Cuando aun no existía Podemos, en octubre de 2010, Neo2 publicó este artículo sobre la ética y estética de los políticos. Han pasado más de 5 años y la situación no ha variado mucho, aunque alguno de los políticos de la nueva generación sí que tomó nota de este cuaderno de estilo. Una propuesta que aun parece vigente, sobre todo a 5 días de las elecciones del 20 de diciembre.
Según datos del centro de investigaciones sociológicas, la imagen de la clase política dirigente no sale muy favorecida a fecha de hoy. Por el bien de la democracia, Neo2 les propone una nueva estética profesional acorde a una ética intachable.
Sin duda, la causa principal de la mala reputación de la clase política española se debe a los numerosos casos de corrupción que suben diariamente a los titulares de la prensa. Este hecho, unido a la falta de medidas eficaces que solucionen la actual crisis económica y sus consecuencias, hace que sea lógico que la opinión pública cuestione la credibilidad y preparación de nuestros dirigentes. A pesar de la honradez y buenas intenciones de la gran mayoría, lo cierto es que, por lo general, estos profesionales, servidores públicos, se presentan ante la sociedad con un estilismo, en el caso de los hombres, más propio de un banquero (cosa que no parece lo más adecuado en los tiempos que corren). La representación femenina es mucho más versátil y correcta, salvo alguna que pretende emular inapropiadamente a Anna Wintour. Todo esto nos ha hecho pensar que, por el bien de la democracia, sería buena idea dedicar un cuaderno de estilo a los políticos. Un ejercicio que transforme la percepción negativa de la ciudadanía mediante la propuesta de un look más acorde a la coyuntura nacional, consecuente en apariencia con la precariedad del estado y que a la vez manifieste dedicación plena al desempeño de sus funciones. En definitiva, reivindicamos la recuperación del rollo progre de los años 70 con un toque folk y vintage. Proclamamos al dénim como tejido democrático por excelencia, y por tanto votamos a favor de su aceptación absoluta, sin miramientos, tanto en actos oficiales como en el Congreso de los Diputados y el Senado. Abolimos el término “formal”, relacionado a la vestimenta, sustituyéndolo por el de “laboral” o “legal”, discrepando totalmente con José Bono sobre la utilización de la corbata como símbolo de corrección, ya que también lo es de corrupción.
Según convenio, podemos afirmar que el origen de los partidos políticos como instrumento de reclutamiento de cargos gubernamentales y representantes del pueblo data de mediados del siglo 19. Resulta curioso que, a pesar de ser una profesión considerada vocacional y que implica gran responsabilidad social, muy pocos profesionales de la política sean realmente politólogos o, lo que es lo mismo, licenciados en Ciencias Políticas, siendo este uno de los sectores donde el intrusismo reina a sus anchas. La mayor parte de los presidentes, ministros, diputados, senadores, parlamentarios y demás cargos públicos electos han estudiado Derecho, Filosofía y Letras o Ciencias Sociales (Periodismo, Sociología, Empresariales, Políticas, Psicología…); por detrás están los licenciados en carreras Técnicas (Ingenierías, Arquitectura…), Ciencias (Físicas, Matemáticas, Químicas, Biológicas…) o Ciencias de la Salud (Medicina, Farmacia, Veterinaria…). También los hay sin ningún tipo de estudios, sin experiencia profesional alguna y hasta sin ideología o militancia real en un partido. Y como lo que cuenta son los votos, hasta una buena carrera cinematográfica basta como argumento ante las urnas para convertirse en político. Dentro de esta caótica situación actual nace en 2010 el primer centro español de formación de políticos, la Escuela de Alta Gestión de Andalucía, con el objetivo de ofrecer unos programas formativos de calidad que proporcionen prestigio a quienes los cursen y confianza a sus electores. La primera promoción acaba de iniciar las clases el pasado mes de septiembre, les mandaremos sin falta este ejemplar por si les puede servir de ayuda o reflexión. (Han pasado 5 años, se supone que habrá salido la primera promoción de este centro, ¿Sabe alguno dónde están? ¿Es Albeto Rivera uno de ellos?).
Imagina que tú y tus colegas de profesión pudierais votar vuestro sueldo y jubilación ideal. Ese lujo solo se lo pueden permitir los políticos. La pasada primavera, después de dos años de crisis, los diputados aprueban bajarse entre un 10 y un 15% una parte de sus ingresos. Hasta la llegada de la crisis, los salarios aproximados de la clase dirigente han sido: Presidente del Gobierno, 89 mil euros anuales, más casi 10 mil euros mensuales en extras (algunos Presidentes autonómicos, provinciales y Alcades cobran más); Vicepresidente, 83 mil euros brutos anuales, más 3 mil euros mensuales como gastos extras; Ministros, 78 mil euros anuales; Presidente del Congreso, 180 mil euros; Parlamentarios, 14 pagas al año de casi 3 mil euros, más entre 800 y 1.700 euros en concepto de dietas y alojamiento, más otros complementos en función del cargo. Mientras todos los diputados y senadores tienen derecho a la pensión completa tras solo 11 años de mandato (si son menos el porcentaje se reduce), algunos nombramientos solo necesitan jurar el cargo para conseguir el 100%. Sin entrar a enjuiciar si los sueldos son justos o no, altos o no, lo que es evidente es que la clase política dirigente no debería tener ningún problema para decorar su hogar a su entero gusto. Eso sí, teniendo en cuenta su mala imagen agravada por la situación económica, lo que les recomendamos en estas páginas es cierta austeridad a la hora de hacerlo. Nada de ostentaciones innecesarias e injustificables, siendo muy recomendable los espacios diáfanos con tendencia minimal como ejercicio para interiorizar y exteriorizar esa transparencia tan demandada por la sociedad.
Nota: Esas cifras son de 2010.
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