TAMBIÉN LA LLUVIA

UNA PELI QUE NO TIENE MUCHO DE ICÍAR BOLLAÍN

Siempre me ha gustado el cine de Icíar Bollaín, porque la veía genuinamente auténtica, hacía cine social de verdad, sin darse las ínfulas del infame Fernando León de Aranoa, al cual se le ve venir de lejos, esforzándose hasta reventar en tocarnos la “fibra” sin conseguir nada más que hacer construcciones de cartón piedra. El cine de Icíar ha sido siempre verosímil, sincero, realista, natural, muy medido, muy bien escrito, y sobre todo con una dirección de actores superlativa. Pero en el caso de También la Lluvia, Bollaín ha decidido encargarle la elaboración del guión a su pareja actual, Paul Laverty, gran error, porque de su mano, creo que las virtudes de Icíar Bollain como autora cinematográfica se han quedado diluidas en el éter de la mano de un guión que no engancha, y que de primeras amenaza con descarrilar estrepitosamente. No se entiende qué es lo que nos quieren contar, ni cual es el “mensaje “ ni la moraleja, que pretenden instalar en nuestras conciencias. Nos encontramos pues ante un relato condicionado por dicho mensaje, y no al revés, hecho que hace peligrar el conjunto del film quedando relegado a un simple panfleto de aristas desdibujadas. Sin embargo, la maestría de la dirección de actores de Bollaín, hace que También la Lluvia, se salve de la quema en la ultima media hora, en la que sin saber por qué la historia te atrapa sin remedio de una manera bizarra, porque te emocionas a la vez que eres consciente de que te están tomando el pelo. A Icíar hay que seguirle la pista, si su próxima película la escribe ella, yo no me la pierdo por nada del mundo.

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