‘Currents’ es el salto electrónico de Kevin Parker que ha generado polémica
Ocurre con muy poca frecuencia que un disco reciba críticas dispares, ya no sólo entre el público y la prensa, sino entre los propios medios especializados. ‘Currents’, el último lanzamiento de Tame Impala y tercer largo de su carrera, ha sido etiquetado como “obra maestra perfecta” por la certera pluma de Pitchfork, se ha merecido un notable por parte de cabeceras como NME, Jenesaispop o Mondosonoro y ha recibido el suspenso bajo y la indiferencia de mano de Tiny Mix Tapes o Hipersónica. La grieta se hace incluso más profunda entre sus fans, que o bien encumbran a Kevin Parker como genio absoluto de su generación o bien preparan una hoguera para quemar sus discos y borrar su recuerdo para siempre. Sea como sea, no ha pasado desapercibido.
La culpa de toda esta polémica se puede apreciar desde los primeros segundos de ‘Let It Happen’, corte inicial y single del álbum, donde los sintetizadores toman el mando y acaban de un plumazo con el concepto preconcebido que teníamos de Tame Impala. Porque si por algo nos llamó la atención el grupo en el pasado fue precisamente por contemporaneizar el sonido del rock psicodélico de los setenta. Primero con ‘Innerspeaker’ y más tarde con el aclamado ‘Lonerism’, Parker nos hacía creer que poseía la fórmula para devolver al rock a las listas de éxitos. Y gracias a riffs como el de ‘Elephant’ o melodías como la de ‘Feel Like We Only Go Backwards’ lo conseguía, congregando a una legión de fans cada vez mayor que se congratulaba de encontrar guitarras distorsionadas entre un panorama cada vez más electrónico.
Lo que estos fans no sabían es que para Parker todas esas guitarras no eran más que un artificio, un traje con el que vestir unas composiciones mucho más cerca del pop que del rock canónico, y que al igual que sucede con las prendas, estas van cambiando según nos hacemos mayores. Y esto es precisamente lo que ha sucedido en ‘Currents’, un disco que se fundamenta y representa la evolución interna de Parker como músico, pero también como persona. A efectos prácticos, las guitarras han desaparecido completamente para dar paso a sintetizadores de sonido ochentero con los que crear texturas y experimentar. Todos los temas miran ahora hacia el R&B, el neo-funk, el soul y hasta la música disco, siendo todos y cada uno de ellos carne de remix -como el que recientemente han realizado HAIM. La exploración de estos estilos se concreta en piezas que combinan ritmos minimalistas y repetitivos cercanos a Michael Jackson o Daft Punk sobre los que desplegar un abanico de texturas a base de sonidos sintéticos.
Sin embargo, toda esta evolución sonora no oculta la verdadera -y única- naturaleza de las canciones de Tame Impala, y se mantiene su poso psicodélico. Éste se puede apreciar en las atípicas estructuras rítmicas de ‘The Moment’, ‘The Less I Know The Better’ o ‘Love/Paranoid’, así como en la omnipresente reverb que modula la voz de Parker y que crea la sensación de estar cantada en un plano diferente al de la realidad. ‘Currents’ demuestra, por tanto, que el discurso personal conseguido en las dos anteriores entregas se mantiene intacto, tan sólo hay que saber buscar.
El problema -porque siempre hay un problema- de este giro (no tan) radical es que resulta complicado acertar en todas las ocasiones, y de los 13 temas que componen el álbum no todos superan el corte. Así, interludios como ‘Nang’, ‘Gossip’ o el casi jingle ‘Disciples’ no soportaran el paso del tiempo, los ya mencionados ‘Let It Happen’, ‘The Less I Know The Better’, ‘Cause I’m A Man’ y la imprescindible ‘Eventually’ se han convertido en posibles candidatos no sólo a canción del año, sino algo más.
“Sí, estoy cambiando. Sí, voy hacia adelante. Y si no piensas que es un crimen puedes acompañarme”, canta Parker en ‘Yes I’m Changing’, una explicación clara y concisa que resume ‘Currents’ a la perfección. Hagámosle caso.