TANLINES, LOS EFECTOS DEL SIGLO XX1 SOBRE LA MÚSICA

Está bien eso de hacerse mayor. No todo son achaques, mala memoria y largas convalecencias de las resacas. Hay cosas que lo compensan, como la capacidad para apreciar aspectos que décadas antes aborrecías. Con menos prejuicios se puede disfrutar de más cosas.“Mixed Emotions” de Tanlines es un buen ejemplo. De su época de remezcladores (desde Au Revoir Simone a El Guincho) han extraído experiencia para crear 12 canciones en las que verter influencias variopintas. A veces es electrónica independiente ochentera (“All Of Me”), otras el rollo es prácticamente new romantic (“Abby”), o percusiones caribeñas (“Real Life”), o incluso un homenaje, quién sabe si involuntario, a The Beach Boys (el estribillo de “Lost Somewhere” es puro “I’m Know There’s An Answer” y la letra parece un diálogo con el tema clásico). Tres de esas cuatro referencias habrían bastado para ponerlo bajo sospecha hace más de una década. Hoy no. Hoy, afortunadamente, es posible ver la obra en conjunto. Es, como dice el compositor y percusionista del dúo, Jesse Cohen, “el resultado de hacer música en el siglo XXI. Antes solo escuchabas la música que te recomendaba tu círculo cercano. Hoy es distinto. En una mañana tienes a 10 personas diferentes que te mandan 10 versiones distintas de la última canción de Pitbull”. Así que quizá no sea la edad, si no la accesibilidad lo que ha acabado con nuestras manías. Sea lo que sea, gracias. Con la cabeza vacía y los oídos llenos se aprecia un disco variado pero homogéneo, divertido, lo que es mucho decir en este tiempo de seriedad y transcendentalidad de mercadillo. Un disco al que quizá, a veces, se le ven las costuras en forma de ritmos marcados, bien de revert en las voces y, eso, estribillos de eficacia probada durante 30 años. Pero bueno, al fin y al cabo, habíamos quedado en que nada de prejuicios, ¿no?