Sé que somos muchos: nos gusta tanto la comida mexicana que, si pudiéramos mañana mismo haríamos las maletas y para México que nos íbamos a saborear todo lo que el país del maíz tiene que ofrecernos, que no es poco. Pero como la mayoría no tenemos la suerte de poder pasarnos esta vida y dedicarnos solamente a nuestro paladar, hay que saber dónde saciar nuestro antojo de comida mexicana. Apunta: Pikio Taco.
Imagen superior: Close-up taco al pastor
Si bien la carta ha ido cambiando con frecuencia desde que lo visité por primera vez, hace unos tres años, siempre encontrarás tacos en Pikio, donde la carta se mueve entre la tradición y la fusión, algo que me parece un acierto ante la dificultad de replicar el gran abanico de sabores mexicanos a tanta distancia.
Sin embargo, lo digo claro: al probar su taco de cochinita pibil me teletransporté de un bocado a la Colonia Roma, en Ciudad de México. El sabor de la naranja amarga en su justa medida, los frijoles molidos y untuosos y la carne de cerdo sabrosa, sabrosa, sabrosa. No faltaba ni la cebolla escabechada, rosa, poniendo un poco de acidez al conjunto. Pide por lo menos dos de estos o acabarás haciéndole ojitos al plato del vecino.
Imagen superior: Quesadillas
Imperdible también su versión del taco al pastor, que en las calles de México siempre resulta una curiosa estampa: un enorme trompo de carne, como si fuera de kebab, coronado por una piña entera. El taquero corta un poquito de carne, que se asa mientras va girando sobre sí misma, y remata con unas lonchas de piña, con un dulzor que le va de perlas a lo especiado de la carne. Si te llaman estos sabores, pide en Pikio Taco el pollo al pastor, picantito y con la piña en formato chutney y unas hojas de cilantro. Vale la pena leer bien su carta y preguntar qué taco del día tienen cuando vayas.
También hay un par de tacos vegetarianos y veganos, haciendo honor a la gran variedad vegetal de México. Qué creativo es el taco Chiapas: un filete de cactus, llamado nopal, empanado en totopos (los triángulos de tortilla crujientes), con canónigos, chirivía en escabeche, brotes de alfalfa, salsa de zanahoria y palomitas al curry. Añádele un poco de salsa, suave o picante, para que vayas pensando que ese viaje al país del tequila no tienes que posponerlo más.
El taco Amecameca tampoco se queda corto en originalidad ni ingredientes. Si el chiapaneco era puro crujiente, este es todo jugosidad. Rajas poblanas, con chile suave, rábanos marinados en agua de azahar, mozzarella y láminas de boniato frito.
Imagen superior: Taco vegano de nopal.
Y hablando de queso y cosas jugosas: si tienes uno de esos días en el que te despiertas pensando en una buena dosis de queso, entra en Pikio Taco, siéntate en la barra, pide unas quesadillas, cierra los ojos y siente cómo el ambiente se llena de ese olor que llevas horas deseando.
¿Tienen nachos en Pikio Taco? Por supuesto, y además son famosos. O, por lo menos, eso me parece cuando veo salir platos y platos generosos con totopos, queso cheddar, chili con carne, crema ácida, pico de gallo, guacamole y jalapeños. Sería maravilloso que los totopos fueran caseros pero sé que pido demasiado y que ante un antojo loco de comer mexicano, cualquiera pone pegas a un platazo como este.
Imagen superior: Primer plano taco al pastor y resto de tacos
Para acompañar este desparrame de sabrosura, puedes acompañar los platos con aguas frescas de frutas o la famosa horchata mexicana, hecha con arroz en lugar de chufa, de cervezas mexicanas o locales y de cócteles como la chelada, la michelada o el margarita. Aunque, mira, ya puestos, yo te diría que para vivir la experiencia completa, te tomaras un mezcal, que es un licor fuerte, que se tiene que tomar a besitos y que lleva unos años haciéndole la competencia a su primo el tequila. Lo mejor de todo: en México dicen que te pone mágico. Ya nos contarás ;)
Pikio Taco
C/Còrsega, 376. Barcelona
L-D Abierto de 13 h a 17 h y de 19 h a 00 h
Teléfono: +34 934 57 32 52
Fotografías de Anna Raya Tomé @annnarayatomé
