Celebramos el Día Internacional de la Mujer Trabajadora con esta selección de cintas de ayer y de siempre dirigidas por ellas. Drama, terror, comedia, biopics, cine bélico… Había muchas más, pero nos quedamos con estas diez. Feliz 8 de marzo:
El crimen de Cuenca (1979, Pilar Miró, España)
La España profunda quedaba reflejada una vez más en esta recreación de los famosos hechos reales. Lo de sacar a la benemérita torturando al personal no gustó mucho a las autoridades y la película se topó con la obstrucción del entonces ministro de Cultura, Ricardo de la Cierva. Se estrenó dos años después, bajo autorización del Tribunal Supremo.
Big (1988, Penny Marshall, EE.UU.)
La miticada ochentera del reportaje. Más cercana a la comedia romántica que al género fantástico, y más al cine comercial que al de culto, es indudable su influencia en la cultura popular. Además de réplicas indisimuladas como Si yo tuviera 30 o 17 otra vez (a la inversa), la escena del piano gigante ha sido parodiada en Los Simpson, Futurama y Padre de familia.
El piano (1993, Jane Campion, Nueva Zelanda/Australia/Francia)
Campion se encargó de dirigir, escribir y producir este dramón que dio la vuelta al mundo. Las penalidades de esta pianista muda (Holly Hunter, que consiguió tocar ella misma en sus escenas las composiciones de Michael Nyman) y su hija (una Anna Paquin aún niña) barrió en taquilla y festivales, acaparando tres Oscars entre sus múltiples reconocimientos.
American Psycho (2000, Mary Harron, EE.UU.)
Esta adaptación de la novela homónima de Bret Easton Ellis llegó para confirmar lo que todos sospechábamos: que los yuppies son unos psicópatas. Christian Bale saltaba a la fama mundial en una de sus interpretaciones más aclamadas, que años después sigue dando mucho juego gracias a su popular meme.
Lost in translation (2003, Sofia Coppola, EE.UU./Japón)
La hija de Francis supo explicar como nadie lo solo que se sentía Bill Murray en medio de Japón, a pesar de tener a Scarlett Johansson haciéndole compañía. Murray se quedó con las ganas del Oscar en la única nominación de su carrera, pero Sofia se llevó el gato al agua con el de mejor guión original.
Monster (2003, Patty Jenkins, EE.UU.)
Otra historia real de crímenes llevada a la gran pantalla. Una irreconocible Charlize Theron se puso en la piel de la asesina en serie Aileen Wuornos en una de las mejores interpretaciones de su carrera. Le valió el reconocimiento de la crítica, el público y el gremio, que entre otros muchos galardones le otorgó el Oscar a mejor actriz.
La vida secreta de las palabras (2005, Isabel Coixet, España)
Tras los buenos resultados de Mi vida sin mí, Coixet volvió a confiar en Sarah Polley para el papel protagonista de su siguiente película, donde esta vez estaría acompañada por Tim Robbins. Consiguió ser la cinta más galardonada en la XX edición de los Goya, llevándose cuatro: mejor película, mejor director, mejor guión original y mejor fotografía.
Pequeña Miss Sunshine (2006, Valerie Faris/Jonathan Dayton, EE.UU.)
Comedia inteligente narrada a ritmo de road movie, con uno de esos grotescos concursos infantiles de belleza como excusa para contar los problemas de esta familia muchísimo más disfuncional que las de Spielberg a bordo de su Volswagen Combi. Cosechó multitud de galardones, entre ellos los Oscars a mejor guión original y mejor actor de reparto.
En tierra hostil (2008, Kathryn Bigelow, EE.UU.)
A pesar del polémico mail que su productor envió a los académicos días antes de la gala, Bigelow consiguió robarle el Oscar a mejor película a su ex, James Cameron, que optaba con Avatar. El drama sobre la Guerra de Irak se llevó seis estatuillas, a pesar de la poca gracia que hizo entre militares activos y veteranos.
También la lluvia (2010, Icíar Bollaín, España/Bolivia/Francia)
Para su quinto largometraje como directora, Bollaín decidió llevar a la pantalla un guión de su pareja, Paul Laverty, en lugar de trabajar con un texto suyo. Cine dentro del cine para denunciar en realidad la denominada Guerra del agua que vivió Bolivia alrededor del año 2000. Aclamada por la crítica y arropada por los premios.