Irina Mutt-Natalia Piñuel: Post-covid ¿Paréntesis o Reset?

Post-covid: Seguimos con las reflexiones sobre la pandemia covid-19 y su repercusión en la escena artística y social. En esta quinta entrega las recomendaciones van desde la meseta hasta —casi— el polo norte.

Potenciar la solidaridad es una cuestión cada vez más urgente en el sector del arte, pero además, sería interesante marcar el lugar colectivo de la escena artística en lo que se considera el debate mundial. Podemos aprender del pasado y presente colonialista, neoliberal y sus necropolíticas sin dejar atrás la ilusión y los esfuerzos de hoy en día por volver al esfuerzo comunitario global. Deberíamos ser capaces de cambiar el significado de “globalización” y pasar de una globalidad consumista y destructiva a un respeto global —con mayúsculas— por la comunidad interespecie, por la diversidad, por los afectos y cuidados y por el medioambiente.

Foto Portada: VariaLambo (Varia Sjöström y Hatz lambo), The Itching Triangle. Festival Seven of Seven en la galería Myymälä2 de Helsinki

Justo antes de la explosión de la pandemia, la crisis climática estaba en la vanguardia del pensamiento artístico. Mientras escribo estas líneas, recibo un email de Greenpeace recordándonos que el covid-19 ha demostrado que las reducciones repentinas de las emisiones de carbono pueden conducir a cambios positivos e inmediatos en el medio ambiente, y que la acción climática necesita un apoyo continuo.

Si el covid nos ha incitado a tomar conciencia y a ser más solidarias y cuidadosas, ¿nos preocuparemos más por mejorar la sociedad con nuestras microacciones?, ¿pensaremos más en el medio ambiente?, y ¿cómo se traducirá todo esto en el campo de las artes? Las invitadas de esta quinta entrega, la comisaria y crítica de arte Irina Mutt, desde la capital finlandesa y la historiadora del arte y comisaria audiovisual Natalia Piñuel Martín, con base en Madrid, nos transmiten con suma lucidez sus pensamientos, preocupaciones y anhelos para cuando podamos realmente hablar de la etapa post-covid.

Irina Mutt

La crisis del covid, ha sido algo global y compartida. Todo el mundo y casi todos los países lo han tenido que gestionar y afrontar de una manera u otra. Pero como todas las crisis, no ha afectado a todo el mundo igual. Ni por países, ni por clases sociales. No es lo mismo en lugares donde la sanidad es pública que donde es privada, no afecta igual a quienes podían trabajar telemáticamente desde casa que a personas que tienen que poner literalmente el cuerpo en el trabajo.

Irina Mutt-Natalia Piñuel: Post-covid ¿Paréntesis o Reset?

Retrato de Irina Mutt. Foto: Sonia Fernández Pan

En el texto Quiénes somos los virus, publicado en la revista chilena Antígona Feminista y escrito por Jorge Díaz, biólogo, escritor y activista de la disidencia sexual, dice, ”el virus no discrimina pero el neoliberalismo sí”. Jorge Díaz también apuntaba a pensar cuántas veces se ha acabado el mundo para muchas personas, en distintos tiempos y lugares. Creo que es importante esta idea, tener en cuenta las intersecciones que atraviesan y han atravesado siempre cuerpos individuales y colectivos, humanos y no humanos.

En general, que el mundo era una mierda y el neoliberalismo algo cruel, sórdido e injusto, ya lo sabíamos.

El covid ha amplificado lo que ya sabíamos, que es insostenible esta manera de habitar y que el colonialismo, el neoliberalismo y la necropolítica matan. Hago referencia a estos problemas, porque para hablar de cómo afectará y las posibles estrategias, sería interesante partir de la idea de que ”la normalidad” era ya de por sí problemática, injusta. Y el mundo del arte no está desvinculado de lo socioeconómico. Mi deseo sería que se incorporaran de verdad la discursividad y las narrativas de colectivos, cuerpos, identidades y voces que desde ya hace tiempo encarnaban estos pequeños apocalipsis, las injusticias vividas que traen consigo y en potencia el cambio, la esperanza de que ocurra.

De la misma forma, incorporar el impulso antiracista que ha tenido lugar estas últimas semanas. Revisar las estructuras, el acceso a los recursos, la historia y presente colonial, etc. Susan Stryker habla de la historia como un relato que se explica en presente, no un hecho, sino una promesa.                                                                                                         Más que cambios de formatos o de maneras de presentar proyectos o visitar espacios de arte y exposiciones —algo que sin duda ocurrirá— sería interesante y urgente aprovechar para revisar y mejorar el sistema que sostiene el mundo del arte.

Exposiciones he pisado muy pocas en los últimos meses y raramente las he visitado de forma virtual. Ha sido interesante que artistas, instituciones o galerias, ”liberaran” durante algunos días videos para ver online: De Putas de Nuria Güell, el documental sobre Audre Lorde The Berlin Years, los directos de Daniela Ortiz y Linda Porn, o Love is the message, de Arthur Jafa.

Recomendaciones. Helsinki 

No sé muy bien como encajar esto de recomendar una exposición estando en Helsinki, cuando no sé si mucha gente que leerá este texto las podrá visitar. Recomendar una exposición es una invitación, un gesto distinto a por ejemplo, escribir sobre exposiciones. Me gusta leer sobre exposiciones que tal vez nunca veré, pero raramente leería la agenda cultural de una ciudad que no voy a visitar.

En todo caso, lo que más echaba de menos durante la cuarentena global y generalizada eran los encuentros en sí. Así que tal vez, recomendaría el programa Seven of Seven, que durante una semana tuvo lugar en la galería Myymälä2 en Helsinki. Era un ciclo de performances con variedad de artistas, formatos y estrategias. Ocurrió durante el mes de mayo, cuando el límite de aforo era de diez personas. Todas las actividades se transmitian en streaming y luego se han subido a su perfil de Youtube. El ciclo Seven of Seven, fue el retorno al contacto directo con el arte después del encierro. Volver a estar presente en un espacio compartido donde ocurría algo, compartirlo era lo que más me faltaba. Y porque creo que hay formatos que son más dificiles de traducir a su version online, o en todo caso, lo que queda es la documentación y archivo.

Irina Mutt-Natalia Piñuel: Post-covid ¿Paréntesis o Reset?

Ramina Habibolla. Festival Seven of Seven en la galería Myymälä2 de Helsinki

Irina Mutt-Natalia Piñuel: Post-covid ¿Paréntesis o Reset?

Jamie McDonald durante el festival Seven of Seven en la galería Myymälä2 de Helsinki

También recomendaría muy fuertemente The White Pube, que no es una expo sino una plataforma de crítica de arte con base en Londres y Liverpool, gestionada por Gabrielle de la Puente y Zarina Muhammad. The White Pube es crítica de arte posicionada y situada, antiracista, feminista y atenta a la diversidad funcional. Lo mejor de todo, y que se encuentra poco en la crítica de arte, es que tiene humor y mala leche a partes iguales. Sus reseñas van desde exposiciones en espacios independientes o instituciones pequeñas, hasta criticar el pasado colonial de la Tate, la gestión de subvenciones y premios en el mundo del arte o hablar de videojuegos, series y canales de Youtube.

Natalia Piñuel Martín

Me cuesta un poco todavía pensar en las consecuencias del covid-19 cuando la pandemia, a nivel global, continúa tan presente y sigue cobrándose vidas a diario. Me preocupan los nuevos rebrotes, la posibilidad de un colapso sanitario y a un nivel más próximo, cómo toda esta situación de “nueva normalidad” nos afecta tanto individualmente: dudo y tengo miedo de abrazar a mis familiares y amigas por el miedo a ser portadora o de contagiarme, como de manera colectiva: el hecho desde el gobierno de continuar poniendo el foco en el modelo de familia tradicional o el tema de la vigilancia y la obediencia institucionalizada me dan dolores de cabeza.

Irina Mutt-Natalia Piñuel: Post-covid ¿Paréntesis o Reset?

Retrato de Natalia Piñuel Martín

El sector cultural es muy frágil, ya lo era antes de que el coronavirus nos tomara por sorpresa, el virus no ha hecho más que poner de manifiesto la precarización del sector y especialmente del arte contemporáneo —el gran olvidado por parte de la administración—. Vivimos en una incertidumbre acrecentada, desprotegidas desde el propio Ministerio de Cultura. Soy optimista por naturaleza, empecé a trabajar como comisaria en 2007, en plena crisis económica, así que desde siempre he convivido con los ajustes de presupuesto. Me queda al menos el deseo de que cuándo todo pase y hablemos de la etapa post-covid, se ponga en valor desde la educación en los coles, hasta la información que aparece en los medios de comunicación, todo nuestro trabajo. Esa continua confusión entre arte y entretenimiento que se ha dado en los telediarios, me horroriza.

Por parte de las instituciones, me quedo con el compromiso de continuidad con los proyectos y también el esfuerzo en la digitalización de contenidos. Sería interesante seguir trabajando en este sentido híbrido, entre el espacio físico y contenidos de calidad en el espacio digital, igualmente remunerados. Todo esto pasará y habremos aprendido a relacionarnos y valorarnos de otra manera. A experimentar con otros formatos. En definitiva, me quedo más con el reset que nos lanzas, siempre y cuando no suponga estropearlo todo aún más.

Estos meses tienen que haber servido para hacer autocrítica y sentir también que no podemos ni debemos acaparar tanto. En una ciudad como Madrid, el mundo de las exposiciones, ferias, macro eventos musicales o cinematográficos estaban colapsando no sólo a artistas, agentes y gestores culturales, si no también al público, que es lo más importante. No lo estábamos sabiendo cuidar. “Las restricciones de aforo” me suenan a maravilla, un contacto más face to face a la hora de visitar una exposición o de organizar un evento. Me imagino un tiempo con conciertos mucho más cuidados y pensados por todas partes. Eventos más participativos y no basados únicamente en el consumo. Todo un poco más despacio. Todo con más calma.

Recomendaciones. Madrid y Salamanca

En Madrid, el estado de alarma nos cogió con todas las grandes exposiciones de arranque de año y de la llamada “semana del arte” recién inauguradas. Entre ellas, destaco el reencuentro con la pionera americana Joan Jonas y su propuesta Moving off the land II en el TBA21, prorrogada hasta septiembre. Una exposición que responde a la urgencia y la responsabilidad que el arte contemporáneo tiene con el cambio climático y la contaminación de los océanos. La muestra está totalmente conectada con muchas de las preocupaciones y malestares que han quedado expuestas con el coronavirus. Las instalaciones de vídeo grabadas en acuarios, las acuarelas y dibujos de algas y de diversos animales marinos son un soplo de aire fresco —además de una concienciación hacia el entorno— después de tantos meses confinadas.

Mi reencuentro con las salas fue, mascarilla mediante, en la galería Travesía Cuatro para visitar la colectiva Rascando la superficie que se inauguró el pasado 11 de junio y también conectada con la naturaleza. Complementando los océanos de Jonas, nos situamos ante la superficie de la Tierra. En la muestra se presenta un mosaico con diversos parajes naturales, pero también la actuación de los humanos en ellos. Hay un discurso por parte de los comisarios, en cuanto a metodología arqueológica, que supone una segunda lectura muy novedosa al periodo Antropoceno que define nuestra era. De entre las artistas presentadas, destaco la obra y trayectoria de Sara Ramo, con la instalación Para Marcela y las otras (restos), compuesta por casi ochenta esculturas en forma de genitales.

Irina Mutt-Natalia Piñuel: Post-covid ¿Paréntesis o Reset?

Vista expo Scratching the surface en la galería Travesía Cuatro de Madrid

Irina Mutt-Natalia Piñuel: Post-covid ¿Paréntesis o Reset?

Sara Ramo, Para Marcela y las otras (restos). Detalle de la instalación en la expo Scratching the surface en la galería Travesía Cuatro

Como mi práctica curatorial se desarrolla principalmente entre Madrid y Salamanca, quería recomendaros las exposiciones en curso en el DA2 (Salamanca), uno de los centros que enseguida abrió sus puertas y que también comenzó a inaugurar nuevas exposiciones, respetando el calendario existente. Nosotros, Playtime Audiovisuales, tenemos un proyecto en el DA2: Visiones contemporáneas- últimas tendencias del cine y el vídeo en España. Todo esto nos sorprendió con la exposición dedicada a Lúa Coderch casi recién inaugurada. Al volver a abrir puertas a finales de mayo, decidimos, junto al equipo del centro, ampliar la muestra de Coderch hasta el fin del estado de alarma. Pero a la vez, decidimos seguir avanzando con el programa anual, que en nuestro caso se trata de presentar tres artistas. Así que a primeros de julio se inaugura el ciclo dedicado a María Cañas que, sin proponérnoslo, adelanta con algunas de sus obras todas las preocupaciones, anhelos y malestares, tanto físicos como virtuales, que se han puesto de manifiesto en los últimos meses. Todo ello contado a través del found footage y con mucho sentido del humor.

Irina Mutt-Natalia Piñuel: Post-covid ¿Paréntesis o Reset?

Ciclo de María Cañas en el DA2 de Salamanca. Kiss the Murder, fotograma. 

Irina Mutt-Natalia Piñuel: Post-covid ¿Paréntesis o Reset?

Ciclo de María Cañas en el DA2 de Salamanca. Kiss the Fire, fotograma