Hoy nos despertamos con el instagram de YSL borrado, solo habían dejado una foto: el retrato de su nuevo director creativo, Anthony Vaccarello
Bueno, en realidad no es que lo primero que hagamos al despertar sea mirar el Instagram de YSL, ni mucho menos, sino que lo leímos en una de las muchas newsletters a las que estamos suscritos, en concreto la de Business of Fashion. Lo digo para que quede claro que los medios informan más que las redes. El caso es que habían borrado el instagram de YSL, no sé si han hecho lo mismo con el resto de las redes sociales, no me voy a molestar en mirarlo, ni si han limpiado los restos de Hedi Slimane en la web de la marca, o si también han vaciado las tiendas y escaparates. Supongo que no, por lo tanto este gesto me parece una tontería. Infantil.
La moda vive una especie de crisis de identidad desde hace años. Desde el momento en que los grandes nombres de la moda del siglo 20, los creadores de marca, comenzaron a desaparecer, algunos biológicamente y otros porque sus firmas fueron compradas por algún grupo. En su lugar fueron apareciendo otros diseñador. Jóvenes talentos en algunos casos, y en otros, profesionales de la moda que van de casa en casa y tiro por que me toca. Hasta ahí todo tiene su lógica, siempre se ha dicho que lo más difícil en el mundo comercial es crear una marca. Así que mejor fichar a un nuevo director creativo, que dejar morir la marca. Pero esto tiene sentido si hay una identidad de marca, si esta se reinventa cada 2 por 3, ¿no sería mejor crear marcas nuevas para no confundir al cliente? Ahora John Galliano hace Maison Margiela y Galliano lo hace Bill Gaytte, por dar algún ejemplo. Y estas paradojas se darán cada vez más en la medida que los grandes grupos de lujo siguen fichando talentos para las marcas de toda la vida y además les compran una participación en sus propias marcas, que además todas se llaman con el nombre del diseñador. Así que un día podría pasar que Raf Simons diseñe Marc Jacobs, y que Marc Jacobs haga Jonathan Anderson, y que este haga Raf Simons. ¿No es absurdo?
Lo lógico para que la moda no se convierta en un manicomio lleno de diseñadores y marcas con crisis de identidad es que si un grupo ficha, por ejemplo, a Slimane pues que cree la marca Hedi Slimane, si ficha a Anthony Vaccarello pues que cree la marca homónima. Así no pierden el tiempo en tonterías como borrar el Instagram, se crean una cuenta nueva y punto. Y luego el funcionamiento sería como el de la industria discográfica. Firmas un contrato por un periodo de tiempo, te obligan a sacar x colecciones al año, a atender a los medios periódicamente… y ya está. Cuando se termina el contrato ya ves si renuevas o te vas a otro grupo. La moda sería más dinámica y más lógica.
Pero no, la industria de la moda de lujo prefiere funcionar como los clubes de fútbol. Es decir, la política de fichajes mediáticos. El club sigue siendo el mismo aunque cambien los jugadores y el entrenador. Pero esto funciona muy bien en entidades deportivas, no tanto en moda. ¿Por qué?
– Los clubes de fútbol conservan sus señas de identidad por mucho que cambien los jugadores y los entrenadores. En la moda ya vemos que esto no sucede.
– La afición no se cambia de club cuando cambian al entrenador o fichan a otro portero. Ni tan siquiera si su club baja de categoría. La afición es fiel. Una vez que decides ser de un equipo de fútbol cuando eres pequeño eso ya no lo puedes cambiar ni aunque lo intentes. Se crean unos vínculos emocionales irrompibles, cosa que muy pocas marcas han conseguido. Menos las de moda.
– Los clubes de fútbol no tiran a la basura todos los trofeos ganados ni tan siquiera cuando nombran a un nuevo presidente. No hacen esas tonterías que hace la moda ahora.
– La afición de un club está dispuesta a poner dinero de su bolsillo antes de que su club desaparezca. Lo hemos visto durante estos años de crisis económica. Eso sería impensable en el mundo de la moda. Ni tan siquiera una fashion victim sería tan altruista.
No te creas, los clubes de fútbol también han copiado a la moda. Una gran fuente de ingresos para ellos es la venta de camisetas. Sin embargo, la moda todavía no ha conseguido vender entradas para sus shows. Quizás algún día lo consiga. Pero primera tendría que incorporar el mundo de las apuestas. Eso sí que sería una revolución. ¿Te imaginas? 5 a 1 que la próxima colección de fulanito -no me atrevo a decir marcas- va a ser una mierda. O 7 a 3 que apuestan por las transparencias o tal color. Que apuesten por eso y que se dejen de tonterías. Aunque no sé, ¿te imaginas desfiles todos los domingos? Qué pesadilla.
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Arriba: Publicidad de Saint Laurent Paris bajo la dirección creativa de Hedi Slimane (2013-2016)
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Arriba: Publicidad de Yves Saint Laurent bajo la dirección creativa de Stefano Pilati (2005-2012)
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Arriba: Publicidad de Yves Saint Laurent Rive Gauche bajo la dirección creativa de Tom Ford (1999-2004)
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Arriba: Publicidad de Yves Saint Laurent Rive Gauche bajo la dirección creativa de Alber Elbaz (1998-1999)
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Arriba: Publicidad de Yves Saint Laurent Rive Gauche durante los años 80 y 90
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