Líneas de Fuga, la novela negra y blanca de Mario Canal

Mario Canal publica su primer libro, “Líneas de Fuga”. Una novela negra y blanca, con antihéroes oscuros y angelicales, crímenes y kilos de cocaína. Las 2 caras del Y2K en el Madrid de comienzos del siglo XXI visto desde otra perspectiva, fuga y redención.

Aunque no hubiera publicado una novela como tal hasta la fecha, Mario Canal (Madrid, 1974) ya era escritor. Habitual en los equipos de redacción de medios tan dispares como El País Semanal, Harper’s Bazaar, Neo2, Gentleman o Colors, también ejerció el puesto de redactor jefe en las revistas Vanidad, WAD y Madriz. Actualmente escribe de arte en el suplemento cultural La Lectura de El Mundo, y acaba de colaborar en el desarrollo de un guión para Alex Pina y Netflix. Así es como él mismo se presenta. “periodista, gestor cultural y guionista”. Un hombre multicanal, Mario Canal+ que ahora se estrena como novelista con “Líneas de Fuga”.

 

Arriba; Mario Canal en el parque de El Retiro de Madrid. Foto: Hugo de la Rosa

Líneas de Fuga, la novela negra y blanca de Mario CanalPortada del libro de Mario Canal “Líneas de Fuga” editado por Libros de la Caverna.

Sobre “Líneas de Fuga”

Líneas de fuga es una novela de Mario Canal. Una historia coral y urbana en tono de novela negra sobre el caos que se genera cuando las personas intentan fugarse de sí mismas, pero lo único que consiguen es arruinar la vida de quienes les rodean.

En la insaciable satisfacción de sus impulsos, casi todos los personajes oscilan entre la autodestrucción y el instinto de supervivencia llevado al extremo. Estrategias de huida que acaban desatando conflictos de consecuencias dramáticas. Simbólicamente, la droga y el dinero son instrumentos ilusorios que prometen y destruyen toda posibilidad de redención.

Líneas de Fuga, la novela negra y blanca de Mario Canal

En el centro del argumento encontramos a tres jóvenes diletantes que podían haber disfrutado de una existencia ideal, ven cómo, y sin embargo ven avaporarse sus oportunidades vitales al llegar a la edad adulta. La toma de malas decisiones y la impostura de identidades distorsionadas, acabarán arrinconándolos contra la violencia y la nada. En definitiva, un retrato generacional de comienzos del siglo XXI, cuando una juventud indolente y nihilista se da de bruces contra el nuevo siglo.

En contraposición, la comunidad de supervivientes que pulula por las plantas superiores del Bar Amador compone un paisaje marginal de gran humanidad. Un espacio de evasión para los protagonista que sin embargo es un callejón sin salida para quienes allí viven.

Líneas de Fugas lo puedes adquirir online en la web de la editorial

Líneas de Fuga, la novela negra y blanca de Mario Canal

Entrevista de 13 preguntas para Mario Canal sobre su primera novela: Líneas de Fuga

Me lo perdí. Creo que la presentación del libro fue la bomba. Estaba todo Madrid de los 90. ¿Cómo fue el reencuentro?

Fue muy bonito. Al haber vivido muchos años fuera, cuando me puse a invitar a gente me di cuenta que las personas a las que más me apetecía ver eran las que conocí a finales de los 90 y principios de los 00, antes de irme a Francia, y se han mantenido hasta ahora en el privilegio de mis afectos. Como uno de los escenarios principales de la novela es un bar, quise recrear el ambiente de familiaridad y calidez que se da en ese tipo de locales, en los bares de barrio que ya casi han desaparecido en el centro de Madrid. No quería hacer una presentación convencional, ni hablar de la novela, ni promocionar nada, solo ver rostros amigos, disfrutar del momento y de ese rencuentro. Compartir espacio, tiempo e historia.

Líneas de Fuga: “hace referencia a la forma en que muchos de los personajes intentan huir de sí mismos, escapar de sus propias vidas, de su propia piel. Y, bueno… muchos hemos buscado la evasión inhalando líneas de substancias tóxicas. ¿No?”

¿Por qué el título “líneas de fuga”?

Me gustaba el planteamiento visual de esa expresión, como de un paisaje que se proyecta a sí mismo hacia el infinito siguiendo determinadas líneas esquemáticas. Además, hace referencia a la forma en que muchos de los personajes intentan huir de sí mismos, escapar de sus propias vidas, de su propia piel. Y, bueno… muchos hemos buscado la evasión inhalando líneas de substancias tóxicas. ¿No?

Líneas de Fuga, la novela negra y blanca de Mario Canal

El mundo underground de las drogas y su malditismo forman parte del mood de toda la novela. ¿Nunca se puede sacar algo positivo de las drogas? Una amiga yonqui de los 80 me comentó una vez que el caballo le había quitado mucho, pero que también gracias a él había conocido a gente que para ella eran iconos de la cultura. ¿Qué opinas?

Es cierto que me detengo en una fase bastante decadente del arco de adicción de los personajes, que ya han dejado atrás los momentos de consumo más luminosos. Quizás tenga que ver con huir de la idealización de ese malditismo que comentas, narrar una visión del consumo de drogas más fría y racional, en la que las consecuencias de ese estilo de vida pasa factura a quienes decidieron existir más allá de los límites y las convenciones. Remite al mito de Ícaro.

En este caso, la droga es la manera más evidente en la que algunos de los personajes ceden a sus pulsiones, a sus miedos, a sus deseos, pero es algo que sucede a casi todo el mundo de una forma u otra en la novela. Todos obedecemos a instintos que generan más o menos compulsiones en nuestra forma de relacionarnos con lo que nos rodea y las emociones que nos habitan. Las drogas son una forma de automedicarse. Y también de comunión con otras personas.

Respecto a si tienen algo positivo, creo que solo si mantienes una relación de equilibrio, como con casi cualquier cosa. El problema llega siempre cuando se genera un hábito incontrolado. Desde ese momento, casi todo es opaco aunque sigan dándose destellos de libertad y belleza que buscas una y otra vez, hundiéndote cada vez más en la miseria. También te digo que he conocido lugares, personas y estados anímicos que han posibilitado la escritura de esta novela, por ejemplo. Eso es positivo.

Líneas de Fuga, la novela negra y blanca de Mario Canal

Sabiendo lo que sabemos, ¿por qué el malditismo sigue siendo tan atractivo?

El malditismo se desarrolla en universos marginales a los que se accede si pagas un precio muy alto, normalmente. No todo el mundo quiere o puede hacerlo y se produce una cierta exclusividad en la pertenencia a ese club. El malditismo es una atribución exterior. Si te percibes a ti mismo como maldito, eso es impostura. Una cuestión de vanidad.

Mario Canal: “Pues te diré que soy todos los personajes de la novela y en todos he diluido algo, ya sea biográfico o emocional”

Una de las cosas más fascinantes de leer un libro que ha escrito alguien que conoces es intentar buscar al autor en los distintos personajes. ¿En qué personajes puede encontrar el lector a Mario Canal?

Pues te diré que soy todos y en todos he diluido algo, ya sea biográfico o emocional. Igual que en todos hay cosas de amigos o gente real que he conocido. Puede que haya muchas cosas mías… quizás en Juan, que es el que más perdido está, y también en Ana, pero me gusta especialmente Larralde. Me gustaría parecerme más a él porque es el único que se mantiene estático en esa coreografía del caos en la que bailan todos los personajes. La construcción de la trama, las descripciones y el andamiaje psicológico de los personajes es lo que más he disfrutado.

Líneas de Fuga, la novela negra y blanca de Mario Canal

¿Cuáles han sido tus motivaciones para escribir este libro?

Escribir una novela era algo que tenía pendiente conmigo mismo.

“Ya no hay casi lumpen en el centro de las ciudades, al menos en el centro de Madrid… Quizás siga existiendo, y soy yo el que ya no está ahí”

La novela transcurre en el Madrid de finales de los 90. ¿Crees que habría muchas diferencias si se desarrollase en la actualidad?

Pues… ya no hay bares como los que describo en la novela. Hay una transformación demográfica en el centro de las ciudades en las que las capas más pobres han sido desplazadas hacia barrios excéntricos. Ya no hay casi lumpen en el centro de las ciudades, al menos en el centro de Madrid. En los 90, tanto Malasaña como Lavapiés –barrios en los que transcurre la novela– tenían comercios locales tradicionales, entre los que se abría paso una ciudad mucho más capitalista que ha acabado ocupándolo todo. Lo de la Gran Vía con todos esas tiendas de ropa y megacomercios es para echarse llorar. Echo de menos la cafetería que había en el sótano del Sepu, el Nebraska, el Manila, La Calesera. Los chaperos en el Bar Esla, en Espoz y Mina. El Madrid lumpen. Quizás siga existiendo, y soy yo el que ya no está ahí.

Líneas de Fuga, la novela negra y blanca de Mario Canal

Has estado un poco exiliado de Madrid, has vivido en París entre otras ciudades. ¿Cómo ves a Madrid ahora y cómo lo veías antes?

Antes la veía desde dentro y ahora la veo más desde fuera. Como casi todas las ciudades europeas se está convirtiendo en un centro comercial al aire libre.

Mario Canal: “Como casi todas las ciudades europeas, Madrid se está convirtiendo en un centro comercial al aire libre”

“Los bares son siempre antros de redención, siempre hay espacio para la compasión y la bondad cuando dos desconocidos se ponen a contarse sus penas”

Me he encontrado un artículo en El Mundo, del 2001, sobre el Bar Moreno (el Bar Amador de tu libro es el Bar Moreno, ¿no?). Y dice el artículo: “Allí se reúnen cada fin de semana, lo peorcísimo de cada casa. Y la cuestión no es que estén dentro del Bar Moreno hasta las tantas. El problema es el panorama que ofrecen a los transeúntes y vecinos en las aceras cercanas: peleas de borrachos, vasos y botellas rotas, orines y vómitos, gente inconsciente… “. El artículo se titula “Antros de perdición”. ¿Qué opinas de los antros de perdición? ¿Los hay de redención?

El Bar Moreno fue un sueño. Uno de esos lugares en los que he sido feliz porque el tiempo se detenía. No había reglas, podía suceder cualquier cosa. Todo lo que se pueda decir del Moreno es una exageración y también una verdad absoluta. Los bares son siempre antros de redención, siempre hay espacio para la compasión y la bondad cuando dos desconocidos se ponen a contarse sus penas. O se arrancan a navajazos.

Líneas de Fuga, la novela negra y blanca de Mario Canal

¿Por qué elegiste la editorial “Libros de la Caverna” o te eligieron ellos a ti?

Antonio de la Rosa conoció la editorial por una amiga suya, eché un vistazo y me gustó que fuese un proyecto independiente que trabaja al margen de las distribuidoras. El catálogo responde exclusivamente al interés del editor, que tiene un criterio muy sólido y solo publica lo que le gusta. Le envié el manuscrito y le encantó. Tanto Jorge Ruiz Abánades -a.k.a. el Niño- como yo, hemos conectado a la perfección. Tuve otra propuesta por parte de una editorial convencional, pero la decisión de publicar con Libros de la Caverna ya estaba tomada y no me arrepiento. El compromiso, respeto y profesionalidad del Niño son insustituibles.

Mario Canal: “Tuve otra propuesta por parte de una editorial convencional, pero la decisión de publicar con Libros de la Caverna ya estaba tomada y no me arrepiento”

¿Tienes más proyectos literarios en mente? ¿Continuas tu carrera periodística? ¿Dónde escribes ahora?

Pues estoy escribiendo sobre arte en el suplemento cultural de El Mundo –La Lectura–. Hace poco colaboré con Alex Pina -el creador de La casa de papel, etc.- en el desarrollo de su próxima serie. Y estoy dándole vueltas a una nueva novela, para la que estuve documentándome este verano… aunque no acabo de sentarme a escribirla.


“Los protagonistas hubiesen escuchado la música de VVV (Tripping’ you) en bucle mientras se asomaban a aquellos amaneceres plateados” Marío Canal

Respecto a tu faceta de comisario de arte, ¿qué proyectos tienes en la cabeza?

En febrero comisarío a un artista vasco, Karlos Martínez B., que presentará en Madrid sus últimas piezas en dos localizaciones diferentes. En Nadie Nunca Nada No y en Saloncito. En el País Vasco es más conocido, pero tengo muchas ganas de que su trabajo se vea aquí.

Siempre me salen 13 preguntas… ¿qué banda sonora le pondrías al libro?

Sin duda alguna, la música sería de VVV (Tripping’ you). Los protagonistas hubiesen escuchado su música en bucle mientras se asomaban a aquellos amaneceres plateados. He estado más de diez años sin escuchar nada música por decisión propia, y me he reconciliado con ella gracias a este grupo. Hacía mucho que no conectaba con un grupo como con ellos. Hay una frase en su canción Lluvias de Marzo que pensé incluir en el libro, a modo de preámbulo, “éramos tan felices, estábamos tan rotos”.