Studio Banana: Creatividad e ideas a sus anchasHay lugares que descubres y sientes que podrías quedarte a vivir en ellos. Ese es el caso de Studio Banana, que, como no podría ser de otra manera, se encuentra en la calle Plátano, en el barrio de Tetuán. Un lugar único dedicado a la creatividad y donde las mejores ideas campan a sus anchas.

Los artífices de la plataforma pionera en creación multidisciplinar son 4 socios, entre los que destaca Key Kawamura y Ali Ganjavian – amigos y estudiantes en Londres de la Royal School of Arts y en la Architectural Association -, quienes se han hecho muy famosos por ser los creadores de la Ostrichpillow.

Imagen superior: los 4 socios de Studio Banana

Studio Banana: Creatividad e ideas a sus anchas

 Imagen superior: Ostrichpillow Loop

Nada más cruzar su umbral, os daréis cuenta que en este santuario de la creatividad hay mucho talento. Y es que además de su equipo propio, aquí también se llevan a cabo proyectos colaborativos con profesionales de distintas ramas y múltiples nacionalidades. Una especie de collage creativo que se retroalimenta por ambas partes. De hecho, su lema es: “el diseño como motor del cambio”, puesto que creen que se trata de una herramienta muy poderosa para generar impacto, cambio, significado y experiencias.

Studio Banana plataforma pionera en creación multidisciplinar

Sorprendentemente, decidieron llevar a cabo este proyecto en 2007, el año por excelencia de la crisis inmobiliaria, básicamente porque pensaron que, a pesar de todo, era el momento de hacer cosas diferentes. De ahí que fuesen unos pioneros y creasen el primer espacio de co-working en Madrid. Con el tiempo, poco a poco fueron llegando al estudio profesionales de diferentes áreas como creadores audiovisuales, ilustradores, arquitectos, fotógrafos, diseñadores 3D, etc… Y cuatro años después abrieron un nuevo estudio en Lausanne (Suiza). A partir de ahí, han seguido expandiéndose, y hace un año volvieron a Inglaterra para abrir un nuevo estudio. Ahora mismo están presentes en 3 ciudades europeas: Madrid, donde están los equipos de Diseño Gráfico, Audiovisual, Comunicación y Things; Lausanne, donde se concentran los especialistas de Workspace y Service Design; y Londres, donde están construyendo un equipo de Innovación.

Studio Banana: Creatividad e ideas a sus anchas

 

 Imagen superior: Batband

A pesar del tiempo y de todos los éxitos cosechados, la Ostrichpillow original, o lo que es lo mismo: “la máquina perfecta para echar una cabezadita”, sigue siendo su producto estrella. Pudieron llevarla a cabo gracias a una campaña de crowdfunding en Kickstarter, e inmediatamente saltó a los tv shows americanos como Good Morning America o el Jimmy Kimmel Show sin apenas darse cuenta. Y es que, aunque creían mucho en él, su éxito fue inusitado y superó sus expectativas, sobre todo, en EEUU, donde llevan ya dos años colaborando con el MoMA de Nueva York.

Studio Banana: Creatividad e ideas a sus anchas

 Imagen superior: Ostrichpillow Go

Después de todo este tiempo y como era de esperar, la familia del Studio Banana ha tenido descendencia. Y recientemente han lanzado Kangaroolight, un experimento que les abrió las puertas a jugar con la tecnología, a desarrollar aplicaciones móviles, y a descubrir la conexión entre el mundo físico y digital. Lo más curioso e interesante que ha pasado con este producto son los múltiples usos que los usuarios le están dando, y día a día no dejan de sorprenderse.

En la actualidad, siguen desarrollando nuevos productos y comercializando los ya existentes, y también están colaborando con empresas y organizaciones en procesos de transformación. Desde instituciones académicas para generar experiencias de formación enriquecedoras, a través de storytelling y ejercicios de marketing y comunicación innovadores y frescos; hasta empresas que quieren reorganizar su cultura de trabajo a través del diseño de experiencias, servicios y nuevos entornos de colaboración y trabajo. Muy interesante.

Sin más, y como habéis podido comprobar, Studio Banana es toda una caja de sorpresas, y, ante todo, una forma de ver el mundo. ¿Quién dijo que la creatividad y el diseño no podrían salvarnos? Food for thought.