PARIS FASHION WEEK IV

ALEJANDRO GUTIÉRREZ REPASA A LOS DISEÑADORES JAPONES DE PARÍS

Últimamente ando poseído con el nuevo tema de Grace Jones Corporate Cannibal que saldrá en breve en su nuevo álbum Hurricane. Wow! es algo tan feroz que me ha dejado perplejo, porque después de 20 años regresa sin un ápice de gloria pasada y manteniendo su espíritu transgresor como si fuera nuevo, eso sí que tiene mérito. Pues en la moda ocurre lo mismo, hay diseñadores que no están en el ojo del huracán comercial o que son desconocidos para la masa después de años de trabajo (como escribía Mongomeri sobre su pasión por Comme Des Garçons, que, aun siendo de minorías, es ya un secreto a voces gracias a H&M) pero año tras año siguen en pie presentando colecciones espectaculares que se venden lo suficiente para sobrevivir. Estos diseñadores llevan trabajando ya unos 30 años o más, no hacen publicidad a troche y moche, no presentan un perfume dos veces al año y, por supuesto, no pierden su identidad aun siendo miembros de algún conglomerado multimarca. Y pensareis que voy a hablar de los japoneses con residencia en París. Pues sí, son ellos (Yohji Yamamoto, Rei Kawakubo, Junko Shimada, Junya Watanabe etc…) los que ofrecen un punto de vista opuesto a los cánones establecidos, preocupados en crear combinaciones poco comunes y en experimentar con las formas para inventar conceptos de belleza nuevos.

La primera que me tiene ganado desde hace ya algún tiempo es Junko Shimada, quizás conocida en un circulo más pequeño que sus compañeros. Su desfile en París ha sido como un partido de Retro Sci-Fi vs. Nature. Esta idea innovadora desarrollada en todas sus siluetas de elaboración artesana e impecable ofrece unas piezas de gran belleza con estampados coloristas y bordados de langostas, aves y naves espaciales. De hecho el desfile esta ambientado como el pasillo de una nave espacial. Aquí teneis fotos de detalles de algunas de sus piezas. Obras de arte para llevar…

LAS FOTOS DE JUNKO SHIMADA EN PERCHA PERTENECEN A LAS COMPRAS PRIMAVERA VERANO 09 DE LA BOUTIQUE ELITE (MARBELLA-PUERTO BANÚS): 952 812 621

Yohji Yamamoto ha presentado un desfile mas Yamamoto que nunca. A pesar de su sobriedad y de la combinación de blanco, negro, azul marino y algún estampado (se echaba en falta el rojo, color sensual para Yamamoto), sus formas poseen esa identidad que las hacen únicas y que se mantienen en todas las salidas del breve show. Sus chaquetas, estructuradas y asimétricas a la vez, con pespuntes en blanco y volantes, se combinaban con pantalones espigados o faldas largas de distintos volúmenes. Después de un inicio totalmente negro, hubo un salto al color marfil/blanco con vestidos hecho de piezas irregulares para culminar con un concepto de novia peculiar, ataviada por un gran sombrero. Un desfile óptico, minimalista en colores, maximalista en formas.

Comme des Garçons también ha regresado a la ausencia de color en su desfile para el próximo verano. En los últimos desfiles nos había acostumbrado a las explosiones coloristas, a los estampados e incluso algún brillo que otro pero si hay alguien que le encante quebrar la corriente de las cosas, esa es Rei Kawakubo. Este desfile, duro y anticomercial donde los haya, rozaba el tenebrismo y la rigidez por el negro omnipresente y por la dureza de las formas geométricas. La exploración de Kawakubo en materiales como el vinilo combinado con el chifon le ha servido de fuente para hacer siluetas hexagonales, faldas ovoides y prendas que tenían parecido a un balón de futbol reventado. Tienes que ser una persona con un estilo inconfundible para llevar estas piezas al mundo exterior y que sin duda no pasarás desapercibida. Por algo es inspiración para otros muchos artistas como Marc Jacobs. Arte en acción.

El protegido de Rei Kawakubo, Junya Watanabe, ha sido todo lo opuesto a lo que hemos visto hasta ahora por parte de los diseñadores japoneses. El desfile ha sido como un muestrario de trajes regionales africanos, pero con un equilibrio perfecto entre la estética africana y la técnica de Watanabe. África ya había sido un tema recurrente en las anteriores colecciones del diseñador, apasionado de los estampados tribales y de las faldas denim hechas en patchwork. La fantasía del show era un regreso a la naturaleza, a los animales, a los colores vivos que impregnaban los tejidos de las faldas, vestidos y demás piezas para ser combinado con un tejido tan americano como el denim. Para relajarnos de tanto color, el desfile terminaba con una parte denim, seguida de una blanca que visualmente daba una sensación de relax, después de todo el color del principio.