Si hay una artista en el panorama creativo contemporáneo que tiene marca sensorial personal esa es Haegue Yang. Descubre su esencia creativa mientras revelamos su inspiradora trayectoria.
Enigmática y cautivadora, Haegue Yang tiene capacidad para transformar los espacios en escenarios asombrosos que trascienden los límites de lo visual y su habilidad para evocar emociones va más allá de la hipérbole brillante de sus azarosas piezas. En su maravilloso mundo, el sonido, la iluminación, el olor y el movimiento despiertan múltiples sentidos. Su desbordante imaginación le permite establecer conexiones entre lo personal, lo económico, lo emocional, lo estilístico, lo social y como no, lo político.
Foto de portada: Haegue Yang, “Double Soul”, vista exposición, SMK – Galeria Nacional de Dinamarca, Copenhagen (2022). Cortesía de la artista y Galerie Chantal Crousel, París. Foto: Jan Søndergaard
Haegue Yang, vistas de instalación de “Ornamento y abstracción”, kurimanzutto, Ciudad de México, 2017. Cortesía de la artista y kurimanzutto, Ciudad de México / Nueva York. Foto: Omar Luis Olguín
Y es todo esto lo que convierte a Haegue Yang en una figura magnética en el mundo del arte. Nos sumergimos en su universo artístico, donde todo lo ordinario se convierte en extraordinario.
Cosas sobre Haegue Yang
Nacida en Seúl, Corea del Sur, en 1971 su pasión por la creatividad y la expresión artística se manifestó tempranamente. Yang se sumergió en el mundo de la danza y la música, indagando las posibilidades del movimiento y el sonido como formas de comunicación y exploración personal. Esta formación inicial en las artes escénicas le otorgó una base sólida para su posterior trayectoria en el arte visual y su predilección por la interacción sensorial.
Haegue Yang. Foto: Cheongjin Keem
Después obtuvo su Licenciatura en Bellas Artes de la Universidad de Seúl en 1994. Y posteriormente cursó un Máster en la prestigiosa Städelschule en Frankfurt. Aquí tuvo como profesor al artista Georg Herold. Este creador multidisciplinar que trabajó con escultura, instalación y diseño. Esta etapa sin duda contribuyó al desarrollo artístico de Yang en sus primeros años de carrera.
Haegue Yang, vistas de instalación de “Ornamento y abstracción”, kurimanzutto, Ciudad de México, 2017. Cortesía de la artista y kurimanzutto, Ciudad de México / Nueva York. Foto: Omar Luis Olguín
En la actualidad vive entre Berlín y Seúl. Definitivamente, esta dualidad biográfica se refleja en sus trabajos. En su arte, se abordan cuestiones como la doble pertenencia, la pertenencia múltiple o la no pertenencia. La migración y las dinámicas de la diáspora. Así como el aislamiento, la soledad y la comunidad. Varias de sus obras surgen de su propia sensación de no pertenecer plenamente a ningún lugar. O de cómo las personas se adaptan y negocian su identidad en contextos de movimiento y cambio.
Luces y sombras en sus temáticas
De lo anterior viene la preocupación de Yang por duplicar y emparejar dualidades aparentemente dispares. Es decir, las conexiones entre contradicciones aparentes como la cultura tradicional y la moderna, la industria y la artesanía, o lo cotidiano y lo excepcional.
Además, otro aspecto destacado de su trabajo es su interés por la historia y la memoria, y cómo estas se relacionan con el presente. A través de su investigación de diversos contextos culturales y geográficos, Yang desentraña narrativas y construye conexiones entre diferentes épocas y culturas. Y revela así la complejidad y la interconexión de la experiencia humana.
Multidisciplinar y multisensorial
La obra de esta coreana se siente como una invitación a entrar en un peculiar cosmos multidimensional que requiere aprender un vocabulario visual totalmente nuevo, más intuitivo que jerárquico. Su enfoque multidisciplinar, su experimentación con materiales y su compromiso con la innovación la han llevado a creaciones impactantes. Tanto en forma de esculturas móviles: persianas que giran, lámparas brillantes; como instalaciones multisensoriales con cascabeles que tintinean junto con olores: a pólvora, flores silvestres.
Haegue Yang, vistas de instalación de “Ornamento y abstracción” (detalle), kurimanzutto, Ciudad de México, 2017. Cortesía de la artista y kurimanzutto, Ciudad de México / Nueva York. Foto: Omar Luis Olguín
Diversidad de materiales
Y es que Yang es conocida por usar muchos materiales y por su habilidad para combinar lo orgánico e inorgánico. Crea así contrastes y tensiones visuales. A menudo incorpora elementos naturales, como ramas, hojas, semillas y hasta plumas de pavo real, que confronta con materiales industriales y artificiales como alambre, metal, plástico, paja sintética o pompones de nailon.
Precisamente las persianas venecianas se han convertido en pieza clave de sus obras más reconocidas. Haegue utilizó por primera vez persianas venecianas en 2006 para plasmar su interés por la escultura cinética. Suspendidas del techo o dispuestas en una estructura, las persianas suelen invitar al espectador a navegar a través de ellas. En el interior de las instalaciones, el espectador es consciente del juego entre luces y sombras mientras ventiladores crean movimiento, acentuando el olor y la humedad del aire.
Haegue Yang, “Lingering Nous”, vista exposición, Centre Pompidou, Paris, Francia (2016). Cortesía de la artista y Galerie Chantal Crousel, Paris. Foto: Florian Kleinefenn
Objetos cotidianos median entre los sentidos, incitando al espectador a reimaginar no sólo la función de los mismos, sino también el espacio que generan. Como su pieza “Lingering Nous” que se exhibió en el Centro Pompidou de París en 2016. La artista creó un ambiente inmersivo que invitaba al visitante a reflexionar sobre la interacción entre el cuerpo, el espacio y la memoria. Una oportunidad para sumergirse en el mundo creativo de la coreana y explorar las complejas relaciones entre el ya mencionado espacio, la identidad y la percepción.
Trayectoria y reconocimiento
Formalmente la trayectoria de Haegue Yang está marcada por una constante búsqueda de nuevas formas de expresión, una experimentación audaz junto a una estética única y un enfoque conceptual profundo. Antes de que saltara a la fama internacional, fue galardonada en 2007 con el Premio Baloise en la Art Basel. Su gran éxito se produjo en 2009, cuando representó a Corea del Sur en la Bienal de Venecia, donde fue la primera mujer artista en representar al país. Desde entonces, sus obras se han expuesto internacionalmente en las prestigiosas dOCUMENTA 13, la 8ª Bienal de Gwangju o la 9ª Bienal de Taipei.
Haegue Yang, “Sonic Intermediates – Three Differential Equations”, 2020. National Gallery of Australia, Canberra, adquirido 2023. Cortesía de la artista y Galerie Chantal Crousel, Paris © Haegue Yang
Algunas de las colecciones más destacadas del planeta que albergan piezas de Haegue Yang incluyen el MoMA y el Guggenheim en Nueva York, la Tate de Londres, M+ en Hong Kong, o Mori Art Museum en Tokio, por nombrar algunos. Entre las galerías que la representan se encuentran nada más y nada menos que Chantal Crousel en París; kurimanzutto en Ciudad de México/Nueva York; Kukje Gallery en su Seúl natal; Barbara Wien en Berlín y dépendence en Bruselas.
Filosofía como artista
El empoderamiento. La creadora piensa —según aparece en una entrevista concedida a la revista Ocula en 2014— que el arte debe ser experimentado, aunque no necesariamente comprensible. De ahí que la abstracción sea el lenguaje principal de sus obras. Y dice que no es para crear interrogantes, sino para acercar a su público a una experiencia de sentidos-sentimientos que quizás no se entienda con palabras. Ella denomina a este proceso “empoderamiento”. En primer lugar, se trata atraer al espectador hacia su obra —ya sea una instalación de persianas venecianas o una colección de esculturas— y, a continuación, concederle autonomía para navegar libremente y aprovechar todo el potencial del espacio.
Haegue Yang, vistas de instalación de “Ornamento y abstracción”, kurimanzutto, Ciudad de México, 2017. Cortesía de la artista y kurimanzutto, Ciudad de México / Nueva York. Foto: Omar Luis Olguín
Abstracción como lenguaje
Y sobre abstracción, trató su muestra “Ornamento y abstracción” de 2017 en la galería kurimanzutto. La expo tira como es habitual, de la relación entre el espacio arquitectónico, el cuerpo y los elementos decorativos. Para la ocasión, la artista creó un diálogo entre la ornamentación y la abstracción mediante una combinación de instalaciones escultóricas y obras textiles utilizando paja sintética, plantas artificiales, antiguas campanas indias, cordel plástico, turbinas y marcos de acero. Las complejas y detalladas estructuras dan lugar a un mundo de formas geométricas y patrones repetitivos, que según Yang constituyen una metodología compartida entre la ornamentación y canon occidental del arte abstracto.
Haegue Yang, vistas de instalación de “Ornamento y abstracción”, kurimanzutto, Ciudad de México, 2017. Cortesía de la artista y kurimanzutto, Ciudad de México / Nueva York. Foto: Omar Luis Olguín
Influencias inspiradoras de tradición popular
El trabajo de Haegue Yang es una fusión única de concepto y estética, donde la forma adquiere un significado más allá de su apariencia física. Una llamada al cuestionamiento de la percepción, que incita a mirar más allá de lo evidente y a descubrir nuevas capas de significado. Su capacidad de fusionar diversas tradiciones coreanas como por ejemplo la técnica de la cestería que usa mimbre y otros elementos naturales, se entrelazan con objetos contemporáneos y tecnología. Este diálogo entre lo tradicional y lo contemporáneo es una característica distintiva de su enfoque artístico que además nutre con una amplia gama de fuentes desde la historia del arte y la filosofía hasta la cultura popular y la vida cotidiana.
Influencias del minimalismo y arte conceptual
En el mundo occidental, Yang se inspira en el arte minimalista y conceptual, especialmente en artistas como Sol LeWitt, cuyo enfoque en la forma, el espacio y los materiales ha dejado una huella en su propia estética. Precisamente la precisión geométrica es distintiva en su pieza “Three Differential Equations” de 2020 o en la instalación “Handles” que se presentó en el MoMA de Nueva York en 2019.
Haegue Yang, “Handles”, vista exposición, MoMA, New York, USA (2019). Comisionado para Marron Atrium por MoMA, New York. Cortesía de la artista y Galerie Chantal Crousel, París. Foto: Dawn Blackman
“Handles”, una de las piezas favoritas de la artista, está formada por una serie de esculturas que representan asas de puertas y tiradores de muebles suspendidos en el aire. Se inspiran en la dadaísta Sophie Taeuber-Arp y el filósofo místico G. I. Gurdjieff. Encantadoras y vagamente antropomórficas, las piezas están adornadas con cascabeles y reposan sobre ruedas. La disposición de las esculturas y su relación con el espacio circundante generan una experiencia en el asistente, no solo inmersiva, sino también reflexiva, invitándolo a pensar la interacción entre el objeto utilitario y la escultura artística; es decir, entre la funcionalidad y la estética.
Transculturalismo y transnacionalidad
Según la artista, el chamanismo ha sido marginado y considerado “anti moderno” en Corea, por lo que no tuvo relación con estas prácticas al crecer en Seúl. Sin embargo se ha convertido en una fuente clave para ella. Lo relaciona con las prácticas paganas en Europa, “algo muy vital, fundamentalmente descentralizado y antiautoritario, pero que ha sobrevivido durante mucho tiempo”. Los cascabeles, que figuran tanto en los rituales chamánicos de Corea como en las tradiciones paganas de la Selva Negra alemana, adornan muchas de sus esculturas. Dichas campanas a veces adoptan forma de enredaderas elevándose sobre la pieza, otras simplemente son cuerpos abstractos.
Haegue Yang, “Quasi-ESP”, vista de la expo en la Galerie Chantal Crousel, Paris (2017). Cortesía de la artista y Galerie Chantal Crousel, París. Foto: Florian Kleinefenn
Un homenaje a los inuit
Para una de sus últimas expos, “Double Soul” en el SMK de Copenhagen (Dinamarca) de 2022, Haegue realizó una escultura adornada con cascabeles dedicada a Pia Arke, una artista danesa de raíces kalaaleq (inuit groenlandés). De casi dos metros de altura, la piesza representa un globo terráqueo que incorpora un mapa coreano del siglo XVII, rodeado por manos de seis dedos (foto de portada). Estas manos están inspiradas en la manopla inuit de dos dedos que Yang vio en el Museo Nacional de Dinamarca. Una hibridación en toda regla de objetos e ideas de diferentes culturas y que explora cuestiones de transculturalismo y transnacionalidad.
Haegue Yang, “Double Soul”, vista exposición, SMK – Galeria Nacional de Dinamarca, Copenhagen (2022). Cortesía de la artista y Galerie Chantal Crousel, París. Foto: Anders Sune Berg
También en la expo “Chronotopic Traverses” o la pieza “Reflected Metallic Cubist Dancing Mask” vemos las percepciones collageadas de la artista y sus hibridaciones. Esta segunda se caracteriza por combinar elementos de máscaras, danza y formas cubistas que se reflejan en superficies metálicas.
Haegue Yang, “Chronotopic Traverses”, vista exposición, La Panacée — MO.Co., Montpellier, Francia (2018-2019). Cortesía de la artista y Galerie Chantal Crousel, Paris. Foto: Marc Domage
Las obras no solo son hipnóticas, sino que además son seductoras y existenciales. Su arte de múltiples capas, tan llamativo como escurridizo, cambia de aspecto y significado según el ángulo desde el que se mire, generando diálogos significativos y proporcionando nuevas perspectivas sobre la relación entre arte, sociedad y el mundo en el que vivimos.
Haegue Yang, “Chronotopic Traverses”, vista exposición, La Panacée — MO.Co, Montpellier, Francia (2018-2019). Cortesía de la artista y Galerie Chantal Crousel, Paris. Foto: Marc Domage
Colofón
Que más decir, que sus instalaciones son espacios de encuentro. Ya sea frente a sus célebres persianas de aluminio, dejándonos envolver por las sombras que dibujan sus lámparas o mezclándonos con sus seres peludos: el arte de Haegue Yang —en constante evolución— nos sumerge en un universo sensorial con elementos dispares que se fusionan en una danza poética. Su capacidad para despertar emociones, su genialidad en la manipulación del espacio y su habilidad para trascender lo convencional la convierten en una fuerza magnética indispensable del arte contemporáneo.
Haegue Yang, “Double Soul”, vista exposición, SMK – Galeria Nacional de Dinamarca, Copenhagen (2022). Cortesía de la artista y Galerie Chantal Crousel, París. Foto: Jan Søndergaard
Haegue Yang, “Reflected Metallic Cubist Dancing Mask”, 2020. Cortesía de la artista y Galerie Chantal Crousel, Paris. Foto: Nick Ash
“Haegue Yang: Double Soul”, vista exposición en SMK – National Gallery of Denmark, Copenhagen, Dinamarca (2022). Cortesía de la artista y Galerie Chantal Crousel, París. Foto: Anders Sune Berg