Laia Estruch: la seducción de las voces esculpidas

La artista Laia Estruch (Barcelona, 1981) se apoya en el cuerpo y en construcciones escenográficas para explorar la voz como escultura sonora.

Más allá de las técnicas vocales convencionales, Laia Estruch desafía patrones y desentierra sonidos. Al gritar como un pájaro, silbar, vibrar o reverberar sin palabras, construye paisajes tonales con estructuras que alteran su cuerpo y desafían los límites del espacio. En esta entrevista nos sumergimos en la fascinante trayectoria de Laia.

Foto de portada: “Trena” en el MNAC, Barcelona. Foto: Roberto Ruiz

Laia Estruch: la seducción de las voces esculpidas“Moat 1”. Antic Teatre, Barcelona. Foto: Alessia Bombacci

Artista y más

Defínete en una frase.

Laia Estruch: Soy una artista dentro del arte contemporáneo, enfocada en la investigación y práctica de la escultura atravesada por la performance, vinculada a la experimentación vocal.

¿Cómo es tu rutina diaria?

Laia Estruch: Trabajo a tiempo completo en la farmacia de mi madre desde el inicio de la COVID, antes trabajaba a media jornada. Esta temporada ha sido la más intensa de mi carrera, equilibrando turnos para mis proyectos artísticos. Recientemente, comencé a dar clases en Bellas Artes y en la escuela Eina de Arte y Diseño, relacionada directamente con mi práctica artística. Mi arte abarca diversos contextos, desde el arte contemporáneo hasta las artes escénicas experimentales y festivales de poesía, con solos de voz como poesía fonética.

Laia Estruch: la seducción de las voces esculpidasRetrato Laia Estruch. Foto: Javi Fernández

Entonces, ¿cómo enfrentas un trabajo y tu proceso creativo?

Laia Estruch: Estoy constantemente conectada con mis ideas. Los ratos libres se destinan a resolver conceptos y a la creación.

¿Siempre quisiste ser artista?

Laia Estruch: Aunque no provenía de una familia de artistas, mi necesidad de comunicar de manera distinta me llevó al bachillerato artístico, junto con una amiga, decidí probar, después pasé las pruebas de acceso a Bellas Artes. Este camino se ha convertido en mi profesión, un lugar donde todo converge, viviendo, pensando, transmitiendo y creando, una forma de entender y abrirme al mundo.

Laia Estruch: la seducción de las voces esculpidas“Residua”. Galería Ehrhardt Flórez, Madrid. Foto: Jonás Bel

¿Cuáles son tus fuentes de inspiración y cómo materializas tus ideas?

Laia Estruch: Sigo una investigación sobre la escultura como lugar escénico. Mi inspiración viene de la escenografía, creando esculturas que son al mismo tiempo, una escena, intérpretes, guiones, instrumentos y archivos. Estos cuerpos, con movimiento y voz, establecen diálogos conmigo. Mi proceso materializa la investigación en piezas escultóricas a través de la práctica, la producción y la búsqueda de materiales.

Laia Estruch y la voz

La voz juega un papel muy importante en tu carrera. ¿Por qué?

Laia Estruch: Exploro la conexión esencial entre la voz y la escultura, extrayendo sonidos de las obras y mi cuerpo. La inspiración surge de estas resonancias y amplío perspectivas mediante conversaciones y lecturas. Actualmente, me sumerjo en el aliento, el aire y las tuberías, explorando la voz como un canal. Mi enfoque vocal, auténtico y no virtuoso, busca cuántas voces podemos generar sin artilugios, archivando este proceso a lo largo del tiempo. Este aprendizaje autodidacta gestiona el aire, la fuerza y la resistencia, forjando una gimnasia vocal sin raíces en la formación lírica tradicional.

Laia Estruch: la seducción de las voces esculpidas“Ganivet”. Fundació Joan Brossa, Barcelona. Foto: Eva Carasol

Sabemos que la voz es un instrumento, tú vas más allá y dices que es un material…

Laia Estruch: La voz es para mí un material crucial. La considero como cuerpo efímero que nace y muere con cada respiración. Es el cuerpo performativo por excelencia, marcado por su duración limitada. Esta perspectiva vocal impulsa toda mi práctica escultórica, sirviendo como motor para explorar temas y materialidades. Actualmente me enfoco en las flautas, canalizando el aire hacia otros cuerpos. Mi obra más reciente, “Trena”, aborda la deslocalización del cuerpo y las voces del visitante, invitando a desaparecer en la ciudad y el museo ingresando en el cuerpo de la pieza, que se convierte en un personaje, una criatura.

Laia Estruch y el cuerpo

¿Y sobre el movimiento de tu cuerpo?

Laia Estruch: Soy apasionada del trabajo físico, practico deportes y tengo formación en ballet, danza contemporánea y jazz. Esta experiencia me brinda conciencia corporal, un elemento clave en mi práctica artística. La resistencia y la comprensión de la fisicalidad son fundamentales para abordar los movimientos en mi trabajo.

Laia Estruch: la seducción de las voces esculpidas“Ganivet”. Fundació Joan Brossa, Barcelona. Foto: Eva Carasol

¿Cómo es tu proceso de trabajo?

Laia Estruch: En mis grandes piezas, adopto un enfoque colaborativo y cuerpo a cuerpo, concebidas como estructuras y escenografías que requieren planificación meticulosa. Trabajo con un equipo de profesionales que construyen escenografías para teatro. Estas obras incorporan un enfoque industrial, contando con equipos de industriales, y entre todos garantizan la seguridad y el funcionamiento.

Esculturas transitables

La sensación del pasado verano ha sido “Trena”, cuéntanos más.

Laia Estruch: “Trena,” inicialmente concebida con tres tubos trenzados para que el público transitara, debió ser modificada por razones de seguridad, permitiendo el acceso solo a un tubo reforzado. La combinación de hierro y plástico inflable marcó una novedad en mis obras, con la colaboración de ingenieros para su construcción. La pieza incluía una canción cada hora, creada a partir de mi voz transformada en flautas con la colaboración del músico Xavi Lloses. La estructura con altavoces proporcionaba una experiencia sonora única, generando cambios perceptuales en la sala y la propia estructura.

Laia Estruch: la seducción de las voces esculpidas“Trena”. MNAC, Barcelona. Fotos: Anna Fàbrega

Experiencia inmersiva

Háblanos de ese impacto en la percepción del espectador.

Laia Estruch: “Trena” buscaba brindar una experiencia inmersiva al permitir al público transitar la estructura mientras experimentaba con música y sonidos ambientales distorsionados. La pieza tenía como objetivo desorientar y desafiar la percepción del espacio, convirtiendo la estructura en una entidad viva que respiraba con cada entrada y salida del público. La interacción no se limitaba a lo visual y auditivo, sino que abarcaba aspectos como temperatura, luminosidad y sonoridad. La entrada y salida por la membrana se asociaba a partes sexuales del cuerpo animal, añadiendo capas performativas, entendidas como entrada y salida de escena, compartiendo el escenario y mi investigación con el público.

En 2021, fuiste galardonada con el “Premi Ciutat de Barcelona” por “Ganivet”, desafiando el principio de que una obra de arte no se pueda tocar.

Laia Estruch: Este proyecto se desarrolló en la Fundación Joan Brossa, permitiendo al público subir a la obra en dos ocasiones estando yo presente. Además, hice talleres y colaboraciones con escuelas para involucrar a estudiantes en la experiencia artística. En línea con mi enfoque participativo, en la serie de playgrounds “Moat” facilitó talleres con niñas/os con autismo. Estas experiencias muestran un compromiso continuo de abrir mis obras al público como se evidencia en “Kite” y “Trena”.

Laia Estruch: la seducción de las voces esculpidas“Ganivet”. Fundació Joan Brossa, Barcelona. Foto: Eva Carasol

Laia Estruch: la seducción de las voces esculpidas“Trena”. MNAC, Barcelona. Foto: Anna Fàbrega

Además, haces piezas muy grandes.

Laia Estruch: Mis obras van más allá de instalaciones, son escenografías y paisajes que fomentan la experimentación. “Ganivet” se manifestaba como un péndulo, un paisaje repetido que se balanceaba, convirtiéndose en un enorme tambor, generando desequilibrio y mareo al transitarlo. Esta obra site-specific se ajustaba perfectamente al espacio, las puertas de la sala eran las que proporcionaban acceso a la instalación. “Residua” explora dos ondas, toboganes, ascensos y descensos, requiriendo máxima concentración para evitar caídas. Estas piezas son de gran envergadura porque se adaptan al espacio, formando paisajes únicos para la acción y la experimentación.

Futuro

¿Hay alguna práctica nueva que te gustaría probar?

Laia Estruch: En mi carrera, he mantenido la documentación en segundo plano, mostrando escasos registros en exposiciones. He trabajado en la edición de artistas en diversos formatos sonoros como CD, vinilo de 7” y casete. Busco perfeccionar este enfoque e explorar la producción de un disco. Con experiencia en colaboraciones musicales, deseo lanzar un álbum que capture mi trabajo vocal abstracto, aspirando a ingresar al ámbito musical y participar en festivales.

Laia Estruch: la seducción de las voces esculpidas“Tanc”. Piscinas Picornell, Barcelona. Foto: Victòria Mata

Y para acabar, ¿en qué andas?

Laia Estruch: Actualmente, participo en el proyecto “Aguas Vivas” de la Fundación Carasso, centrando mi enfoque en tres fuentes y explorando la relación entre el agua y su voz. Mi objetivo es articular tres voces del agua, tratándola como un ente sonoro que da forma a ritmos y compases. Este proyecto se integra con el paisaje de Llanos de Penagos (Cantabria), colaboro con Concomitentes y con la comunidad local.


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Laia Estruch: la seducción de las voces esculpidas“Ocells perduts (Pájaros perdidos)”. Vistas de la expo Apuntes para un incendio de los ojos en el MACBA de Barcelona. Foto: Miquel Coll

Laia Estruch: la seducción de las voces esculpidas“Kite”. Foto: Anna Fàbrega

Laia Estruch: la seducción de las voces esculpidas“Croll”. Foto: Anna Fábrega

Laia Estruch: la seducción de las voces esculpidas“Moat 1”. Antic Teatre, Barcelona. Foto: Alessia Bombacci

Laia Estruch: la seducción de las voces esculpidas“Trena”. MNAC, Barcelona. Foto: Anna Fàbrega

Laia Estruch: la seducción de las voces esculpidas“Trena”. MNAC, Barcelona. Foto: Anna Fàbrega