HARLEM

A VECES LAS COSAS SON MUY SENCILLAS…

A estas alturas de la crisis ya hasta podemos verle cosas buenas. Quizá una de ellas sea que a partir de ahora aprenderemos a apreciar más las cosas sencillas. Y sin duda el éxito de “Hippies”, el segundo trabajo de Harlem, es un síntoma de ello. El nombre elegido por Harlem para el disco define a la perfección este trabajo fresco, espontáneo, desnudo. Aunque no en la parte musical, porque Hippies es una mezcla de armonías pop, tocadas con herramientas punk y sonido garajero. La producción, descarnada, lo convierte en una especie de ejercicio de directo. Uno de los integrantes de la banda, Michael Coomer, da una explicación basada en su lugar de procedencia. En contra de lo que pueda parecer por su sonido y su nombre, no son de la cosmopolita Nueva York como Paints…, ni de la despreocupada Florida como Surf Blood o de la previsible California como The Soft Pack. La banda proviene de Austin, en la árida Texas. Sin embargo, Coomer presenta la ciudad como “la capital mundial de la música en directo. Eso nos ha permitido tocar en buenos locales desde muy pronto y ganarnos la vida con esto”. Bueno, pues ya sabemos por qué suenan así. Además, ahora cuentan con el soporte de Matador, con los que han firmado para sus próximos trabajos. Aunque los chicos de Harlem lo tienen claro: “Que podamos hacer más discos no quiere decir que vayan a ser buenos”, y enseguida puntualiza que “Hippies” sí lo es, que es el disco que estaban deseando hacer. Y también el que nosotros estábamos deseando escuchar.

HARLEM

Es posible que esta sea una fórmula que se agote con rapidez y para sus próximos trabajos tengan que afinar su proceso creativo que les lleva a “componer todo el rato, en cualquier lugar y sobre cualquier tema” como expone Curtis O’Mara, otro de los integrantes de Harlem, para explicar canciones como Gay Human Bones. Pero de momento, con “Hippies”, han conseguido poner un pie fuera del panorama estrictamente independiente. Así de fácil.