FELIPE OLIVEIRA BAPTISTA, LA ESTRELLA DE LA PASARELA PORTUGAL FASHION
Recientemente se ha celebrado Portugal Fashion, el certamen de moda de la ciudad de Oporto. Vaya aquí la primera advertencia: la moda lusa (incluso el país, como sucede en España) anda dividida, porque también cuentan con una pasarela en Lisboa. Decían por allí que el certamen de la capital está dedicado a la moda en su sentido más mediático y la de Oporto a su visión más industrial. Algo de razón tenían, porque muchos de los desfiles de Portugal Fashion estuvieron marcados por parámetros previsibles y comerciales, aunque otros demostraron que a nivel creativo nuestros vecinos también tienen un importante hueco en la moda. Claro que estando por allí Felipe Oliveira Baptista, diseñador portugués afincado en París y uno de los pocos creadores a nivel mundial que desfila dentro del calendario oficial de la alta costura gala, era difícil que los laureles no recayesen en su cabeza. Inspirado por el mundo del esquí en su versión más sofisticada, Baptista volvió a demostrar que es uno de los mejores creadores mundiales a la hora de descomponer la silueta en planos geométricos o abstractos. Su experiencia no se veía sólo sobre la pasarela, también en el relajante ambiente de su backstage: “Si le haces fotos a la modelo que se tape el pelo con mano, es de otro desfile y no me gusta demasiado”, apuntaba Felipe, a sabiendas de que la prensa, a cualquier precio, no es la solución para el anonimato. Con mucha menos proyección nacional e internacional, la firma Storytailors aportó la otra nota creativa. Si bien sus propuestas resultaron algo artificiosas y teatrales, por lo menos consiguieron evitar los férreos y cada vez más asfixiantes límites de la moda del presente, donde lo funcional y fácilmente vendible están asfixiando a la pura creatividad. En general, todo lo que vivimos ese fin de semana responde a lo que se puede esperar de cualquier pasarela (bueno, malo y regular en cuanto al contenido, aunque con un indudable continente de modernidad), lo cierto es que ante la masificación que vive el mundo de la moda en la actualidad, Portugal Fashion (como Cibeles y 080 Barcelona) no debería ser sólo un escaparate de su moda, sino aumentar su identidad a toda la ciudad, a toda su creatividad, abarcando todos los ámbitos del diseño y el arte, mostrando un conjunto completo.
