POLANSKI LO HA VUELTO A HACER
El amor y veneración que siento por Roman Polanski es incomparable. Defendí a capa y espada CARNAGE, y me parece que en casi todos sus intentos (salvo La Novena Puerta) ha salido airoso y vencedor. Si en su anterior película ya optaba por una estructura narrativa teatral, cronológica, claustrofóbica y densa, en La venus de las pieles lleva este concepto a la enésima potencia. Basada en un brillante texto que ha sido un éxito en los escenarios de Nueva York, la película resulta sorprendente, distinta, arriesgada y valiente. Una apuesta por el placer de intentar no adocenarse en la auto indulgencia del ego desmedido y luchar por crecer como creador y como artista. La tensión y el tempo narrativo de esta curiosa historia de una audición teatral por parte de un director de renombre a una desconocida actriz, es cortante como las aristas de un cuchillo de carnicero recién afilado. La pulsión entre los dos personajes es magistral, y adelantarse a los acontecimientos yo diría que es imposible. La interpretación de Emmanuelle Seigner es la bomba, es toda una revelación verla llevar el peso de la película, pues es su personaje el que lleva la voz cantante, la dominatrix de este osado experimento, de este juego peligroso entre lo real y lo falso, lo onírico y lo veraz. Todas las obsesiones de Polanski están aquí concentradas en la tela de araña que una vez más teje con su sentido del humor perverso y maligno, haciendo que te lo pases bomba con unos actores que también dan la impresión de haber disfrutado de lo lindo. No es una obra maestra, pero servidor la recomienda.
La Venus de las Pieles se estrena mañana, 31 de enero
