Bernhard Willhelm
La fría semana de la moda masculina de París y las colecciones más calientes
Las inclemencias climáticas no fueron capaces de detener una nueva edición de los desfiles masculinos de la semana de la moda de París, a los que asistimos del pasado 16 al 20 de enero. La capital francesa estuvo cubierta de nieve durante toda la semana, motivo que no fue capaz de impedir que presenciásemos una vez más los estilismos más complejos y los tacones más estilizados en la entrada de los desfiles, editoras de moda por los suelos y efebos japoneses practicando esquí con sus zapatos de plataforma. Romain Kremer y Nicola Formichetti nos presentaron una nueva entrega del universo masculino Mugler en forma de prendas listas para el combate, plagadas de simbología geométrica cuya mayor representación es el triángulo invertido, rosa en un par de ocasiones, que nos evoca los triángulos bordados que llevaban los prisioneros homosexuales en los campos de concentración Nazi. Jean Paul Gaultier se decantó por hacer una presentación diferente, optando por un streaptease al ritmo de clásicos de música disco de Amanda Lear, incluyendo también al andrógino Andrej Pejic, interpretando un papel masculino en esta ocasión. Dos círculos concéntricos de velas rodeaban la pasarela creando una atmósfera eclesiástica y de ritual ocultista post apocalíptico al mismo tiempo para presentar la nueva colección de Riccardo Tisci para Givenchy, que en esta ocasión deja de lado las camisetas estampadas a las que nos tenía acostumbrados durante varias temporadas para descubrirnos una colección que tiene más que ver con la costura, debido a que la firma no presentó colección de alta costura femenina la semana siguiente. Rick Owens nos propuso un hombre infantil y delicado que luce etéreos peinados de reminiscencia renacentista creados por Luigi Murenu. Raf Simons se cuestiona en su nueva colección cuál es la nueva dirección que debe tomar la moda masculina y decide dar una vuelta de tuerca a la silueta ajustada que lleva proponiendo durante los últimos años para dar paso a una silueta más relajada, en la que los pantalones anchos son el punto de partida para acabar de darle forma influenciado por la primera etapa estética de David Bowie. Kris Van Assche nos sorprendió con su primera colección de inspiración futurista para Dior Homme, perfecta ejecución a todos los niveles, inspirada en sagas como Star Trek la convierten en su mejor propuesta para la casa francesa hasta la fecha. Bernhard Willhelm nos deleitó con una surrealista puesta en escena, en la que un grupo de bailarines profesionales representaron homínidos que celebraron una ceremonia primitiva, dejándose llevar por sus más bajos instintos alrededor de un pintalabios gigante para terminar restregando su cara en la monumental barra labial. Y como broche de oro el último desfile del último día se reservó para Saint Laurent Paris, ¿a quién le importa que Hedi Slimane no se haya reinventado a la hora de crear su primera colección masculina para la casa francesa? lo importante es que vuelve a diseñar para hombre, tras tener que retirarse abrumado por el éxito de su puesto como diseñador en Dior Homme en 2007 y cuyo canon de belleza masculino promulgado la década pasada, es todavía influyente a día de hoy. Contó con un casting de modelos con contrato de exclusividad, que no les permitió desfilar para ningún otro diseñador. Ni Anna Wintour quiso perderse tan importante comeback en la industria de la moda, sin duda el más importante y esperado de la temporada.
Texto: Ignazio Arizmendi – Fotos: Estrop / Francesc Tent
Bernhard Willhelm
Bernhard Willhelm
Mugler
Mugler
Mugler
Dior Homme
Dior Homme
Dior Homme
Jean Paul Gaultier
Jean Paul Gaultier
Jean Paul Gaultier
Givenchy
Givenchy
Givenchy
Rick Owens
Rick Owens
Rick Owens
Raf Simons
Raf Simons
Raf Simons
Saint Laurent
Saint Laurent
Saint Laurent
Saint Laurent
Saint Laurent
