Opinión música x Julio Ruiz

Emergentes en la radio

Sí, claro que es resultón decir “éste es el último disco de Bob Dylan”. O “he aquí la nueva entrega de Björk”. Los grandes estrenos, las flamantes novedades… Pero nada comparable a abrir un sobre o pinchar un enlace y encontrarte con la que, a oídos preparados, promete ser la nueva esperanza blanca del pop independiente o alternativo o…(pongan el adjetivo calificativo que mejor les parezca). A eso se ha dedicado uno casi toda la vida delante del micrófono y al encenderse la lucecita roja. No descuidar la actualidad musical (ya sea “setentera” en aquellos tiempos o del momento) pero con un ojo puesto a las nuevas propuestas que llegasen del underground (ahora me gusta esa etiqueta de “territorio indie”). Y esas maquetas he tenido el gusto de pincharlas en la radio (radios, utilicemos el plural, de Popular FM a Radiocadena para rematar la jugada en Radio 3) en todos los formatos.

Aún recuerdo (pongamos que hablo de finales de los 70´s y comienzos de los 80´s) ese maletín tamaño LP en el que no iba a veces, en programas especiales, ni un solo vinilo, y sólo guardaba bobinas de núcleo, con las cintas magnetofónicas de toda la vida, ésas que se ponían mustias y se descascarillaban  con el paso de los tiempos  y por las cabezas reproductoras del aparato pertinente. Por todo lo que implica la ascensión a los cielos de todo lo que fue “la movida” y sus ramificaciones por distintos rincones de nuestra geografía se supone que soy poseedor (a algunos compañeros coetáneos seguro que les ocurre lo mismo) de un buen montón de incunables de aquella era en el susodicho formato de cinta o en cassette, que ya empezaban a proliferar como envase de una maqueta y que era un tanto más liosa su reproducción en antena. Pero, vamos, que la lista es interminable: Nacha Pop en un Rock-Ola vacío, ejerciendo de local de ensayo, grabando “El sueño” y “Atrás” (sin bautizar aún la primera de esas dos canciones); Radio Futura y sus grandes temas de inicio de una segunda época (“En Portugal”, “Adalí”, “Rompeolas”…) antes de que llegara ese nuevo contrato discográfico; Los Dinarama de Carlos Berlanga antes de que Alaska se incorporara y se pusiera por delante de la denominación primitiva…. Por cierto, que a uno le gustaba más la bobina porque el sonido era mucho más fiel.

Saltamos de década y nos plantamos en los 90´s. El kilómetro cero de lo indie arranca en aquel principio en que Los Planetas se aprestan a encabezar (sin saberlo) una hornada de bandas que rompen con lo anterior y que ofrecen una propuesta diferente, aunque el molde a seguir, como casi siempre, haya sido una mirada interesada e interesante a lo que se hacía fuera. Se le da al click y se escucha “Mi hermana pequeña” y no había duda de que era algo nuevo, diferente. La banda granadina gana la “liga maquetera” del programa ese año y también el siguiente con aquella “Brigitte” y “Rey sombra”. Y a su lado y compañeros de pupitre: Flow, Penelope Trip, Los Hermanos Dalton, Iluminados, Long Spiral Dreamin, Strange Fruit, Australian Blonde…

Había explotado una nueva generación. Desde ese año 92 me voy a permitir dar los nombres de todos aquellos que se han quedado grabados en el palmarés desde entonces para acá:  92 – Los Planetas 93 – Los Planetas 94 – Amphetamine Discharge 95 – Mercromina 96 – Cecilia Ann 97 – Monotone 98 – Humanoid 99 – Ozone Babies 00 – Dar Ful Ful 01 – Universal Circus 02 – Breat 03 – Pumuky 04 – Facto dela Fe y las Flores Azules 05 – Underwater Tea Party 06 – Layabouts 07 – Gentle Music Men 08 – Aline & The Splendids 09 – Yolanda Camino 10 – Bright Baby Blues 11 – Doble Pletina 12 – Solletico 13 – Sangre 14 – Helena Goch 15-Apartamentos Acapulco. Un vistazo a vuelapluma descubre nombres ilustres que han pasado a la posteridad, algunos que aún siguen en activo tantos años después, y otros cuyo fogonazo fue flor de un día. Incluso sin entrar en letras grandes en esa relación, pero sí entre los cinco primeros, tengo frescos los nombres de Hinds (qué arrollador el seguimiento en Facebok tras su visita del otro día al programa), Belize, Belako o Fuckaine.

Y para seguir con ese deber en nuestra Radio 3, aunque uno no ha dimitido de la satisfacción de la sorpresa por lo nuevo, hace ya unas temporadas que mi compañera Paula Quintana escarba debajo de las piedras, en el subsuelo, para ofrecer a los oyentes una vez a la semana lo mejor y más interesante de las propuestas que le llegan en su programa “Capitán Demo” (ésa es otra anécdota: el momento en que la maqueta empezó a perder ese nombre y se canjeó por el de demo).

Maqueteros, principiantes, emergentes… Impagable la labor que siguen haciendo en los últimos años radios pequeñas, fanzines o letra impresa, las webs…o ese hábitat natural que es Radio 3. No hay labor que más nos complazca.

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Julio Ruiz se puso al frente del micrófono en 1971 y ahí sigue, con su Disco Grande, desde hace ya años en Radio 3. Una de las voces imprescindibles de la radio de nuestro país, cuyo nombre va unido a la historia de la música independiente nacional.

Icono gráfico inicio:  Radio de Michael Gluzman (Noun Project)

Columna de opinión publicada en el número 145 de Neo2.