KENEDY, PERDIDOS EN EL SUEÑO AMERICANO

La relación de España con todo lo que proviene de Estados Unidos es compleja. El antiamericanismo es el sentimiento predominante, al menos de puertas para fuera, porque luego, en realidad, nos comportamos como el Frente Popular de Judea con respecto a los romanos en “La Vida de Brian”. No parece que Kenedy adolezcan de estos complejos en ‘Guts’ (Sello Salvaje), su primer disco que han estado presentando estos días. Desde los primeros compases se nota que van a explorar sus influencias sin tapadera, eso sin entrar a analizar su nombre, por supuesto. La banda sevillana guitarrea en busca de una identidad que no siempre ha sido bien comprendida por estas latitudes, empujando los esfuerzos vocales de Iñigo Laspiur por tocar distintos registros en la misma estrofa. El disco se inicia con dos temas que acarician la vertiente menos conocida de la música norteamericana, más pop que rock, en un tono Matthew Sweet con algo menos de almíbar, sobre todo en “Wembley”, y aunque ellos defienden “Two” como una canción más cercana a la música británica, le falta suciedad en las guitarras, que suenan cristalinas, tan directas que por momentos quedan planas y previsibles. Más confuso parece todo, sobre todo la voz, en “Fallen Stars” o “The Music of Nashe”, donde no es probable que Laspiur haya conseguido lo que pretendía, un tanto perdido en la melodía, esforzándose por llegar al estribillo, como cuando tarareamos una canción en nuestro precario inglés y luego gritamos a voz en cuello la parte que sí nos sabemos. La cosa funciona mejor en los medios tiempos, más contenidos y llevaderos como “Maida”. Pero el tono general tiene cierto aire monótono y conocido, aunque no se pude negar que Kenedy saben que su apuesta tiene riesgos, y de ahí el nombre del disco. Hacen falta agallas para sacar un disco a contracorriente, aunque a veces flojee. Para llevar la apuesta personal hasta las últimas consecuencias, caiga quien caiga.

KENEDY,