MONSTERS

¿QUIENES SOMOS REALMENTE LOS MONSTRUOS?

Todo aquel que crea que porque la ópera prima del británico Gareth Edwards, tenga un título tan breve y contundente como Monsters y un trailer que inevitablemente te lleva a pensar en la también ópera prima del sudafricano Neill Blomkamp, District 9, va a salir muy defraudado si lo que espera ver son agresivos extraterrestres intentando dominar el mundo, pues Monsters no es una película de acción, ni mucho menos de extraterrestres, aunque los tenga. Monsters es cine intimista en el que los extraterrestres son una alegoría sobre aquellos seres humanos que no viven en el lugar en que les vio nacer: los inmigrantes, y ante los que actitudes de países súper poderosos levantan barreras físicas, sociales y culturales que les llevan a la marginación y a un ostracismo que les acaba convirtiendo en seres tan extraños y terroríficos como estos extraterrestres. Siempre me ha parecido muy significativo que en inglés, la misma palabra que se utiliza para designar a los extranjeros, los que vienen de fuera, “alien”, se haya popularizado para referirse también a los extraterrestres.

MONSTERS

Monsters es una metáfora sobre la alienación de la vida contemporánea en la que impera una razón deshumanizada frente a la que no hay sitio para los sentimientos. Muestra de ello es el periodismo que practica el protagonista y que saca beneficio de guerras y desastres, pero que no es más que la consecuencia de nuestra neurótica y desequilibrada sociedad, que no prestaría atención a la fotografía de un niño feliz y sonriente, sino que sólo le interesa el sensacionalismo, las desgracias ajenas y las tragedias mundiales que puedan reivindicar la suerte que tiene de vivir como y donde lo hace. Monsters es una fascinante road movie que enfrenta a dos personajes opuestos: Scoot McNairy (Andrew Kaulder), un reportero estadounidense con esa típica arrogancia que le hace pensar que es obligatorio que alguien hable inglés fuera de su país, un oportunista, un mercenario de la información inmunizado ante las miserias ajenas, pero que se ve obligado a custodiar a la hija de su jefe, Whitney Able (Samantha Wynden). Prejuzgada como una niña consentida por el reportero, Whitney demostrará tener mucha más cabeza, corazón y disposición que él, no sólo porque se ha preocupado de aprender el idioma que habla la gente del país en el que se encuentra, sino porque es capaz de crear empatía con el dolor y las desgracias que le suceden a la gente de su alrededor, aunque no les conozca.

MONSTERS

Pareciera que Monsters fuera también una declaración de principios artísticos, estéticos y temáticos pues Gareth Edwards no sólo dirige un guión que también ha escrito, sino que es el responsable del diseño de producción, de la fascinante y bella fotografía y de la creación de unos efectos visuales que han sido premiados en el pasado festival de Sitges. Monsters es también una gran oportunidad para conocer el estimulante trabajo de Jon Kopkins, músico y compositor londinense que ha trabajado con Brian Eno, David Holmes o Coldplay, y que aporta su atmosférica música a la luz y los monstruos de Gareth Edwards. Toda una experiencia místico-sensorial… y sin gafas 3D.

“Monsters” se estrenó en cines el pasado 21 de enero.