El festival ya ha puesto a la venta sus abonos para su próxima edición. Pero, para ir calentando motores y a la espera de las primeras confirmaciones de su cartel, vamos a repasar los hitos del Primavera Sound 2025, marcados por el protagonismo de algunas de las artistas más importantes de la música actual como Charli XCX, Chappell Roan y Sabrina Carpenter.
Los festivales siempre son esos remansos de paz y desenfreno musical. Durante unos días, ponen sobre la mesa las nuevas tendencias de la industria. Podemos estar más o menos de acuerdo con la selección de artistas que nos presentan, pero siempre sacaremos cosas en claro. Y si hay un festival que se postula como un absoluto prescriptor y faro guía de lo que pasó, lo que está pasando y lo que pasará ese el Primavera Sound. Cada año, el Parc del Fòrum se llena de ávidos melómanos de todas partes del mundo que peregrinan para escuchar el mensaje. Un evento que transforma este entorno barcelonés de excepción en una suerte de sede espiritual repleta de adeptos ávidos de sabiduría. Durante 3 jornadas, Primavera Sound 2025 aglutinó en su line-up todo lo esperado, y, nos atreveríamos a decir que hasta mucho más.
Cada año, desde hace casi 25 años, el festival logra reunir a lo más granado de la música internacional y nacional. Un cartel sin fractura que lo convierte en la única cita en la que puedes invertir a ciegas y seguro de que lo recuperarás con creces, traducido en recuerdos inolvidables. Y, sobre todo, con la absoluta certeza de que, sin confirmaciones sobre la mesa, todo saldrá siempre bien.
Primavera Sound 2025 no ha sido la excepción. Influenciados por la frase que Kathleen Hanna de Bikini Kill pronunció en la anterior edición, el festival ha traído a las chicas al frente. Es un verdadero orgullo observar cómo han conseguido reunir a varias generaciones de creadoras,. Artistas que redefinen el orden mundial a través de la música. Es por ello que, cuando la programación se desveló, algunos —entre los que por supuesto me encuentro— no dábamos crédito. Pero sí, era real y lo hemos vivido.
Día 1 – ¿Se acabó el Brat Summer?
El primer día de Primavera Sound comenzó con la furia y la reivindicación de la banda británica Idles. El grupo articuló en una hora y media de show y con una puesta en escena basada en su propia energía punk. Movimientos desenfrenados de su vocalista Joe Talbot, enormes pogos y alegatos en contra de la violencia y de la discriminación, hicieron que el recital fuera la mejor carta de presentación de este Primavera.
Más tarde, la avant-garde Fka Twigs cogió el testigo, transformando la efervescencia de Idles en un ejercicio artístico de primer nivel, dividido en actos y con una puesta en escena teatral y con un absoluto protagonismo del baile.
Pero los absolutos protagonistas de la noche fueron Troye Sivan y Charli xcx, que regresaron por segundo año consecutivo, esta vez juntos. Con su espectáculo Sweat, inédito en España, los líderes de masas de la Gen-Z se metieron al público en el bolsillo. La bomba de Charli, con apariciones sobre el escenario basadas por entero en su propia presencia y las canciones de su exitoso último álbum Brat, contrarrestaban con las cuidadas coreografías y el cuerpo de baile inmaculado de Sivan.
La electrónica estuvo a cargo del productor Jamie xx , Kelly Lee Owens y Brutalismus 3000 que, cada uno en su estilo supieron hacer movernos entre ritmos sincopados, bombos a todo meter y atmósferas club.
Día 2 – Del pop azucarado de Sabrina Carpenter a la misa witch-house de Salem
El viernes de Primavera Sound comenzó con las hermanas Haim, toda una institución desde su debut discográfico en 2013. Ahora, con I quit, su nuevo disco casi en el mercado, Danielle, Este y Alana —vestidas de Nicolas Ghesquière para Louis Vuitton, dicho sea de paso— incendiaron el escenario Revolut con proclamas empoderadas y perfectamente hiladas. Un espectáculo maravilloso con sonido pop envolvente y apto para públicos exigente y con gusto.
Tras el trallazo Aor con pinceladas de Fleetwood Mac de Haim, nos sumergimos en el delirio onírico de Beach House. Victoria Legrand y Alex Scally nos llevaron en su viaje místico hacia el nirvana dream pop. Un periplo por toda su discografía que tuvo grandes momentos y concesiones a sus éxitos, convirtiéndose en un recital que no solo fue café para cafeteros fans de los de Baltimore.
Burbuja, también conocida como Sabrina Carpenter, fue lo que más adeptas congrego. Su fórmula infalible, a base de himnos edulcorados de la mejor calidad, hizo que todos los allí congregados le rindiésemos pleitesía. Mención especial al charm que tiene esta persona y que cautiva desde el primer instante que pisa el escenario.
Y ahora, nos sumergimos en terrenos más pantanosos y oscuros. Salem, la agrupación creadora del sonido witch house y que se prodiga poco en directo, regalaron uno de los sets más destacados y relevantes de la jornada. Con una notoria mejoría de su directo (cuando comenzaron eran más que olvidables y estridentes), Jack Donoghue y John Holland se subieron al escenario, presidido por una imagen de la rescatadora del Purgatorio aka la Virgen del Carmen, para dar un bolo impecable repasando sus dos discos y en que no faltaron rosas lanzadas por doquier a los asistentes y luces estroboscópicas. El fin de fiesta vino a cargo de una Amelie Lens en estado de gracia, que puso patas arriba el escenario de Cupra.
Día 3 – El triunfo de la travesti más querida del Medio Oeste, Chappell Roan
La jornada arrancó a primera hora de la tarde, con nuestra querida Judeline sentando catedra sobre la vanguardia de la música española. La artista desgranó todos y cada uno de los trallazos de su corta pero vibrante carrera, dejándonos una vez más perplejos con su arrojo y su capacidad de dominio del escenario. Cuerpo de baile y estética de altura complementaron y sirvieron.
Después, traída desde los 90, Kim Deal de Pixies y The Breeders dio el campanazo. Presentando su primer LP en solitario, la bajista más querida del alternativo nos dio una importante lección: nunca es tarde si la dicha es buena. Temazo tras temazo, un Gigantic por ahí, un Cannonball por allí, Deal consiguió dar un concierto impecable en el que hubo huecos y concesiones a la nostalgia bien traída.
En el mismo escenario, y con un sonido deudor, los irlandeses Fontaines D.C llegaron, vieron y vencieron. Repasando casi por completo su largo Romance, Grian y compañía demostraron por qué se han convertido en la absoluta referencia que son hoy en día: canciones atemporales, ejecución prístina en directo y una conexión brutal con el público. Tampoco faltó el tan necesario alegato en solidaridad con el pueblo palestino, cosa que agradecemos.
Y para rematar nuestra última noche del Primavera Sound 2025, nuestra Pétalo particular con su especial sustancia X: con todas vosotras, la superstar Chappell Roan. La drag lesbiana que nos ha salvado a todas las personas queer estos últimos años, llego al festival y lo hizo suyo. Una puesta en escena de cuento, una banda en estado de gracia, hits inmaculados y una actitud digna de una de las grandes del pop, hizo que nos quitásemos la txapela ante la Roan en su Pink Pony Club. Un sabor de boca perfecto para cerrar esta edición.