
Patricia Urquiola explora la transformación constante en Meta-Morphosa con piezas que conforman su exposición más íntima.
La diseñadora asturiana presenta en Bélgica, en el CID de Grand Hornu, una exposición en la que implementa la técnica con la imaginación para plasmar el cambio continuo. Meta-Morphosa es un recorrido, en el que materiales, formas y relatos se transforman sin jerarquías ni límites.

Tantas posibilidades como mutaciones, así es Meta-Morphosa
Con la transformación en el centro del discurso creativo, Patricia Urquiola reúne en esta exposición una selección de proyectos desarrollados en los últimos cinco años que van más allá de la estructura física. Meta-Morphosa, que forma parte del programa de Europalia España, se presenta en el CID (Centro de Innovación y Diseño) de Grand-Hornu, en Bélgica. Su denominación apunta desde el prefijo meta a ir más allá de las líneas de cada objeto final. Se trata de una muestra que invita al espectador a poner el foco en las ideas, los procesos y las mutaciones que han atravesado las piezas desde la imaginación hasta convertirse en una realidad.


Objetos que reflejan las historias más personales de Patricia Urquiola
En este recorrido, la diseñadora asturiana propone una mirada abierta al proceso de cambio en su conjunto. Desde los materiales hasta la industria, pasando por la percepción individual de la belleza, los objetos evolucionan en un universo cambiante.
Meta-Morphosa se compone de piezas diversas con una fuerte carga expresiva. La exposición acoge mobiliario, textiles, alfombras y superficies que fusionan la artesanía con la tecnología, la tradición con la innovación, así como la experimentación con la sostenibilidad.


Seguir creando en un mundo que esta cambiando
Teniendo en cuenta esta premisa, Urquiola investiga el uso de materiales reciclados, residuos transformados y recursos más responsables. La diseñadora aborda un gran número de posibilidades creativas sostenibles que van desde la reutilización de plástico o lana hasta novedosas aplicaciones de madera, vidrio o mármol. De esta forma, da lugar a objetos más orgánicos y fluidos que cambian de estructura. Son piezas cuya estética está en constante evolución y pueden descubrirse en la exposición Meta-Morphosa.


De la imaginación a la exposición
Patricia Urquiola saca su lado más personal en Meta-Morphosa a través de una dimensión narrativa que roza la fantasía. Criaturas híbridas, referencias a organismos marinos, insectos o figuras con alas se perciben a lo largo del recorrido en alfombras, suelos o piezas de mobiliario. Estas creaciones diferenciales revelan el mundo interior de la diseñadora.
El itinerario artístico culmina en una sala que contiene, en el centro, un gran tapiz inspirado en el viaje de San Antonio por el desierto. Esta pieza, concebida como el núcleo íntimo del proyecto, representa de manera metafórica el aprendizaje y la transformación. A su alrededor, varios elementos iconográficos y una conversación con el filósofo Emanuele Coccia promueven la reflexión hacia una idea de cambio suave, inevitable y compartido por todas las formas de vida.

Una inquietud personal que se siente colectiva
La exposición aborda la transformación constante que atraviesa cada individuo de la sociedad. Desde lo más íntimo, Patricia Urquiola plantea en Meta-Morphosa un proceso universal. A través de sus creaciones invita al usuario a replantearse la forma de adaptarse al entorno y pone en valor la imaginación como motor para habitar la incertidumbre.