"Juan Muñoz. Todo lo que veo me sobrevivirá" en la Sala Alcalá 31
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La expo “Juan Muñoz. Todo lo que veo me sobrevivirá” en la Sala Alcalá 31 está dedicada a su producción en los disruptivos años 1990. En exhibición hasta el 11 junio.

Esta muestra, “Juan Muñoz. Todo lo que veo me sobrevivirá” que tiene continuidad en el Ca2M entre junio y noviembre, manifiesta la habilidad del escultor  para crear piezas que desafían los límites de la escultura y la instalación, así como de la realidad y ficción centrándose en la última década de su vida hasta su prematura desaparición en 2001.

Foto de portada: “La Plaza” (1996)

Todo lo que veo me sobrevivirá” pone en valor la obra del artista que se caracterizadas por su singularidad y complejidad. Obras que han dejado una huella indeleble en el mundo del arte contemporáneo tanto nacional como internacional. Manuel Segade, comisario de la muestra, resalta la ficción en sus obras, llenas de juegos visuales, trucos, espejos, imágenes dobles y una gran teatralidad.

Esculpir grupos de figuras humanas que hablan sin comunicarse

La exposición reúne algunas de sus piezas más icónicas fechadas entre 1990 y 2001. Esta última década de producción de Juan Muñoz estuvo marcada por el dominio del espacio, a modo Velázquez y los grupos escultóricos del Barroco y por la recuperación de la figura humana como elemento central.

Su vocación existencialista, su cualidad emocional y su reivindicación del truco, exploran temas como la percepción, la muerte o la suspensión de la incredulidad. Características que determinaron la ficción como fundamento del arte contemporáneo, avanzando un cambio esencial para el arte del siglo XXI.

El nombre de la muestra “Juan Muñoz. Todo lo que veo me sobrevivirá”

En el año 2000, la Tate Modern de Londres encargó a Muñoz que fuera el segundo artista, tras Louise Bourgeois, en hacerse cargo de su Sala de Turbinas. Su trayectoria se truncó en ese momento de su máximo apogeo, después de inaugurar su gran instalación en la Sala de Turbinas de la Tate. La muestra de la Sala Alcalá 31 toma su nombre de una cita de la poeta rusa Anna Ajmátova y fue una de las últimas notas del artista en sus cuadernos de preparación para la muestra de la Tate.

 

“La Plaza”, 27 figuras que “conversan”

Central en la expo es la icónica pieza “La plaza”, un conjunto de 27 figuras humanas, todas masculinas, con rasgos chinos, que parecen interactuar entre ellas, llenas de teatralidad. Esta pieza pieza procedente de Dusseldorf, no se ha visto en España desde la primera retrospectiva del Museo Reina Sofía en el Palacio de Velázquez: “Monólogos y diálogos”en 1996. Muñoz realizó la pieza ex profeso para el Palacio de Velázquez.

Las figuras, ligeramente disminuidas con respecto al tamaño de una persona y rasgo característico del artista en todas sus figuras humanas, sólo pueden ser contemplarlas en la distancia. El espectador no puede mezclarse con ellas, tal y como quiso el autor.

Silencio y suspensión

En 1997 Juan Muñoz comienza a crear figuras que se exhiben colgadas del techo. En la exposición se muestra “Con la cuerda en la boca”, con la que rinde homenaje a la pintura de Degas “Miss La La”, una trapecista del siglo XIX en París que había cautivado al público al elevarse del suelo sujetándose tan solo con una anilla en la boca.

El silencio: si la figura abre la boca para hablar, se cae y muere. Según el comisario de la muestra,  el tema de la obra se complementa con la interpretación personal. El personaje suspendido es un continuo en el trabajo de Muñoz, como en sus muñecos de ventrílocuo de los 1980, esperando a que los hagan hablar, pero que son de bronce y no tienen movilidad.

Doble homenaje en el que sería el 70 aniversario de su cumpleaños

El doble homenaje a Juan Muñoz (Madrid, 1953 – Ibiza, 2001) comenzó el día de los enamorados en la Sala Alcalá 31 y dura hasta junio, se conecta con la del Museo Centro de Arte Dos de Mayo que tendrá lugar entre junio y noviembre de 2023. En el Ca2M la muestra que incluirá diversas instalaciones, esculturas, dibujos y pinturas de la primera década de su carrera.

Juan Muñoz en Londres y Nueva York

El escultor estudió un año de arquitectura en la Universidad Politécnica de Madrid antes de huir de la España franquista en 1970 hacia Londres. Ahí estudió en la Escuela Central de Arte y Diseño y en el Croydon College of Design and Technology, donde se centró en el grabado. Posteriormente cursó estudios en el Pratt Graphics Center de Nueva York.

Los períodos que Muñoz pasó viviendo en Londres y Nueva York fueron particularmente formativos. Mientras estuvo en Londres, su trabajo se basó principalmente en la interpretación. Se interesó en un grupo de artistas que se apartaban del canon de la escultura tradicional, como Richard Deacon o Bill Woodrow, entre otros.

Minimalismo y Land Art en Juan Muñoz

Al mudarse a Nueva York en 1981 comenzó su trabajo en escultura y fue fuertemente influenciado por creadores como Philip Guston, Robert Morris, Barnett Newman y Robert Smithson (Land Art). Muñoz desarrolló una amistad con la curadora española Carmen Giménez, quien le presentó al influyente escultor minimalista Richard Serra.


“Juan Muñoz. Todo lo que veo me sobrevivirá”, hasta el 11 de junio en la  Sala Alcalá 31.
De junio a noviembre en el Museo Centro de Arte Dos de Mayo

  

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