KRISTOFFER ARDEÑA

Kristoffer Ardeña en Oliva Arauna
Con el fin de ofrecer un punto de partida desde el cual investigar las diversas zonas en las que la memoria impone su presencia, el artista filipino Kristoffer Ardeña concentra en “Erasé” un proyecto que incluye diversos formatos. Y lo hace no ilustrando a todo color  los capítulos de su autobiografía sino tratando el resabio sensible de toda experiencia en un elemento narrativo donde cuerpo, relato y recuerdo aparecen con el fin de evocar. A su vez Ardeña lanza la pregunta sobre  los distintos modos de presentar una obra y lo hace, por ejemplo, ofreciendo una serie de cuadernos de notas, agendas y bocetos, donde lo que allí fue escrito ha sido borrado, unos indicios que como ciertos recuerdos se nos presentan bajo borradores. Cada uno de estos cuadernos ha sido realizado en su último viaje a Filipinas y para poder verlos hay que pedírselos al personal de la galería, en un ademán por hacer del trabajo un espacio de diálogo. Pero también utiliza el sudor de 100 personas (Sweat Memories); escribe sobre cientos de servilletas la hora, el tipo de comida y los nombres de los que allí estuvieron, cruzando fragmentos de experiencias y lugares como Madrid, Luxemburgo o la ciudad costera de Tacloban en Leyte (Dinner Dates) o borra una efigie de mármol dejando apenas una serie de dibujos de mármol sobre papel abrasivo negro (Once There Was a Virgin and Her Kid). Una serie de vídeos nos ubican en Dumaguete, su ciudad de nacimiento, donde podemos descubrir un mapa de Filipinas de azúcar comido por unas hormigas o el intento del propio Kristoffer por escribir los más de noventa nombres de sus compañeros de instituto en la arena, antes de ser borrados por las olas del mar. Una narrativa horizontal donde ese dispositivo que permite almacenar todo tipo de emociones atraviesa diversos estados, en el que se cruzan desde la escultura, el dibujo,  la performance, la instalación hasta la intervención pública.

Del 11 Diciembre 2008 al 24 de Enero 2009
Galería Oliva Arauna, Madrid