Taller con el ilustrador Jose Ja Ja Ja
CURSO ONE YEAR DE ILUSTRACIÓN Y COMUNICACIÓN VISUAL
Todos los secretos, en un curso dirigido por Puño, para sacar el máximo partido a las técnicas de ilustración dentro del mundo de la comunicación visual
Durante este curso intensivo de un año desarrollarás tu visión y habilidades personales, estudiarás las principales técnicas de ilustración contemporánea, te moverás en entornos físicos y digitales, estáticos y en movimiento, realizarás proyectos personales, pero también colaborarás con clientes reales. Una experiencia dirigida por el ilustrador David Peña, aka Puño, con el apoyo de un gran equipo docente, ilustradores, artistas gráficos y editores: Ester García, José Ja Ja Ja, Nicolai Troshinsky, Gonzalo Golpe, Miguel Ordóñez o Paulo Mosca, entre otros. Y, por supuesto, con el respaldo del Departamento de Orientación Profesional del IED Madrid para ayudarte a rentabilizar tu talento y formación dentro del mundo de la ilustración publicitaria, textil, editorial, cómic, diseño, videojuegos, dirección artística, animación, concept art… Una buena oportunidad que podrás compatibilizar con el horario de cualquier otra actividad formativa o profesional.
Más info: / 914 480 444 / www.iedmadrid.com
ENTREVISTA CON PUÑO
Roberto Vidal, Director de la Escuela Visual Communication, entrevista a Puño sobre su carrera y las infinitas posibilidades profesionales de la ilustración
¿A qué se dedica Puño en su día a día? Suelo trabajar hasta casi el amanecer, por lo que me levanto tarde, entre las 10 y las 11. Dedico las mañanas a todo lo que no es dibujar: planificar, buscar referencias, responder emails, presentar proyectos, enviar facturas, preparar clases, hacer la contabilidad, etc. Y aprovecho para salir a la calle y hacer deporte, porque esta profesión te empuja hacia todo lo contrario.
La tarde la dedico a concentrarme, que en mi caso consiste en no pensar en nada absolutamente, en preparar el cerebro para soportar la carga intelectual que supone enfrentarse a cada proyecto creativo. En ocasiones esto significa ver una película, leer un libro o jugar a algún videojuego.
Cuando estoy lo suficientemente aburrido de este tipo de tareas, mi cerebro pide a gritos algo de acción: entonces me pongo a dibujar. Esto suele ocurrir entre las 18h y las 20h y puede durar hasta las 3 o las 6 de la mañana.
Actualmente compatibilizo las clases con proyectos de todos los ámbitos: libros de narrativa, de texto, publicidad, cartelería, cómic… Creo que hace un par de años desterré de mi rutina los fines de semana, las tardes libres y las vacaciones.
Por tu experiencia como director del curso tras una primera edición, ¿qué crees que buscan los alumnos cuando deciden apuntarse al curso One Year de Ilustración y Comunicación Visual? ¿Con qué perfiles os habéis encontrado? Al curso se acercan perfiles de todo tipo. Desde gente joven que da sus primeros pasos dibujando hasta profesionales con un par de décadas de experiencia a sus espaldas que sienten la necesidad de renovarse. En general todos buscan lo mismo: una manera de introducirse en el mercado laboral. Es lo que echo en falta en la enseñanza académica de las artes aplicadas como la conocemos hasta ahora: además de aprender técnicas y desarrollar una habilidad, es necesario adquirir los recursos necesarios para ubicarse dentro del panorama profesional, hay que saber construir un porfolio, conseguir visibilidad, saber en qué nichos profesionales encaja nuestro trabajo o a quién hay que dirigirse y cómo para conseguir un encargo.
En el curso One Year hemos habilitado asignaturas y masterclasses dedicadas exclusivamente a estos aspectos, y en ellas nos enseñan desde su experiencia todo tipo de profesionales, tanto ilustradores como directores de arte y editores.
“Una procesión, un ritual”, exposición a cargo de los alumnos del curso One Year de Ilustración
Háblanos un poco de los docentes, ¿son todos profesionales en activo? ¿Cómo hacen uso de la ilustración en el ámbito laboral? A la hora de escoger a los profesores exigí dos requisitos: que hubieran pasado por educación artística formal, pues es necesario conocer en profundidad el academicismo para poder construir encima de él, y que la principal actividad profesional de todos ellos fuera la ilustración, pues es algo que siempre he echado en falta en los profesores de las universidades y grados de arte: un contacto real y actualizado con el mundo profesional. Además son todos escandalosamente jóvenes, entre 25 y 40 años aproximadamente.
¿De qué manera se conecta el universo de la formación con la realidad profesional? El curso entero está concebido para colocar a los estudiantes dentro del panorama profesional, procurando brindarles todo tipo de oportunidades para establecer un primer contacto en cualquiera de los ámbitos de la ilustración actual: visitamos editoriales, conocemos a editores y directores de arte, se organizan exposiciones en espacios externos a la escuela, se preparan publicaciones para las ferias de autoedición locales, buscamos concursos donde los alumnos puedan presentar los proyectos elaborados durante el curso, etc.
Este año arranca la segunda edición del curso One Year de Ilustración y Comunicación Visual, ¿habrá alguna novedad o cambio con respecto al curso anterior en lo relativo a contenidos, estructura del curso o metodología? Sí, una de las cosas que define el carácter del curso es su dinamismo, nos gustaría cambiar cada año el proyecto, añadir nuevas asignaturas, abrirnos a nuevos campos profesionales o incluir ramas que suelen pasar desapercibidas académicamente, como la infografía o la ilustración para tatuajes. Y eso que el curso es ya de por sí bastante metamórfico. Al tratarse de un grupo pequeño podemos entender sus gustos y necesidades, planificar en torno a ellos módulos didácticos más flexibles, adaptar las masterclasses a sus intereses, etc.
“Una procesión, un ritual”, exposición a cargo de los alumnos del curso One Year de Ilustración
La profesión del ilustrador es un tanto complicada, ¿qué te motiva a la hora de seguir luchando para poder ejercerla? ¿Algún consejo al respecto que hayas compartido con tus alumnos? ¿Qué salidas profesionales dentro del ámbito de la ilustración tienen ahora más demanda? Es un trabajo duro porque supone un gran esfuerzo establecerse, es difícil enriquecerse, exige mucho trabajo con malos horarios y hábitos vitales… Pero si estás dispuesto a tragar con todo esto, el resto es muy satisfactorio: hay una implicación ética, quizá ausente en trabajos publicitarios pero muy intensa en los proyectos editoriales, por ejemplo; hay una clara percepción del alcance de objetivos, cosa ausente en mi trabajo como educador, el cual exige una mayor paciencia para enfrentarse a plazos de ejecución más largos y por lo tanto más estresantes; hay una relación con las generaciones venideras tanto a través del mundo de los niños como del legado de los libros, con toda la responsabilidad que eso conlleva…
Como puedes ver, las razones que me hacen amar mi trabajo suelen ser bastante profundas y las que me hacen odiarlo, bastante superficiales o con una solución práctica. ¡Por eso sigo dibujando!
¿Qué valoras de tu trabajo como director del One Year de Ilustración y Comunicación Visual? Está siendo una experiencia muy valiosa, llena de tesoros que voy desenterrando: trabajar con otros profesionales, aprender muchas cosas nuevas sobre ilustración, aprender otro montón de cosas sobre gestión de proyectos educativos, sentirme parte de la formación de los alumnos… y por encima (o por debajo) de todo esto, trabajar con seres humanos que sienten pasión por lo que hacen.
Más info: / 914 480 444 / www.iedmadrid.com
