PARQUET COURTSFoto: Ben Rayner

SUNBATHING ANIMAL

Los niños tienen un universo propio, distinto de los adultos. De hecho, muy distinto del de los adultos. Ellos necesitan mucho menos para ser felices y su percepción del entorno es, en numerosas ocasiones, opuesto al de los mayores. Para los niños, no existe el ruido. Cada sonido, cada grito, tiene sentido; son capaces de interpretarlo, en ambos sentidos del término. En este mundo vive Parquet Courts. Un mundo sencillo, desnudo, sin dobleces ni recovecos. Y desde ahí nos mandan ‘Sunbathing Animal’ (Rough Trade / Everlasting), su segundo disco, sin contar el epé ‘Tally All The Things That You Broke’. Tras ‘Light Up Gold’, la banda de Nueva York se ha tranquilizado un tanto y a menos velocidad, más necesidad de cuidar el detalle. Pero para qué. Cuando más atención se presta a eso, más artificial es todo. Y la misión de Parquet Courts es domar el ruido. Encauzarlo hasta la melodía, dar sentido a una sucesión de sonidos que parece no tenerlo. Si en el primer disco lo lograron dentro de una línea más punk, en ‘Sunbathing Animal’ se adentran en otros tonos con la misma inconsciencia. Una deriva que les lleva a lugares insospechados. La influencia de la Velvet se retuerce en “She’s Rolling” hasta darle un aire blusero, “Into de Garden” mantiene una tensión psicodélica desde el lejano inicio de la canción, mientras que “What Color Is Blood” es un ejercicio de pop nuevaolero cien por cien americano. Pero a los niños no les duran muchos los juguetes, y enseguida vuelven a sus manías: “Sunbathing Animal” y “Black And White” suenan con puro academicismo punk. Entre todas, se escurre la clásica suciedad neoyorkina que casi siempre se traslada a los discos. Un caso perfectamente organizado de ruidos, distorsiones y gritos. Esta sencillez, la facilidad para adaptar el ritmo a distintos estilos, aseguran a Parquet Courts un amplísimo espacio para el desarrollo. Solo es necesario que, como los niños, sean capaces de crecer sin dejar de jugar. De llegar a adultos sin perder la inocencia.