LA EX PRIMERA MINISTRA BRITÁNICA LLEGA A LA GRAN PANTALLA
Phyllida Lloyd es la encargada de dirigir este singular biopic, apoyado en una sólida estructura de flashbacks cimentados en las alucinaciones de una Margaret Thatcher con un Alzheimer galopante que le hace estar completamente fuera de la realidad. Su marido (espléndido Jim Broadbent) ya fallecido sigue viviendo en su imaginación y se le aparece constantemente. A partir de esta premisa la película fluye con solvencia y corrección formal de la mano de una factura impecable y unas labores de caracterización carne de Oscar. Meryl Streep sorprende por enésima vez en la construcción de un personaje tan trabajado, tan brillante, tan lleno de matices que parece mentira que sea una recreación lo que estamos viendo y no a la Thatcher real. La cronología y la síntesis de la vida de la dama de hierro están recogidas correctamente en un guión sin fisuras, pero para que negarlo, el film es un vehículo más para el lucimiento de uno de los monstruos interpretativos de nuestro tiempo, quizás la última de una generación de actrices que quizá no volvamos a disfrutar nunca. La nominarán por nonagésima vez y no se lo darán. Tiempo al tiempo.
“La Dama de Hierro” se estrena en cines el 5 de enero.
