La historia del workwear, o cómo pasó de ser simplemente “ropa de trabajo” a una de las tendencias de moda con más seguidores del siglo XXI
En realidad, cualquier uniforme laboral podría considerarse workwear. Desde el traje del cocinero al de un marinero. Sin embargo, solo los looks que han trascendido a las calles, o a la moda, entran dentro de esta categoría estilística. Y no todos han conseguido dicha azaña. A día de hoy es raro que veamos a un señor paseando por la calle con un sombrero de chef y un mandil atado a la cintura. En ese caso no podremos hablar de tendencia “chef” por muchos programas de televisión que haya dedicados a la gastronomía. Luego están los looks que aun siendo workwear y haber transcendido a la calle no se les considera workwear porque han terminado su creando su propia categoría, por ejemplo: los marineros, la estética “marinera”; los vaqueros, la “vaquera”; los leñadores, la “leñadora”…. Entonces, ¿qué es la tendencia workwear? Por lo general, es la ropa de trabajo asociada al mundo de la construcción, y en concreto al de los ferrocarriles. En este contexto nace Carhartt en los Estados Unidos, en el año 1889. Es uno de los grandes proveedores de ropa de trabajo. Su éxito se basa en la calidad de sus prendas: resistentes, duraderas y cómodas para trabajar.
En la primera mitad del siglo XX, al igual que Carhartt, el estilo workwear expande sus fronteras en la medida que los trabajadores empiezan a disfrutar del concepto “tiempo libre” con actividades al aire libre… generándose una nueva categoría textil llamada “outdoor”. Algunas de esas tendencias, en nuchos casos prácticas deportivas, asociadas al nuevo “outdoor” se fusionan a finales de los años 70 en lo que hoy conocemos como streetwear, un movimiento juvenil resultante de una combinación entre workwear, outdoor y sportswear. Pero la principal diferencia de esta nueva estética es que está ligada a la cultura de la calle surgida dentro del movimiento hip-hop.
Ya en los 90, en plena escena raver europea, el workwear vuelve a brillar en el mundo de la noche y los clubes gracias a los elementos reflectantes de ciertas prendas diseñadas para hacer visibles a los trabajadores de las carreteras. El workwear pase del asfalto a las pistas de baile y las raves.
Bajo esta inspiración, nace Carhartt WIP en Europa en el año 1989. Su propuesta se basa en adaptar la ropa de trabajo tradicional al estilo de vida contemporáneo. Su público ya no son los trabajadores del ferrocarril, ahora se dirige a una nueva clase trabajadora ligada al mundo de la cultura urbana: diseñadores, artistas, dj’s, muralistas, músicos, fotógrafos, skaters… Lo que no ha cambiado es el concepto de calidad de la casa: resistencia, durabilidad y comodidad para trabajar.
Y lo que no falta es creatividad como vemos en el catálogo otoño invierno 2016-17 de Carhartt WIP, donde encontramos un amplio abanico de asociaciones con diferentes estilos workwear… Al fin y al cabo es lo que caracteriza a la estética del siglo 21, la amalgama de estilos conviviendo en un mismo ser. Puedes mezclar unos mocasiones con un pantalón cargo, una camisa de leñador, una parka mod de esquimal y una sudadera college… y no es que no pase nada, es que es lo que mola.
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Todo los looks son de Carhartt WIP
http://www.carhartt-wip.com
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