Isern Serra, una habitación propia para Rowse Beauty

El arquitecto barcelonés Isern Serra presenta la transformación de unas antiguas oficinas en Poblenou. Una caligrafía arquitectónica de la esencia de Rowse Beauty.

La nueva sede del estudio y showroom para Rowse Beauty en Barcelona, proyectada por el arquitecto e interiorista Isern Serra, permite reflexionar sobre las posibilidades que ofrece la arquitectura como excepción a los horizontes usuales de los paisajes-muestrario que aúnan trabajo y diseño.  Un proyecto que, por encima de resolver un programa funcional, se recrea en los guiños a la arquitectura mediterránea.

Isern Serra, una habitación propia para Rowse Beauty

 

 

 

Una Arquitectura serena y calmada

Fruto de la necesidad de transmitir una impresión serena y calmada acorde con la firma de cosméticos naturales que Nuria Val y Gabriela Salord dirigen, aparece la arquitectura de Isern Serra. Una mediación que puede interpretarse como una búsqueda del territorio ambiguo entre la atmósfera íntima que translucen los entornos dedicados a la artesanía, y el ambiente propicio para que se desvele el desenlace de dicha artesanía a compradores y consumidores.

Isern Serra, una habitación propia para Rowse Beauty
Empezaríamos por considerar cómo son las cosas que entran en juego para que la arquitectura de Isern Serra se extienda y ocupe el espacio de modo cuidadoso para alumbrar un nuevo contexto al lugar dónde se ubica: 220 m2 situados en la tercera planta de un antiguo edificio de oficinas del barrio barcelonés del Poblenou.

Isern Serra, una habitación propia para Rowse Beauty

Una mirada hacia mundos propios

Más allá de la fachada que vuelca al interior de un luminoso patio de manzana, poco, o muy poco sabemos de sus exteriores. Precisamente esta imposibilidad de incidir en el exterior y su relación con el ámbito urbano ha hecho que dirijamos nuestra mirada hacia los mundos propios del interior. Un espacio cuadrangular que se mira a sí mismo y, cuya composición, se desencadena gracias a la experiencia directa e intuitiva de las cosas en las superficies y los juegos de planos.

Isern Serra, una habitación propia para Rowse Beauty

Distinción de tres divisiones

Detrás de la rehabilitación que orquesta Serra, el proyecto queda condicionado por un orden que intenta franquear los límites espaciales que lo acotan mediante la distinción de tres divisiones: la zona de experiencia, la zona de reuniones y, por último, la zona destinada al trabajo que, en eventos puntuales también sirve como un muestrario expositor del producto.

Isern Serra, una habitación propia para Rowse Beauty

Predisposición hacia la arquitectura mediterránea

Tras la decisión iniciática de cubrir con microcemento blanco el espacio, Isern Serra, sugiere la existencia de una predisposición intencionada hacia la arquitectura mediterránea. La comprensión y expansión de la planta es pura, simple y geométrica. Parece tomar prestados elementos del vocabulario arquitectónico mediterráneo como ejemplifica el mobiliario integrado de obra.  Su peso visual aborda la cuestión de la tonalidad y el color, reforzando la sensación de acercamiento de un espacio con una gradación de una escala pública – el showroom-, a lo doméstico – el estudio y área de trabajo-. Ambas cosas no están diferenciadas como distintas, aunque quizás sean equivalentes, conformando así, un espacio perfectamente controlado: una habitación propia para Rowse Beauty.

Isern Serra, una habitación propia para Rowse Beauty
Isern Serra, una habitación propia para Rowse Beauty

Intimidad artesana ligada a la marca

No obstante, en la oscilación entre lo poético y lo pragmático, el proyecto de Serra habla del encadenamiento necesario entre esa noción operativa del concepto intimidad artesana ligada a la marca, y la inducción de las sensaciones que de este microclima permean. En ese sentido, juega un papel determinante la organización del panóptico interior.
Isern Serra, una habitación propia para Rowse Beauty

La zona de experiencia

En primer término, la zona de experiencia sirve para explicar y probar el producto en un ambiente muy cercano como si de un ecosistema doméstico se tratara. Por eso se adscribe una gran pieza a modo de sofá de obra, que conecta con una franja habilitada para un tocador compuesto por una pica de barro hecha a medida por Robbie Whitehead, y un grifo diseñado y fabricado por un artesano del cobre. El fondo de la composición de Serra lo preside un gran espejo circular vecino del diseño icónico de una lámpara de Miguel Milà. Junto a la ventana, un gran diván en tonos verdeceos se transforma en un macetero donde se plantó un olivo, símbolo del mediterráneo clásico.

Isern Serra, una habitación propia para Rowse Beauty

Zona de reuniones

En segunda instancia, la zona de reuniones queda atrapada en el centro, atomizando el espacio encapsulado por un paño de vidrio montado en hierro y acabados de pintura blanca. Anexionado a ese ámbito, aparece un juego de cortinas en tonos tierra como antifaz de un área destinada al shooting del producto. El epicentro del espacio se vincula de manera precisa a una gran pieza marmórea de Heaps and Woods, desdoblado como elemento para acoger reuniones improvisadas haciendo las veces de escenario de las comidas de la gente del estudio.

Isern Serra, una habitación propia para Rowse Beauty

Proyecto de iluminación

En relación con la gestación de cierta intimidad, el proyecto de iluminación que lleva a cabo Clara Quintana juega un papel determinante. En la antesala del local se utiliza la luminaria Colilla, con una separación de cortina. Para la zona de reuniones pensó en una GT1000, en un acabado de color verde. Mientras que el fondo de perspectiva, junto a la mesa 1123xF de Enzo Mari, construida por Coke Bartrina, se vislumbra la luz tenue de la lámpara Lamina, firmada por Antoni Arola.  La mesa del sofá está firmada por Cristian Herrera, mientras que la zona de descanso está formada por la silla Kata, diseñada por Alther Desile Park y la lámpara Tekio. En la estantería junto al sofá donde se muestran los productos de la firma, encontramos una pieza de Valeria Vasi. El vaso Vacum en blanco.

Isern Serra, una habitación propia para Rowse Beauty

Por último, cabe recalcar que el office y la entrada a los baños se esconden tras una obertura acabada en arco. Un detalle más en una cadena de elementos que precipitan por sí mismos la arquitectura de Isern Serra. La suya, podemos decir que se hace efectiva cuando somos capaces de adentrarnos en los ordenes de la imaginería mediterránea. En Rowse Beauty, el arquitecto se ha convertido en una especie de alquimista que transforma la materia en bruto en algo con una nueva vida expresiva. Es decir, una especie de acción interior congelada que confiere vida a las cosas. Una vez más, arquitectura.

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Estudio y showroom Rowse Beauty
Autor: Isern Serra

Localización: Barcelona
Año: 2021
Proyecto de Iluminación: Clara Quintana
Fotografías: Coke Bartrina
+ www.isernserra.com