Entrevistamos a Laura López Paniagua, comisaria de “Loving the Alien” una de las exposiciones de la temporada en La Casa Encendida.

A partir del próximo viernes 2 de febrero podremos visitar “Loving the Alien”. Una interesante exposición colectiva en torno a la idea de otredad. En ella podremos ver obras de cuatro artistas de gran prestigio internacional como Sandra Mujinga, Ovartaci, Mari Katayama y Anne Duk Hee Jordan.

Imagen superior: “Bystander #014”, Mari Katayama. 2016. ©Mari Katayama

Anne Duk Hee. “Brakfesten”

“Loving the Alien”, comisariada por Laura López Paniagua para La Casa Encendida, supone una oportunidad para reconsiderar los límites de nuestros cuerpos. Reflexionar sobre la alteridad e imaginar posibles metamorfosis a través de las propuestas artísticas de Sandra Mujinga, Ovartaci, Mari Katayama y Anne Duk Hee Jordan. Inspirada en la idea de alteridad contenida en la palabra “alien”, que engloba significados tales como extraterrestre, extranjero, desconocido o forastero; “Loving the Alien” plantea cuestiones sobre los marcos que definen los límites entre Yo y el Otro.

“The Approach”, Sandra Mujinga. Croy Nielsen Gallery. Venice Biennale. Photo: Michael Brzezinski

La ecología, el género y la identidad son entendidos como constructos de la división social, el aislamiento de la naturaleza y el odio generado en nuestro interior cuando algo no se ajusta a la norma. De tal manera, “Loving the Alien” muestra las diferentes estrategias llevadas a cabo por las cuatro artistas propuestas para crear cosmologías alternativas que integran, celebran y aprecian esta alteridad.

Shell”, Mari Katayama. 2016. ©Mari Katayama

A modo de homenaje al artista David Bowie, quien a lo largo de su carrera jugó con la complejidad de la palabra alien presentándose a sí mismo como un extraterrestre glamuroso. Eexploraba mundos de fantasía a la vez que reflexionaba sobre cuestiones en torno a la alteridad, la exclusión y la contracultura. Charlamos con Laura López Paniagua para que nos cuente más.

El tema “Loving the Alien” de David Bowie se manifestaba contra la religión en general y más en particular contra el cristianismo. ¿Contra qué se manifiesta la exposición “Loving the Alien”?

Laura López Paniagua: “Loving the Alien” se manifiesta contra nuestros prejuicios individuales y colectivos o “xeno-fobia”, entendida ésta no solo como odio a los extranjeros, sino como hostilidad a todo lo que sale de nuestra zona de confort. Por eso no tradujimos el título: aparte de homenajear a Bowie, queríamos jugar con los múltiples significados que engloba “alien” en inglés, que van desde forastero y ajeno, a outsider o marginado social.

Como hizo Bowie, esta exposición utiliza el telón de fondo de la ciencia-ficción para afrontar temas del presente, que en este caso serían cuestiones como el auge de la extrema derecha en Europa y Estados Unidos, que siempre busca construir un “otro” terrible para crear cohesión política.

Ovartaci

“Loving the Alien” también refleja el cambio de paradigma social, especialmente entre la gente más joven, en el que se busca mirar más allá de nociones fijas de identidad y género, y en el que se está replanteando la relación entre humanos y naturaleza. En términos generales, el “otro” es un espejo de nuestros prejuicios y valores. El reto no es tolerar su diferencia, sino “amar su otredad”, es decir, lo que en él nos resulta extraño, ajeno o incluso abyecto. Amar lo que en el otro, o lo que en mí mismo, es inaceptable es lo que nos cambia verdaderamente, lo que nos hace “saltar de dimensión”, por así decir.

Anne Duk Hee. “Atmospheres of Breathing”

Las cuatro artistas que reúnes en esta exposición plantean discursos muy diferentes unidos  por ese sentido de “alien” al que hace referencia el título. Háblanos sobré que caracteriza a cada artista y las encuadra dentro de esa definición.

Laura López Paniagua: Efectivamente, las cuatro artistas tratan el tema de la alteridad desde ángulos muy diferentes. Dos desde una perspectiva quizá más sociológica, y las otras dos, más psicológica. La obra de Sandra Mujinga se inspira en el afrofuturismo, la ciencia ficción y el pensamiento poshumanista para reflexionar sobre el cuerpo y las relaciones de poder históricas que éste encarna. Los gigantes “alienígenas” de sus esculturas “Reworlding Remains” (2021) y “Sentinels of Change” (2021) parecen fantasmas que se manifiestan para contar las historias que la amnesia colonialista borró, pero que pese a ello, nunca dejaron de estar entre nosotros.

Anne Duk Hee Jordan utiliza medios como la escultura y el vídeo para reflexionar sobre cuestiones en torno a la ecología, ciencia y mitología.

Los vídeos “Unruhig bleiben / Staying with the Trouble” (2019) y “Brakfesten / La Grande Bouffe” (2022, en colaboración con Pauline Doutreluingne) podrían describirse como fábulas de hibridación y simbiosis. Invitan a reconsiderar en qué extrañas criaturas debemos transformarnos para seguir viviendo en un planeta en crisis.

“Bystander #023”, Mari Katayama. 2016. ©Mari Katayama

Las obras de Mari Katayama y Ovartaci afrontan el tema del “alien” desde una perspectiva más psicológica. Ambas exploran la complejidad de la identidad, o identidades, que habitan dentro de nosotros mismos.

Katayama se fotografía rodeada de cosas que ha confeccionado y coleccionado ella misma.  A menudo replicando partes de su cuerpo, que aparecen decoradas con cristales, perlas, o textiles. Nacida con un trastorno congénito, decidió que le amputaran las piernas cuando era niña y usó prótesis desde entonces. Su trabajo interroga especialmente la relación entre la identidad y el cuerpo, y cómo ésta la define la mirada propia y del otro.

Por su parte, las esculturas, cuadros y dibujos de Ovartaci están ligados a la historia de su propia vida. Nacida hombre, pasó a ser mujer a principios de los años 50; pero se presentó como hombre de nuevo en los últimos años de su vida. Desde su habitación del hospital psiquiátrico de Aarhus-Risskov (Dinamarca) viajó a través de su arte a infinitas dimensiones temporales, históricas y psicológicas que atestiguan su exploración del género y de la identidad en general.

Anne Duk Hee. “Brakfesten”

De las diferentes propuestas me interesa particularmente la idea de simbiosis y metamorfosis, bien sea con la propia naturaleza, con la tecnología o con los animales, vista en la obra “Staying with the Trouble” de Anne Duk Hee Jordan. ¿Crees que realmente el futuro será tan parecido a algunos de los planteamientos expuestos por Donna Haraway?

Laura López Paniagua: Entiendo que la idea de cruzarnos con otras especies no humanas y hasta “no vivas” para hacer tribus que “vivan en el humus”, es poética, es una inspiración para hacernos pensar. Creo que forma parte de su idea de storytelling: que debemos crear nuevas historias, nuevos mitos fundacionales que nos cuenten cómo es el mundo, porque los relatos que definen los valores y orientan las acciones de nuestra sociedad han demostrado ser peligrosos y pueden llevarnos a la extinción. Es muy interesante cómo Anne Duk Hee Jordan toma a Haraway como punto de partida para crear estos nuevos “mitos”.

Efectivamente, parece vital replantear la relación entre seres humanos y naturaleza. Entendiendo que son la misma cosa, que no son entes diferenciados, podemos los humanos asumir que dañar el entorno es dañarnos a nosotros mismos.

“Reworlding Remains”, 2021, Sandra Mujinga.  Croy Nielsen     

Las obras de Sandra Mujinga “Reworlding Remains” (2021) y “Sentinels of Change” (2021) también exponen ficciones especulativas vinculadas al pensamiento poshumanista y a la hibridación cyborg, que la misma Mari Katayama incorpora en su propia vida y en su obra a través de sus propias prótesis. ¿No te parece que esta hibridación cyborg será pronto algo frecuente teniendo en cuenta los avances de la inteligencia artificial?

Laura López Paniagua: Creo que ya somos cyborgs. Tenemos gran parte de nuestra memoria y otras funciones exteriorizadas en nuestros portátiles, smartphones, a cuyo uso ya estamos totalmente adaptados, y eso es solo un ejemplo. Todavía no hemos llegado a implantarnos el chip de Neuralink, pero no creo que estemos muy lejos de ello.

Quizá nuestra única alternativa para sobrevivir como especie sea la hibridación cyborg, dado que la singularidad parece cada día más cerca. No hay más que escuchar a los propios creadores de IAs como ChatGPT para entender que éstas suponen un importante riesgo existencial potencial para los humanos.

Hay que pensar que las redes neuronales se están desarrollando y aprendiendo de manera exponencial. Pero mientras que su evolución está siendo vertiginosa, su ética en el sentido humano no se ha desarrollado. Vivimos una época muy fascinante en la que hay que desarrollar mucho pensamiento para afrontar esta situación sin precedentes en la historia. Por ello, una obra como la de Mari Katayama resulta muy interesante para reflexionar sobre identidad en el contexto de la posible consciencia de la IA y de los cuerpos físicos y virtuales.

“Just one of those things”, Mari Katayama. 2022. ©Mari Katayama

La idea de identidad  y autorrepresentación con el fin de conseguir la aceptación social y personal resuena en todo el recorrido de “Loving the Alien”. Observamos que en las actualidad los asuntos de género siguen causando conflicto interno y externo, tal y como podemos ver representado en la exposición con Ovartaci. ¿Crees que, a pesar de todo, la identidad continuará siendo el mayor desafío al que la sociedad del futuro tendrá que enfrentarse?

Laura López Paniagua: Es cierto, la identidad es uno de los hilos conductores más importantes de esta exposición. Porque es el límite que define qué es propio y qué es ajeno o “alien”. No se me ocurre un tema más universal. Es una preocupación fundamental que se origina en ser criaturas auto-conscientes: yo me puedo desdoblar y preguntarme quién soy, y quién debo ser en un sentido moral. Preguntas que los seres humanos se han planteado siempre de modos distintos según el Zeitgeist.

Anne Duk Hee. “Atmospheres of Breathing”

Posiblemente, uno de los factores que más haya influido en cómo hoy nos planteamos la identidad está en el psicoanálisis. Cómo este nos muestra que hay partes de nosotros mismos más allá de nuestra racionalidad, y que quizá desconocemos.

El rechazo contemporáneo a las nociones fijas de identidad y género están relacionadas con los logros de décadas de lucha por los derechos civiles y el feminismo. Pero a la vez que esto sucede, toman fuerza corrientes anti-inmigración, anti-aborto, y pro-valores tradicionales. Y a su vez, como decíamos, irrumpe con fuerza la ineludible realidad de la IA: ¿es consciente de sí misma? ¿Tiene identidad? ¿Cómo afecta a la identidad humana? Hace veinticinco años, el crítico cultural Diedrich Diederichsen hizo en Berlín unas jornadas de conferencias y performance musicales a las que llamó “Loving the Alien” (lo descubrí investigando para esta exposición y por ello, lo invitamos a escribir en nuestro catálogo). Habrá que ver si en un cuarto de siglo se hace otro “Loving the Alien” y cuáles son las conclusiones entonces.

Ovartaci

“Loving the Alien” podrá visitarse del 2 de febrero al 28 de abril en las salas B y C de La Casa Encendida. Más información aquí.