”, algo, por otro lado, que suele ocurrir con las canciones que llevan esa palabra en el título. Y justo después la banda se atreve con ese experimento curioso llamado “Kinky Booba”. Se les percibe con prisa por mostrar algo y son conscientes de las condiciones. Solari lo confiesa cuando habla del single “Bullets”, “la energía de Galgo nace de incertidumbre, de lo que espera en el camino y de las balas que nunca llegarán a su destino”. Un mensaje optimista, al fin y al cabo. Pero no era necesaria la referencia a las balas para ver que la cosa va de rollo americano: rock de guitarras, ‘frontman’ destacado y un repaso por el rock más académico de los últimos treinta años, por supuesto en inglés. (Por si acaso otra canción se llama “Gun”). En cualquier caso, ‘Love Kills’ es un disco con el que a veces puedes jugar a “umm, aquí suenan como…”. El empeño en pulir su sonido en momentos acaba por despersonalizarlo un pelín. Aunque por otro lado, es bastante bueno como repertorio de directo. Y seguro que Solari estará deseando patear por escenarios, acostumbrado como está a tocar en salas españolas y suramericanas. Pero ese es un consuelo engañoso. Al final, si lo confías todo a los conciertos, te conviertes en polvo de una noche. Para permanecer en el tiempo hay que currárselo más. Galgo se ha abierto algunas puertas, y tienen tiempo para encontrar una definición más clara, más propia. De momento han conseguido ya una proeza: han sacado un disco.