Cuatro modelos convertidas en fotógrafas, cinco colores infalibles y un denominador común: la gabardina. La campaña de primavera-verano 2017 de Marni se escribe en clave minimalista.
Amaranto, ‘beige’, tierra, lavanda y azul. Cinco colores son suficientes para pintar el lienzo que Marni prepara la primavera-verano 2017 y que ha mostrado al mundo con una campaña que destaca por sus aires ‘minimal’ (fondo blanco incluido) y por contar con la peculiaridad de que las modelos convierten al espectador en el protagonista de un interesante juego visual: son, a la vez, las fotógrafas y las maniquíes sobre las que se presentan las creaciones de la firma. Este juego permite al espectador generar una conexión visual entre todas las imágenes que forman la campaña.
Con la mirada como principal reclamo, la campaña -la primera de la era Francesco Risso después de que Consuelo Castiglioni se despidiera de la casa italiana el pasado octubre- propone una temporada repleta de ‘looks’ monocromáticos y prendas dotadas con grandes volúmenes, en la que la gabardina lleva la voz sonante (visible en hasta cinco colores en las imágenes de la campaña y en otros muchos a lo largo de toda la colección) y con una presencia de los bolsos en su vertiente más ‘maxi’, una declaración de principios de la nueva época que afronta Marni.
La campaña ha sido capitaneada por la fotógrafa Barbara Probst -conocida por incluir este juego visual en muchos de sus trabajos-, ha contado con Giovanni Bianco & GB65 al frente de la dirección de arte y ha sido producido por Sylvia Farago LTD Production. Con esta campaña, Marni va más allá de las meras imágenes de catálogo y refleja en solo tres instantáneas el aire minimalista que impregna la totalidad de la última colección diseñada por Castiglioni.