MÁXIMO GONZÁLEZ, “SARRO”Estos días se puede visitar en la galería Valle Ortí de Valencia “Sarro”, exposición del artista mejicano Máximo González
Acumulados en el escaparate de la galería, unos cuantos globos terráqueos abren la exposición y funcionan como prologo de la misma. Se trata en efecto de representaciones cartográficas políticas, que hacen visibles las líneas imaginarias que delimitan la ascendencia cultural, económica y política de un país u otro, y es que Máximo González no retrata el mundo en su naturaleza, si no que representa la idea que del mundo tiene el hombre y los efectos, a menudo dañinos, de su manera de entenderlo.
El montaje de la exposición integra obras que, como los globos terráqueos ya expuestos en la instalación “Camino entre mundos”, proceden de diversos proyectos del artista argentino, es el caso de los tejidos realizados con las sobras de papel moneda resultantes de la producción de billetes mexicanos, que implican cierta crítica hacia el sistema económico y especulativo del país, pero la gran mayoría del material expuesto pertenece a la serie de esgrafiados, piezas de pequeño formato obtenidas a partir de una capa superficial de material oscuro que rasgada libera grafismos claros. De esta misma técnica viene el titulo “Sarro”, una palabra que lleva en sí una connotación negativa, la de un sedimento que corrompe y enferma, así como el paso del ser humano, en su marcha inconsciente impulsada por razone políticas y económicas, deja un rastro desolador.
En estas obras son representados paisajes conquistados por torres petrolíferas que suplantan la naturaleza, relegándola a lugares de sobrevivencia inesperados y subvierten sus reglas en juegos de sustituciones que originan ríos de petróleo y nubes de humos tóxicos.
Completan la instalación una serie de tirachinas, ramificados en arboles que nacen de la pared o colocados singularmente en los marcos de los esgrafiados. El uso de este objeto ambivalente, que es instrumento de agresión y a la vez juego de niños, habla de la dualidad de la conducta humana que, valiéndose de un derecho auto otorgado,  interviene de manera violenta y despreocupada en el entorno que lo rodea y que, tan ingenuamente, libera la acción de consecuencias.
Las creaciones de Máximo González responden a la necesidad de analizar las problemáticas sociales, económicas y políticas de la contemporaneidad y si bien se desarrollan a partir de una visión crítica, siempre se sirven de una estética distendida, en ocasiones naif, que lejos de ser feroz y descontrolada, da forma a un punto de vista sutil y razonado.

Hasta el 7 de enero de 2012 en la galería Valle Ortí de Valencia

MÁXIMO GONZÁLEZ, “SARRO”

MÁXIMO GONZÁLEZ, “SARRO”