LA PRESA FÁCIL DE LA BENEFICENCIA CREATIVA
Intersecciones entre variantes artísticas. Proyectos independientes y alternativos amparados en la creatividad más espontánea, profunda y desinteresada. Danza, música y, como escenario envolvente y testigo caprichoso, una alternativa labor cinematográfica. Pressur.es es el nombre que se esconde tras esta fugaz y caprichosa definición; una iniciativa puesta en marcha por los populares creativos Derrick Belcham y Ruby Kato Attwood cuyo fin principal es potenciar la máxima expresión y creatividad condensada en cuidados filmes, sustentándose únicamente en las donaciones proporcionadas por los espectadores.
El primer exponente salía a la luz el 31 de Julio en el New York Times, tras de un estudiado proceso de documentación y una fructífera persecución por la más profunda armonía. Bajo el nombre de “Forcelessness”, éste se convertía en el primer film de un propósito de otros diez que esperan estrenarse en un futuro. Dirigido por Derrick Belcham, con música de Sarah Neufeld, coreografía de Emery LeCrone y actuación de los bailarines Kaitlyn Gilliland y Pierre Guilbault sorprendía ya a una selecta audiencia, afortunada de disfrutar de la obra completa gracias a su contribución económica previa. Y es que, desde el principio, la clave ha radicado en que solo los que deciden proclamarse como sus auténticos y primigenios productores pueden disfrutar de estos metrajes, bien sea mediante la exhibición en festivales, o en exposiciones privadas o en línea.
Desde entonces y hasta el momento, la búsqueda de respaldo económico para llevar a cabo este novedoso emprendimiento ha sido incesante. Con breves vídeos de agradecimiento, los propios actores han servido de gancho a través de palabras de agradecimiento y la destilación de una vocación y maestría dignos de ser potenciados y considerados. Además, actualmente se esperan acuerdos con músicos como Tim Fain (solista de Philip Glass), Richard Reed Parry (de Arcade Fire), Laurel Sprengelmeyer (de Little Scream) o Sarah Neufeld (Arcade Fire), y coreógrafos entre los que figuran nombres como Beth Gill, Stacy Grossfield, Miguel Gutierrez, Emery LeCrone o Mary Cavett.
La profunda delicadeza, la calidez, la volatilidad, la cadencia y la bohemia se proclaman como las claves sobre las que se asienta una autónoma y novedosa beneficencia del arte, en la que los recursos provienen del eslabón más importante en el proceso de creación: el público. No caer presa de ello parece demasiado complicado.
Por Nieves Muñoz
