Pedro Lobo SS16

Hablamos con el joven diseñador murciano Pedro García, quien recupera con garra y astucia su firma Pedro Lobo. Ahora con claro olfato para fusionar comercio, creatividad y concepto. Lo comprobamos en su colección SS16.

¿Tienes antecedentes familiares en el mundo de la moda? ¿Qué hizo que decidieras dedicarte al diseño de moda? Mis abuelas cosían pero como la mayoría de las abuelas, no tengo una anécdota puntual salvo que de pequeño le hacia capas a los muñecos con gomas de oficina y pañuelos. Fue todo un poco casual, en el instituto no paraba de dibujar, y empecé a informarme sobre dónde estudiar moda, aunque mi pensamiento era seguir en ciencias puras y hacer podología.

Te gustan también mucho los perros, ¿nunca pensaste en dedicarte al mundo canino, veterinario, adiestrador o algo así? ¿Qué tal tu perro? Es casi un lobo, ¿no?
Nunca me lo he planteado de forma profesional pero siempre he tenido pasión-obsesión por los perros, de hecho con 11 años manipulé a mis hermanos pequeños durante un año para hacerle chantaje emocional a mis padres, mediante una carta, pidiendo permiso para tener uno. Comederos, correas, enciclopedias caninas, juguetes, comida que fuimos comprando en secreto. Efectivamente cayeron en la trampa y tuvimos a mi primer perro.
Arco es mi segundo perro y primer becario, se pasa todo el día en el estudio. La verdad que se parece mucho a un lobo pero no tiene ninguno de sus inconvenientes. Eso sí, crece por segundos, aúlla cuando me alejo y me ha dejado bien marcados los brazos con sus dientes de leche.

Todo el mundo te llama Pedro Lobo, ¿en qué momento surgió ese nombre y por qué? Surge de la necesidad de tener un nombre artístico a la hora de presentar mi primera colección en 2007, la dualidad que ofrecía el nombre de la fábula, la fusión de conceptos contrapuestos y la sonoridad de la palabra Lobo hizo que no me lo pensase más. Al retomar el proyecto como Pedro Lobo cambié algo más que el nombre, antes la marca se llamaba “Pedro y el Loobo” y eran colecciones experimentales, sin perspectiva comercial, una visión más artística y que disfruté muchísimo. Ahora con más experiencia y la intención de vivir de mi profesión con este proyecto, hago ropa que yo me pondría todo el día todos los días, sin perder concepto y diseño.

¿Qué has estado haciendo durante estos 8 años desde que terminaste los estudios de moda? Me fui a la aventura a Madrid, con mi primera colección bajo el brazo, a desarrollar el proyecto y moverlo lo máximo posible. Tras un par de colecciones lo aparqué y me moví como diseñador freelance haciendo encargos a medida, vestuario de teatro, y compaginando trabajos de estilista con otros de supervivencia. A la vez seguí formándome haciendo cursos de especialización como el de estilismo en IED Madrid o Marketing de Moda en el Instituto Marangoni de Milán. Me fui con pena de Madrid y mucho a la espalda, de lo bueno y de lo malo, que es como entiendo que se viven las cosas. De vuelta a Murcia trabajé para la firma Titis Clothing como diseñador, tras un par de temporadas vi el momento de empezar a montar Pedro Lobo.

¿Cuál ha sido el detonante que ha hecho que en 2014 retomes el proyecto de tu propia marca? Sentía la necesidad de volver a desarrollar mi trabajo más personal, y poder expresarme de la forma que mejor sé. Haciendo de este también un posible medio para vivir dedicándome a lo que me gusta. Esto y la ayuda que me concedieron de la Comunidad de Murcia, “Generacción”, hicieron que viese el momento claramente de retomar mi marca. Ojalá surjan más ayudas como ésta para impulsar a jóvenes creadores, en España hay mucho talento.

Trabajas desde Murcia. Para un diseñador independiente¿cuáles son las ventajas y desventajas de trabajar desde Murcia? cVentajas he encontrado muchas al volver de Madrid, la primera y más evidente es que al ser más barato tienes la posibilidad de tener tu propio estudio, las distancias son cortas y todo está a mano. Murcia ahora mismo está en ebullición, llena de gente que hace cosas maravillosas e interesantísimas y que además tienen ganas de hacerlas, que es muy importante. Por esto mismo noto a la gente más accesible a la hora de unir proyectos, inspiraciones, eventos, es más fácil organizar y promover cosas. Sinceramente pensaba que me iba a aburrir a la vuelta y todo lo contrario.
Por otro lado la desventaja que más he notado, a parte de perderme algunos saraos, es dar movimiento a las colecciones, ya que al no tenerlas en una ciudad como Madrid o Barcelona, donde trabajan la mayoría de medios especializados soy menos accesible para estilistas y demás trabajadores del sector, pero existe las empresas de transporte, y viajo cada poco, así que por nuestra parte no hay problema. Como yo también soy mi propio comercial es más costoso desplazarme a otras ciudades con el muestrario al hombro para tiendas donde encaje la firma, pero de este modo hago ejercicio que no viene mal, no hay problema tampoco.

¿Te planteas mudarte a Madrid o Barcelona o trabajar con algún showroom de Madrid para mover tus colecciones?
En un futuro si todo va bien es probable, ganas no me faltan, pero en el momento del proyecto en el que estoy voy dando pasos muy cortos. Creo que mantener el estudio-showroom en Murcia hoy por hoy es lo que me toca, mañana ya veremos.

¿Cómo comercializas tus colecciones? El proyecto está enfocado a la venta online mediante la web, un medio que va muy lento aún. También vendo las colecciones en mi estudio de Murcia, que está siempre abierto al publico, donde los clientes y amigos vienen. Hago eventos puntuales en espacios y tengo dos puntos de venta en Madrid, Miseria y Gazela Thomson.

¿Cómo definirías el estilo Pedro Lobo? ¿Y el concepto de marca? Prendas confortables y funcionales, de aspecto básico pero con detalles y materiales que las hacen especiales, las paletas de color están muy cuidadas, siluetas amplias en general, un punto sport, creo que se podría calificar como effortless chic. El concepto es la unión de un producto de calidad, con una producción limitada elaborado mediante un proceso artesanal y de fabricación local, a un diseño funcional con una imagen cuidada y un discurso detrás de cada pieza.

Diseñas tanto para hombre como para mujer, ¿qué retos te plantea cada sexo? ¿te cuesta unificarlos en una misma colección? Técnicamente el patronaje, pero sinceramente a la hora de diseñar lo que me cuesta más es hacer uno sin el otro, dentro del proyecto respiran el mismo concepto y mismos materiales ambos sexos, sólo cambia la tipología de prendas, en caso de que no sean unisex, que también las hay.

En la segunda colección de tu nueva etapa, Historia Nº2, hablas de una nueva galaxia, los 70, un universo nuevo… ¿cuál es la historia de las “historias”? ¿Habrá una continuidad conceptual entre ellas? Sí, la hay. Este proyecto es autobiográfico y da bandazos entre el pasado, presente y futuro. Historia Nº1 habla de una transición de etapas hasta llegar a una falsa estabilidad, ubicados en un espacio que creamos partiendo de la música de inspiración e ilustrándola mediante las notas de los instrumentos, . Historia Nº2 es una metáfora que parte de esta etapa de esta falsa calma y habla de cómo sobrevivir a ella, todo contado de una manera onírica, ubicándolos en paisajes lunares, terrenos que parecen Marte, otra realidad inventada. Durante el proceso bromeábamos llamándolos boyscouts galácticos. La letra de “Galaxia”, canción de Ana D, fue la que dio el pistoletazo de salida a la segunda historia. Dentro de la colección hay prendas que tienen piezas que te aportan seguridad, protección. Trabillas y anillas para colgar tus amuletos, ( en el desfile se pudieron ver las navajas que hice pendiendo de las prendas, es una de los objetos que siempre llevo encima). Sutiles referencias a prendas deportivas de los 70, como piedras geométricas bordadas a modo de escudo deportivo, anillas, jersey de tenista, cortes, cuellos, etc. Las paletas de color son muy especiales y están muy trabajadas para conseguir coherencia. En la primera colección son los colores del suelo hidráulico de mi estudio, en la segunda son los tonos minerales de la Bornita, una piedra-amuleto que conseguí en un viaje.

¿La producción la haces en talleres de Murcia?
Sí, las prendas se producen en dos talleres, en Murcia y Alhama. El calzado, que es una colaboración con Rivero, en Caravaca de la Cruz.

¿Cuál es el precio medio de tus prendas? Ronda los 120€ aproximadamente.

Estás presentando tus colecciones en Murcia, la última en el Centro Párraga, ¿te planteas desfilar en Madrid o tu estrategia va por otro lado?
El trabajo que implica este proyecto me deja muy poco tiempo para probar a presentarme a concursos o selección de creadores emergentes y para hacer un desfile autogestionado como el de Historia Nº2, en Madrid necesitaría más presupuesto del que dispongo en estos momentos. Estoy abierto a cualquier propuesta, desde luego sería maravilloso, pero de momento hay marcos increíbles que me resultan más accesibles aquí.

Estás cuidando mucho la imagen de marca con las campañas y los look books, ¿qué disfrutas más el proceso creativo del diseño o la puesta en escena con imágenes?
La manera en la que vivo emocionalmente el proceso creativo de este proyecto es intensa, entonces tengo momentos de todo tipo, increíblemente buenos y no tan buenos. Cuando todo el concepto toma forma física en todos los formatos: ropa, imágenes, calzado, papel, video etc, es lo más brutal del mundo para mi. Me gusta muchísimo la gente con la que trabajo, conectamos en todos los sentidos y además lo disfrutamos.

¿Utilizas siempre los mismos modelos? Sí, me parecía muy interesante que ellos, con esa belleza tan mágica, (por fuera y por dentro), entrasen dentro del concepto de las historias, ya son parte del equipo sin que lo sepan.

Fotos: Leafhopper Project

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http://www.pedrolobo.es/
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Pedro Lobo SS16

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