Trieste se convierte, una vez más, en la cuna de los nuevos talentos de la mano de Diesel
Ya hemos visto como en el mundo de la moda, los talent scout y altos directivos están en constante búsqueda de nuevas caras que supongan un nuevo orden, un punto de inflexión en lo que hasta ahora conocemos. Inquietos y jóvenes diseñadores que, dada su pasión por el mundo textil, sepan dar un giro de 180 grados y se conviertan en esa corriente de aire fresco que de vez en cuando tanto se necesita. Hace unos días, y desde hace 12 ediciones, tuvo lugar el International Talent Support (ITS) en la italiana Trieste.
Dos días en los que pudimos zambullirnos de lleno en las nuevas tendencias que rondan la cabeza de estos locos por experimentar con todo lo que esté a su alcance que, seguramente, tarde o temprano lleven las riendas creativas de la moda. Una competición que tiene en Diesel su principal patrocinador, ofreciendo el mayor premio a entregar: 25.000€. Un incentivo que supieron aprovechar los finalistas de esta última edición, llegados principalmente de China y Japón. El espíritu de lucha de Momoko Okusa y sus fantasiosos looks, las siliconas de Xiao Li, tricotadas como si fueran lana, el misticismo de Nelly Hoffmann, la esencia de un medievo reinterpretado de Felix Chabluk Smith, el espíritu orgánico y lenticular de los tejidos de Polina Yakobson, el gusto por el Japón más feudal de Keren Yaar, el guiño a Hannibal Lecter de Hang Chul Lee, los livianos vestidos de noche de Paula Cheng, la intensidad cromática de Takahiro Ueno y el reencuentro con la Madre Naturaleza de Tomohiro Sato, despertaron las ovaciones de un público y un jurado entregado. El nuevo director creativo de Diesel, Nicola Formichetti fue el encargado de dar el premio de la marca, un galardón que fue a parar a la china Xiao Li, que a través de su colección ‘Untitled’ nos descubrió que todavía hay mucho que investigar en cuestión tejidos. Diseños que la estudiante del Royal College of Art del Reino Unido imagina como propios de una época futura, en la que todos vestiremos de silicona pero tratada como si fuera lana. Piezas de gran volumen o ceñidas al cuerpo, pero cómodas como pocas y que moduladas a su antojo, no solo reflejan el poder de los nuevos talentos sino que empiezan a introducir el uso de nuevos tejidos mezclados con otros más actuales, pero que en el camino celebran la física de la creatividad. Y eso es algo por lo que el tándem Renzo Rosso y Nicola Formichett llevan luchando muchos años. ¡Qué la fiesta no pare!
