Los trabajadores de las plantaciones de Lusanga (Congo) construyen su museo White Cube con el estudio OMA y el artista holandés Renzo Martens finaliza su filme documental sobre ellos y las prácticas de descolonización y descentralización del arte. Se podrá ver a partir del día 24 de marzo en 10 instituciones y 4 continentes.
La descolonización, la restitución de lo que occidente robó a África durante las colonias, la moral, el #BlackLivesMater, las desigualdades globales, los sistemas de patrocinio, los modelos rotos del mercado del arte y un largo etcétera forman parte del documental que Renzo Martens acaba de finalizar.
La película, que lleva por nombre White Cube —como el museo— se proyectará a partir del 24 de marzo cada día en las paredes exteriores del museo White Cube en Lusanga (República Democrática del Congo). También se podrá ver en Lubumbashi (ciudad congoleña) y simultáneamente en todo el mundo: Lagos, Tamale y más destinos de África, además de Londres, Bruselas, Berlín y Países Bajos en Europa. Moscú, Tokio, Indonesia en Asia y Melbourne en Oceanía.
Foto portada: Fotograma de White Cube, Matthieu Kasiama entra en el White Cube.
Durante la presentación, también se anunciará la primera gran exposición individual del artista ghanés de renombre internacional Ibrahim Mahama en el White Cube de Lusanga. Mahama es conocido por sus grandes instalaciones realizadas con sacos y textiles procedentes de exportaciones coloniales y que han sido expuestos en la bienales tan reconocidas como la de Venecia o Documenta.
El museo White Cube en el Congo, es literalmente una figura geométrica blanca y ha sido diseñado por el prestigioso estudio neerlandés OMA —Office for Metropolitan Architecture— fundado en 1975 por el arquitecto, como no, también holandés Rem Koolhaas, perteneciente al star system de la arquitectura de los 1990s junto con con otros arquitectos estrella que iban dejando su sello a través de imponentes edificios idiosincrásicos alrededor del mundo.
Acerca de el filme White Cube
El documental White Cube sigue al Cercle d’Art des Travailleurs de Plantation Congolaise (CATPC) /Círculo artístico de trabajadores de plantaciones congoleñas, una cooperativa con sede en una antigua plantación de Unilever en Lusanga. Para quienes no conozcan Unilever seguro que si les sonará marcas como Hellmann’s, Axe, Dove y Lux, entre otras. Y es Unilever es una multinacional británico-neerlandesa creada en 1929 como resultado de la fusión de Margarine Unie, compañía neerlandesa de margarina, y Lever Brothers, fabricante inglés de jabones ¡Queda todo dicho!
La película documenta el nuevo precedente que los trabajadores de las plantaciones congoleñas sientan al cooptar con éxito el concepto del “cubo blanco” en arte. Se trata de una historia esencialmente africana: los trabajadores de una plantación en un pequeño pueblo de Ghana se enfrentan al enorme sistema artístico occidental dirigido por el capitalismo y lo hacen funcionar en su propio beneficio para liberarse del legado colonial y ganar plena autonomía. Lo más impactante es que funciona y han cosechado un enorme éxito con ello, tanto financiero como artístico. Con eso,
han podido recomprar sus tierras a empresas internacionales de plantaciones y las han asegurado para las generaciones futuras.
Así pues, el filme es la historia del éxito de CATPC en su tarea descolonizada y ecológica al poner fin al destructivo sistema de monocultivo en sus tierras.
¿Qué es el cubo blanco?
Ese espacio “neutral”, un lugar sin expresión ni mensaje, en el que se expone arte, es denominado “cubo blanco”. El propósito de aplicar este concepto de espacio expositivo es alcanzar un punto donde el contexto desaparece y aparece únicamente el arte, como lo primero y más importante.
CATPC en Lusanga y sus esculturas de chocolate
Y eso es lo que han hecho los habitantes de Lusanga (antes propiedad y gestión de Unilever), descontextualizar su arte y adoptar el sistema occidental de mercantilización del arte. Para ello formaron una cooperativa en la que hacen esculturas con arcilla del río. Las esculturas se escanean en 3D en Lusanga y luego se envían a Ámsterdam, donde se reproducen en chocolate. Estas esculturas se han expuesto y vendido en las principales instituciones, galerías, museos y ferias de arte de todo el mundo.
Con los ingresos obtenidos, los trabajadores no sólo han podido recomprar sus tierras a las empresas que las poseían desde la década de 1920, sino que también han tenido los medios para trabajar con el estudio de arquitectura OMA y hacer que diseñen y construyan una galería de arte en funcionamiento en su plantación. ARCH Daily (el sitio web de arquitectura más visitado del mundo, [sic.]) acaba de nominar este edificio para sus premios Building of the Year de 2021.
Vista instalación CATPC @ SculptureCenter. Foto: Joshua Bright NYT
La idea de Renzo Martens
Renzo Martens es un artista holandés que actualmente vive y trabaja en Amsterdam y Kinshasa en el Congo, donde ja pasado los últimos diez años. Martens ya presentó un polémico y provocador documental titulado Enjoy Poverty, un documental que sugiere que el Congo comercializa su pobreza como un recurso natural.
La idea de Renzo para este proyecto surgió tras una visita a la Tate Modern de Londres, donde le llamaron la atención los encargos de Unilever. Allí comenzó a pensar en las personas que trabajan en las plantaciones (de Unilever y otras) de todo el mundo, que siguen ganando cantidades mínimas mientras trabajan en condiciones terribles.
Quiso invertir este sistema de beneficios para las multinacionales y encontrar una nueva forma en la que las personas pudieran utilizar el arte como medio de empoderamiento, permitiéndoles recuperar sus tierras y sus vidas.
Retrato de Renzo Martens con una escultura de CATPC
Martens ha ayudado con los contactos y las ideas, también tuvo a René Ngongo, fundador de Greenpeace Congo, de su lado, y la gente de Lusanga tuvo las agallas de creer en este proyecto y realmente hacer algo con él.
Un claro alegato de como las cosas pueden comenzar a cambiar y funcionar.
Las tres imagines superiores: Fotogramas de White Cube, Renzo Martens, © Institute for Human Activities