MARYLAND

VITAMINAS INTENSAS

Aunque así de primeras pueda parecer que trata sobre tener los pies fríos, la expresión que da nombre al segundo disco de Maryland, “Get Cold Feet” (Ernie Records, 2011), puede traducirse como echarse atrás, dejarse vencer por el miedo. A pesar de vacilaciones y titubeos, más allá del significado metafórico que quieran darle, en lo que respecta a su música los vigueses no tienen ni por asomo que dudar de su capacidad creativa. Sin desplegar nada nuevo que no hayamos escuchado antes -todo quede dicho- su propuesta aprueba por rotundidad indie, por energía vital, por una buena mano de estribillos brillantes y un sonido trabajado que oscila entre la energía del rock americano y la seducción dulce de numerosas melodías amplificadas. Incisivos, directos, categóricos… Casi siempre trotando entre medios tiempos que acaban irremediablemente en el centro de un remolino sónico… Producidos por Jaime García Soriano y masterizados por Alan Douches en Nueva York, Maryland despliegan todo su arsenal con matices powerpop desde el primer tema: “Atom Bomb”, “25 Springs”, “Red Boots”, “Lux”… Todas tienen algo de Fountains of Wayne, Australian Blonde, Nada Surf, Sexy Sadie… bandas en quien pueden reflejarse perfectamente y las cuales tienen ya muy cerquita. Manteniendo el listón alto en la escucha en casa, sin duda son carne de directo, de escenario, de goterón en primera fila con camisa de cuadros y de algún que otro pitido de oídos…  de esos de los que eres consciente cuando llegas a casa y, curiosamente, no te importa tener.

MARYLAND