PRIMAVERA SOUND 2013 - PART IEscenario Heineken. Ambiente Tame Impala. Foto: Dani Canto

MIÉRCOLES Y JUEVES, PRIMAVERA SOUND 2013. Por Marc Muñoz

El pasado sábado concluía el grueso del Primavera Sound con unas cifras de asistencia incontestables: 170.000 personas que constataban la salud de hierro del festival barcelonés pese a los tiempos funestos que nos rodean. Ni la amenaza de lluvia ni el frío polar (coletilla de todo el festival) debilitaron un festival que rompe récords de asistencia año tras año, y que sigue expandiéndose por la ciudad, y extendiéndose a lo largo de la semana (de lunes a domingo en la edición de hogaño). Y que además ve como la cuota de público internacional (mayoritariamente inglés) gana presencia llegando hasta el 40% sobre el total. Una edición que cada uno guardará en su recuerdo según los momentos compartidos, instantes todos ellos articulados alrededor del motor que agita todo el festival…la música. Estos fueron algunos de nuestros momentos más memorables de la jornada del miércoles y el jueves. Mañana llegará la crónica del viernes y sábado.

MIÉRCOLES 22 – Solo unos pocos afortunados consiguieron pasar el corte del aforo del Apolo, y muchos, especialmente los que empezaron la cola a varias manzanas de la entrada del recinto, se quedaron fuera de la primera velada nocturna.

John Talabot: El hijo pródigo de Barcelona, y paladín del house atmosférico, saltó sobre el escenario en compañía de su inseparable escudero de lujo, Pional. Uri Riverola demostró a los pocos compases porque es una figura tan venerada dentro y fuera de nuestras fronteras, y justificó a golpe de “Depak Ine”, “Oro y sangre”, y un “Destiny” ya en su tramo final, cada alarido de entusiasmo y éxtasis que se esparcía desde las bocas de los presentes. El suyo fue un live modélico, con músculo, de ritmo medido y dinámica calculada, que se acrecentó a medida que los dos protagonistas ganaban en confianza. Sorprendió constatar que Talabot no se cernía exclusivamente a su repertorio habitual impuesto por “Fin”, sino que también daba rienda suelta a las filias musicales que le han acompañado desde los inicios de su carrera a través de nuevas composiciones que coqueteaban con el italo-disco, el acid, la IDM, o incluso, acercamientos al pop electrónico, que parecen presagiar los próximos devaneos de este talento de nuestras tierras.

Poolside: Una de las sorpresas más gratas de la edición del 2013. El dúo norteamericano, acompañado por otros dos músicos, vertió un contagioso sonido modulado a través de un esqueleto funky (con prominente línea de bajo) e incursiones hacía el acid house y la electrónica ambiental de carácter lúdico, que tan bien ilustra su primer LP “Pacific Standard Time”. Una piscina repleta de ritmo, color, sensualidad a la que zambullirse sin parar.

PRIMAVERA SOUND 2013 - PART IPoolside. Foto: Xarlene

JUEVES 22 – El día fuerte del festival volvió a caer este año en jueves para fastidio de muchos y para comprometer las obligaciones laborales de otros. La prueba de esta oferta desbordante se concretó en gemelos cargados, pies doloridos y reservas de leucocitos mermadas a causa de las largas marchas entre el escenario Heineken (más cerca de la Barceloneta que del Fòrum) y el del Primavera.

Tame Impala: En el lejano Heineken fueron ubicados los australianos Tame Impala, quienes daban su primer concierto en Barcelona, en la que suponía también su primera aparición por tierras españolas. Con solo dos trabajos en su CV, y una tierna edad reflejada en sus pieles, los de Perth llegaron con la estela de nuevos Mesías del rock psicodélico, e hicieron honor a tal distinción con un show intenso, afilado, de riffs dilatados, syntes mojados en ácido, y melodías espaciales. Curiosamente, en hits como “Elephant” no sonaron tan intensos como se esperaba, y se desenvolvieron mejor en piezas más templadas como la brillante “Feels like we only go backwards” o ese “Apocalypse Dreams” que llevaron a un nuevo nivel. Algunos pensaban que el escenario verde les vendría grande a unos debutantes en el PS, pero lejos de empequeñecerse, y pese a que su líder Kevin Parker no entraría en la definición de frontman carismático, demostraron tener el ímpetu, y atesorar la calidad suficiente, como para solventar con nota la papeleta. Mediante un sonido que cuajó entre el público, y que no hay que olvidar, enmarcado en un discurso ampliamente explorado en los 60’s y los 70’s, sin apenas variaciones, algo que no quita la maestría y la perfección para ajustarse a él y sacar a relucir notas brillantes de rock sinfónico, psicodelia y pop, bebiendo tanto de los Beatles más lisérgicos, de los Stones de “Their Satanic Majestic Request”, pero también del rock más duro de Black Sabbath, Deep Purple, y especialmente Led Zeppelin. Uno de los shows del festival al que solo le faltó una ubicación horaria más nocturna, acorde a la evocación que provocan sus viajes lisérgicos.

PRIMAVERA SOUND 2013 - PART I Tame Impala. Foto: Dani Canto

Postal Service: De signo contrario transcurrió, el esperado por muchos, directo de Postal Service. Dúo de pop electrónico surgido en los albores del nuevo milenio, que atesora un par de himnos, en lo que hasta la fecha, sigue siendo su único disco publicado. Insuficiente para levantar un concierto que transcurrió diluido y descafeinado, que puso en evidencia la caducidad de buena parte de ese trabajo, y que subrayó lo inoportuno de situarlos como cabeza de cartel en tan importante franja. Un concierto al que la gente parecía haber acudido en masa para escuchar la venerada “Such Great things, y al que muchos, les valió con eso. Ni las interpretaciones correctas de “The District Sleeps Alone Tonight” y “Nothing Better” pudieron maquillar un proyecto musical al que le falta más entidad y recorrido, al menos, para adquirir tales honores en un festival de tal renombre.

PRIMAVERA SOUND 2013 - PART IThe Postal Service. Foto: Dani Canto

Grizzly Bear: Los osos folkie de Brooklyn son unos veteranos de estos saraos, especialmente en un PS donde ya se han dejado caer en varias ocasiones. Si bien es verdad que a cada ocasión ganan más adeptos, acorde a una carrera sólida y ascendente, también es verdad que sus directos carecen de esa chispa necesaria para no sucumbir al ruido, las incomodidades y las distracciones propias de un festival de estas dimensiones. Pero si uno logra superar ese trámite, se encuentra con una formación perenne, exquisita en los arreglos, profunda en sus letras y de un impacto melódico sobresaliente. En el momento que uno se concentra en el sonido que emerge del escenario, se ve recompensado por las corrientes sensibles que controlan a la perfección esta banda de folk-rock. Con un show que no admite giros de guión bruscos, aderezado por medios tiempos brillantes ( abundante presencia del último Lp, “Shields”, cuyos temas en el directo demuestran estar a la altura de las gemas de “Veckatimest”), ricos matices instrumentales y las mágicas armonías vocales marca de la casa, es evidente que su propuesta no encaja en los esquemas del rock stadium como podría llegar a cuajar Tame Impala, pero que precisamente por eso, sus conciertos, incluso al aire libre, en grandes explanadas, son capaces de embrujar al personal.

Death Grips: El poco tiempo disponible para presenciar el directo del dúo Death Grips fue suficiente para sentenciar lo que se percibía ya en su música, videoclips y vídeos de sus directos…. que estos dos músicos están como una regadera. Su explosiva mezcla de punk y hip-hop alcanza en directo límites de infarto. Su música avanza por el público decapitando mentes pusilánimes a su paso, como un azote bestial… un rodillo de desolación, penumbra, turbidez y catastrofismo, que queda afianzado con la actitud macabra de un cantante (obviamente con el torso al aire) que contorsiona el cuerpo como si andara poseído por el diablo o sufriera el efecto contundente de “las sales de baño”. Toda una performance salvaje con la que potencia esa catarsis enfermiza que parece clamar con su música. Lo de Death Grips no admite término medio, un poco como ocurre con Swans, porque lo suyo es un coctel arrollador, demencial y diabólico. Es la banda sonora para los Apocalipsis de nuestros días.

Phoenix: Thomas Mars y los suyos han alcanzado el estatus necesario para poder codearse en las grandes ligas. Su recién salido del horno “Bankrupt!” no facilita la tarea, de hecho cuando se centraron en los nuevos temas, el público respondió con frialdad, algo que no influyó demasiado porque tienen hits suficientes para alegrar la noche, desatar la euforia y recuperar el anhelo juvenil. Y así lo demostraron la noche del jueves en un concurrido escenario Heineken donde los franceses contagiaron a los presentes con sus efervescentes y efectivas píldoras de pop rabioso y juvenil. Mars va ganando tablas como frontman, y el jueves no tuvo ningún reparo en montar una expedición (micro a cuestas) hacía donde se amontonaba su público, para cantar desde ahí, tan lejano al escenario, y luego proceder el camino de vuelta a volandas, confiado a manos ajenas que lo iban acercando. Recursos escénicos que siempre funcionan como golpes de efecto en un show que guardaba otra carta, la de J Mascis (líder de Dinosaur jr) irrumpiendo sobre el escenario para echar una mano instrumental a los franceses en su último tema. Por el camino no faltaron hits irrefutables como “Too young”, “Lizstomania” o “1991”, que despertaron de inmediato las endorfinas y alargaron los efectos potenciadores de bienestar y optimismo hasta algunas horas más.

PRIMAVERA SOUND 2013 - PART IPhoenix. Foto: Dani Canto

Animal Collective: En realidad no es tanta la distancia que separa a Animal Collective de Bob Dylan, los dos conciben sus directos como una reconstrucción de su repertorio en vías de no repetirse semana tras semana encima de la lona, en pos de experimentar y de no quedar sujeto a un guión cansino. Pero claro, explica eso a cierto tipo de público que a esas horas de la madrugada empieza a tener la vista nublada, y la cabeza y los huesos le pesa más de lo normal. Cuando se va a ver al colectivo animal uno ya debería estar preparado para que los de Baltimore hagan y deshagan a su antojo, llevando a un peldaño más arriba su nerviosa experimentación volcada en ácido. Sin embargo, el jueves sorprendieron ofreciendo más de una concesión al público amante de las formas puras y reconocibles, fue el caso de una “My girls” de su excepcional “Merriweather Post Pavilion” que sonó despampanante e intensa. Los norteamericanos se presentaron con la formación de cuatro, tras la reincorporación de Deakin , para brindar su loops, sus tirabuzones imposibles, sus syntes alocados, y todo ese psych-folk exprimido en trazas experimentales que los convierte en una especie sin igual en la escena musical contemporánea. Se preferían sus discos a sus directos incontrolables, pero de lo que no cabe duda, es de estar ante cuatro músicos excepcionales siempre retadores y motivados para mantenerse volátiles ante su propio sonido, Y una vez más lo lograron ante la paradoja que suponía ver un público tan numeroso atento a una propuesta de pop ruidista, caótico y experimental.

Jackmaster: El inglés puso el broche de oro a la jornada más brillante del festival con su batería de hits rompepistas que descolocaron más de una cadera de los presentes. Clásicos de aroma ochentero que fue soltando y ligando entre sí de una manera asombrosa, y a un ritmo imparable que lo validaban como el hombre perfecto para la despedida. Una empatía total con un público entregado a la euforia bailable y al desfase hedonista que marcaban los beats seductores del Dj, convertido, durante unos instantes, en el Dios Dionisio.

And… Primavera Sound People by Pablo Caballero

PRIMAVERA SOUND 2013 - PART I

PRIMAVERA SOUND 2013 - PART I

PRIMAVERA SOUND 2013 - PART I

PRIMAVERA SOUND 2013 - PART I

PRIMAVERA SOUND 2013 - PART I

PRIMAVERA SOUND 2013 - PART I

PRIMAVERA SOUND 2013 - PART I

PRIMAVERA SOUND 2013 - PART I

PRIMAVERA SOUND 2013 - PART I