Rubearth crea una moda masculina llena de color y diversión, alejándose del blanco y negro, y enfocándose en evitar la sobreproducción mediante la producción local. Incluso incorpora flores tecnológicas.
Gabriel Nogueiras es quien está detrás de la firma que ha devuelto el color a la moda masculina. Sí, se trata de Rubearth, cuyo desfile en 080 Barcelona Fashion ha dado un giro de 360 grados al diseño de la moda para hombre. Un ejercicio que ha venido haciendo desde que hizo sus estudios en Diseño Textil y Moda en Esdemga, pasando por marcas como Carolina Herrera. Ha nacido en Venezuela y tiene una filosofía de sostenibilidad, recordando las tradiciones de su país natal.
Gabriel Nogueiras, fundador y director creativo de Rubearth Crédito: @rubearth
“Cada pieza está pensada para ser atemporal y sostenible, reflejando nuestra filosofía de moda consciente”.
Tu primera vez en 080 Barcelona Fashion, y podemos decir que has dejado huella con tu colección The Green Flash Theory. ¿Cómo has vivido esta experiencia?
(Rubearth) Creo que después de esta experiencia puedo decir con seguridad que sí. Grandes profesionales del sector lo reafirmaron: fue una presentación muy especial y, sin duda, un punto de inflexión para la marca.
En esta nueva propuesta has utilizado muchos estampados de rayas, corbatas como accesorios no convencionales y camisas tropicales. ¿Cómo has logrado que todo tenga coherencia?
(Rubearth) Claramente, no somos una marca minimalista. Pero esa mezcla cobra sentido gracias a dos grandes profesionales que me acompañan en el proceso creativo. Por un lado, Andrea Carandini, que me apoya en la dirección de arte y la composición de colores y prints. Por otro, Otti Ramírez y lynna Hedli, que me han ayudado a que cada look tenga sentido y luzca bien, asegurando un resultado coherente y potente.
Rubearth apuesta por una moda masculina colorida y divertida.
“Evitamos la sobreproducción y seguimos firmes en nuestro compromiso con el Made in Spain”.
¿Podemos decir que con tu colección has reivindicado el color en el armario masculino?
(Rubearth) Un sí rotundo. El negro y el blanco no me representan. Si buscas Rubearth, buscas color, energía, y algo único. Ese toque que transforma lo cotidiano en algo especial. Es esa sensación de abrir el armario, hacer un barrido visual, y decir: ¡ahí está! Esa prenda que no solo se ve, sino que te hace sentir. Rubearth no es solo una marca, es una declaración de estilo.
¿Esta búsqueda de color para el hombre proviene de tu experiencia personal a la hora de vestirte?
(Rubearth) Totalmente. Me veo muy en línea con lo que hago. Siempre me ha gustado mezclar colores, estampados y texturas… Desde pequeño, era algo natural en mí, aunque no siempre fue fácil. Recuerdo haber sufrido bullying en el colegio por vestir diferente, pero nunca lo dejé de lado. Cada pieza que creo lleva esa historia, ese aprendizaje, y esa valentía de ser uno mismo.
Los complementos en las colecciones de la marca son fundamentales. Podemos encontrar corbatas, gorras e incluso máscaras.
“Al repasar mis colecciones anteriores, me di cuenta de que hay un hilo conductor: un look refinado, casi estudiantil al estilo Oxford”.
Otro elemento clave en tu Adn es la sostenibilidad. Y tú la aplicas de verdad. ¿Cómo lo has hecho en esta ocasión?
(Rubearth) En esta colección, trabajamos una propuesta única por temporada que fusiona prendas de invierno y verano, creando looks funcionales para todo el año. De esta forma, evitamos la sobreproducción y seguimos firmes en nuestro compromiso con el Made in Spain, apostando por una producción local y responsable. Cada pieza está pensada para ser atemporal y sostenible, reflejando nuestra filosofía de moda consciente.
¿Nos puedes contar qué hay detrás de esas flores, como las que aparecen, por ejemplo, en una chaqueta rosa?
(Rubearth) Son fruto de una colaboración que ha llegado para quedarse y seguir evolucionando. Nacieron de un flechazo creativo con la artista robótica Monica Rickic. Fusionamos nuestras visiones y creamos elementos como las máscaras faciales, las punteras intercambiables del nuevo mocasín y, por supuesto, las flores. Estas últimas se inspiran en un robot tipo marioneta que reproduce en cámara rápida el brote y nacimiento de una flor.
Con la ropa de Rubearth, todos los hombres se atreverán a combinar colores y estampados.
“El negro y el blanco no me representan. Si buscas Rubearth, buscas color, energía, y algo único”.
He leído que tu colección tiene un enfoque college preppy worker aesthetic. ¿Qué quieres expresar con esto?
(Rubearth) Al repasar mis colecciones anteriores, me di cuenta de que hay un hilo conductor: un look refinado, casi estudiantil al estilo Oxford, fusionado con la funcionalidad y los patrones relajados de la estética japonesa y coreana. Me encanta ese equilibrio entre lo pulido y lo funcional, donde cada prenda no solo es elegante, sino que también ofrece comodidad y versatilidad. Es una mezcla que invita a ser llevada con confianza, sin perder nunca la esencia de lo práctico.
De todos los diseñadores de esta 35ª edición de 080, ¿cuáles han sido tus favoritos?
(Rubearth) Esta edición me pareció otro gran punto de inflexión, tanto a nivel nacional como internacional. La calidad y la ilusión que se respiraban este año no las había sentido en otras ediciones. Fue una experiencia única. Me cuesta elegir solo uno, pero si tuviera que destacar, diría que Ernesto Naranjo me ha dejado fascinado. Su coherencia y nivel son siempre admirables, y este año lo demostró con una propuesta impecable
¿Qué planes tienes para este año?
(Rubearth) Estoy centrado en abrir por fin un estudio-taller que funcione como sede y laboratorio creativo. Quiero seguir explorando la robótica sensible, incorporándola más profundamente en nuestras piezas y, con suerte, también en la experiencia de venta. Además, quiero mantener vivo el carácter artístico y colaborativo de la marca y, por supuesto, seguir presentando colecciones.
