PURE BATHING CULTURE
“MOON TIDES”: LOS OCHENTA NOS ATACAN

Estos días hemos estado viendo un anuncio que aseguraba que los ochenta estuvieron bien, pero solo en música. Sin duda, como toda afirmación publicitaria, tiene mucho de arriesgada y simplista, sobre todo si se tiene en cuenta que el spot es originalmente francés. Los ochenta no tienen más a su favor que el hecho de ser la época en la que la música alcanzó su lado más hedonista y reconcentrado, ya consciente de que nada podía afectar en la sociedad o en política y todavía lejos de convertirse una pura industria, devorada por tiburones. Eso, y el paso del tiempo que nos llena de nostalgia, pensando que en aquella época era todo mejor, simplemente porque nosotros éramos más jóvenes. Niños, de hecho. 
Así que publicar un disco como ‘Moon Tides’, el debut de Pure Bathing Culture, parece una estupenda idea. Con unas sumas muy simples, llegas a la conclusión de que los diez tipos que quedan en el mundo que escuchan música de verdad y, sobre todo, los cuatro que están dispuestos a gastarse dinero en ello, son aquellos chavales que en los ochenta veían a sus hermanos mayores contonearse lánguidamente con los sonidos de la época. Como en un anuncio, los veinte primeros segundos de “Pendulum” deberían servir para captarlos. Baterías electrónicas, coros en lugar de voces, oníricos sintetizadores afilados. Un impacto sensorial que ni la magdalena de Proust. Desde esta base, todo el disco transcurre en la búsqueda de un ambiente, de un paisaje que bien explícito aparece en la portada. Y ahí radica un inconveniente, que todo parece tan premeditado que lógicamente acaba en la insistencia, el medio perfecto para alcanzar tus intenciones. No es muy arriesgado, pero suele funcionar, y sobre todo, no te pueden acusar de no haberlo intentado. Es casi una constante en la labor de Richard Swift como productor. Dar esa pátina de uniformidad, de coherencia, pero a veces se pasa. Y luego en sus discos es de lo más ecléctico. Pero ciertamente, no es muy justo dar este argumento. En “Only Lonely Lovers” y “Seven 2 One”, el dúo de Portland se esfuerza por cambiar un poco el ritmo, pero entre medias está “Scotty”, que parece sacada de la BSO de “Superdetective en Hollywood (2)” y así no hay manera. En cualquier caso, ‘Moon Tides’ trata de llevarnos a otro sitio, a otra época, hay una intención en eso, lo que supone una idea previa y un esfuerzo para alcanzarlo. Y hacer todo eso sin hombreras tiene un mérito que es de ley reconocer.

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