
Del 3 al 7 de septiembre, Ars Electronica volverá a situar a Linz en el epicentro internacional del encuentro entre arte, tecnología y sociedad.
Panic – yes/no es el título de esta edición de Ars Electronica, que reflexiona sobre la incertidumbre en tiempos de crisis y propone el arte como herramienta para afrontarla. El festival reúne exposiciones, conciertos, performances, conferencias y talleres en un programa diverso y multidisciplinar, que tomará Postcity por última vez.
Foto superior: Cultural Astronomy. Melinda File, Benedikt Pfisterer, Lisa Hochgatterer, Dan Tell, Rita Gautschy. Foto: Magdalena Sick-Leitner
Camilla Sparksss, Barbara Lehnhoff. Foto: Roger Weiss
Panic – yes/no
Ars Electronica 2025 llega cargado de arte, innovación y pensamiento crítico. Del 2 al 7 de septiembre, Linz desplegará un intenso programa de exposiciones, conciertos, performances y encuentros, con el histórico Postcity como sede principal por última vez. Entre lo más esperado, destacan la exposición temática, las muestras de los ganadores del Prix Ars Electronica y del Starts Prize. Además de citas emblemáticas como la Big Concert Night o la Futurelab Night.
Cybernetic Subjects. Bauhaus-Universität Weimar. Foto: Peechana Chayochaichana
Panic Mode: On/ V2_, Lab for the Unstable Media. Foto: Dani Ploeger
El festival también acogerá un simposio internacional sobre cómo afrontar el pánico en tiempos de crisis bélicas, climáticas y tecnológicas. Se prestará especial atención a la soberanía digital, la inteligencia artificial y el papel del arte en la transformación social. Para el público familiar, la sección create your world abrirá laboratorios de experimentación gratuita para imaginar juntos futuros posibles.
Laure Prouvost, We Felt a Star Dying, 2025. © 2025 Laure Prouvost. Foto: Andrea Rossetti © VG Bild-Kunst, Bonn 2025
Una ciudad convertida en escenario
Ars Electronica 2025 desplegará su programación en 19 sedes repartidas por el centro de Linz. El imponente complejo de Postcity, con 80.000 metros cuadrados, será escenario principal por última vez. Este acogerá gran parte de las propuestas en la intersección entre arte, tecnología y sociedad. Además, el festival se expandirá por lugares emblemáticos de la ciudad como la Catedral de San Mary’s, el Design Center, el Ok Linz, el Lentos Kunstmuseum, la Universidad de Artes de Linz, el Ars Electronica Center o el Brucknerhaus, entre otros. También se sumarán cuatro sedes asociadas: Fitfitu%, el IT:U Pop-Up Store en la plaza principal, Kunstraum Memphis y Turm 20.
Synthetic Memories. Domestic Data Streamers. Foto: Domestic Data Streamers
Lo imperdible de Ars Electronica 2025
La programación de Ars Electronica 2025 estará marcada por una serie de citas clave que recorrerán desde la música hasta la investigación artística más avanzada. La apertura oficial tendrá lugar el 3 de septiembre en la Catedral de Linz. Habrá actuaciones del músico vienés Luca Malina, la soprano Erika Colon y el coro de lengua de signos. También se podrá ver un adelanto de la Klangwolke y la Walzersymphonie. Una reinterpretación de la obra de Johann Strauss II, creada con inteligencia artificial en colaboración con la Futurelab.
Brian, Joyh Design, Oliver Thomas Hamedinger, Jade Bailey. Foto: Joyh Design
El 4 de septiembre será el turno de la ceremonia de los Prix Ars Electronica, en el Design Center Linz, donde se entregarán los prestigiosos Golden Nica. Los finalistas son Paula Gaetano Adi (Ar), Navid Navab (Ir/Ca) y Garnet Willis (Ca). En esta ocasión también se entregarán los galardones Starts Prize y el Premio Europeo de Ciencia Ciudadana. El 5 de septiembre destaca la Big Concert Night, en la Postcity, con un programa que rememora los 80 años del fin de la Segunda Guerra Mundial, incluyendo partituras rescatadas de Auschwitz y la ópera El Emperador de la Atlántida compuesta en el campo de Theresienstadt. Esa misma noche, el festival se abre al pulso electrónico con la Nightline, que reunirá a figuras como la española María Arnal y a otros artistas suizos e internacionales.
Coexist / Emergence Delft. Foto: Emergence Delft.
La música experimental seguirá con Sonic Saturday (5 y 6 de septiembre), un encuentro de referencia en la Universidad Anton Bruckner dedicado al sonido espacial y la investigación electroacústica. Este año examina cómo el sonido traduce la experiencia del pánico y la crisis. El 6 de septiembre, la Futurelab Night transformará el Deep Space 8K del Ars Electronica Center en un laboratorio inmersivo, presentando proyectos de investigación que combinan arte, ciencia y tecnología. Desde experiencias multijugador en mundos virtuales hasta orquestas de origami robótico y un traductor especulativo entre humanos y cuervos.
Quitting Smoking Might Be Easier. Lisa Großkopf. Foto: Lisa-Großkopf/Bildrecht
Exposiciones que piensan el presente
El núcleo del festival será, una vez más, Postcity, el monumental espacio industrial que acoge las propuestas más ambiciosas de cada edición y que en 2025 se despide como sede central. Allí tendrá lugar la Theme Exhibition, dedicada al pánico como fenómeno cultural y social. Entre sus piezas más significativas destaca Dynamics of a Dog on a Leash, del artista japonés Takayuki Todo, una instalación robótica que genera simultáneamente temor y compasión, recordándonos la delgada línea entre lo vivo y lo artificial. También estará presente el colectivo británico Marshmallow Laser Feast con Sweet Dreams, una crítica mordaz a la publicidad que enmascara las lógicas de consumo y producción alimentaria.
Calm Code. Artcor. Creative Industries Center, Technical University Of Moldova, Moldova State University. Foto: Mihai Stamati
Prix Ars Electronica Exhibition
Otra cita imprescindible será la Prix Ars Electronica Exhibition, que ocupa el Lentos Kunstmuseum y la St. Mary’s Cathedral. Considerado el premio más prestigioso del arte digital, reúne proyectos que cuestionan los límites de lo humano y lo tecnológico. Entre ellos, el Golden Nica en New Animation Art para Requiem for an Exit de Thomas Kvam y Frode Oldereid (Noruega); el Golden Nica en Artificial Life & Intelligence para Guanaquerx de la argentina Paula Gaetano Adi, una obra que combina robótica y política; y el Golden Nica en Digital Musics & Sound Art para Organism, del iraní-canadiense Navid Navab junto a Garnet Willis, presentado en la catedral como experiencia inmersiva de sonido y luz.
Organism + Excitable Chaos. Navid Navab, Garnet Willis. Foto: Miha_Godec
Starts Prize Exhibition
En paralelo, la Starts Prize Exhibition, vinculada a la Unión Europea, presentará proyectos en los que la investigación artística se cruza con ciencia y tecnología. Destacan Sensing Quantum (Las Art Foundation), que traduce en experiencias sensoriales los complejos principios de la física cuántica; AI War Cloud Database (Sarah Ciston, EE.UU.), que denuncia los vínculos entre la inteligencia artificial y la industria militar; y The Wild Future Lab (Kairos Futura, Kenia), que imagina un Nairobi de 2045 regenerado mediante biomímesis.
The lost limbo: Sister Lin-Tou, MeimageDance. Foto: MeimageDance
Música y artes escénicas
La música es, como cada año, otro de los grandes lenguajes de Ars Electronica. El Big Concert Night tendrá una carga simbólica especialmente fuerte. 80 años después del final de la Segunda Guerra Mundial, se presentará una nueva producción de The Emperor of Atlantis or The Disobedience of Death, la ópera compuesta en 1943 en el campo de concentración de Theresienstadt. Una obra que convierte el arte en acto de resistencia frente al horror.
Restlessness. Alfredo Miralles Benito, Jaime Redondo, Pedro Fraguela, Sayaka Fujio. Foto: Miguel Mendoza Malpartida
En un registro diferente, la Nightline transformará la nave central de Postcity en un universo de música electrónica, con artistas como Maria Arnal, que presentará su performance radical Ama, o la canadiense Camilla Sparksss, conocida por sus directos multisensoriales.
FlexFab. FlexFab Foto: Maria Guta
El programa sonoro se completa con Sonic Saturday, dos días dedicados al arte sonoro y la música experimental en la Universidad Anton Bruckner. El ciclo Audible Denial, Sonic Unheard, comisariado por Volkmar Klien y Enrique Mendoza, indaga en el papel del sonido en contextos de crisis: como desencadenante de pánico, pero también como vehículo de consuelo o resistencia.
Large Language Writer. Leo Mühlfeld, Lucy Li, Alan Schiegl.Foto: Fritz Enzo Kargl
Conferencias y pensamiento crítico
El Theme Symposium será el espacio donde artistas, teóricos y científicos dialoguen sobre cómo gestionar el pánico contemporáneo. Entre los nombres más destacados figuran Trevor Paglen, conocido por su trabajo en torno a la vigilancia y la infraestructura invisible de internet; Marina Otero Verzier, investigadora y curadora española que explora las arquitecturas del poder; y el colectivo Domestic Data Streamers, especializado en convertir datos complejos en experiencias visuales y narrativas.
Synthetic Memories. Domestic Data Streamers. Foto: Domestic Data Streamers
Otros encuentros pondrán el foco en el cruce entre arte y educación, en la transformación del teatro a través de la IA y en la creación de nuevos lenguajes performativos. Todo ello con un objetivo común: repensar cómo las artes pueden contribuir a imaginar democracias más inclusivas en tiempos convulsos.
Requiem for an Exit. Frode Oldereid, Thomas Kvam. Foto: Thomas Kvam
Universidades, jóvenes y futuro
La Campus Exhibition reunirá proyectos de 37 universidades de todo el mundo, entre ellas Stanford, Osaka University o Parsons School of Design. Será un espacio para descubrir cómo los futuros artistas y diseñadores ensayan formatos especulativos y experimentales para un mundo en transformación. Por su parte, Create your world ofrecerá un entorno abierto y participativo para familias, jóvenes y curiosos. Aquí se podrán probar instalaciones interactivas, prototipos tecnológicos y propuestas educativas innovadoras.
Guanaquerx, Paula Gaetano Adi. Foto: Pavel Romaniko. Guanaquerx, Paula Gaetano Adi
Un adiós a Postcity
Ars Electronica 2025 será la última edición celebrada en Postcity, el gigantesco complejo industrial que se convirtió en símbolo del festival. Su clausura marca el fin de una etapa, pero también la apertura de nuevas rutas. Con más de 19 sedes activadas en la ciudad de Linz, el festival sigue demostrando que el arte contemporáneo no es solo espectáculo. También es un espacio donde la tecnología se politiza, la ciencia se humaniza y lo social se imagina de otra manera.
Lua Jungck. Foto: Mik Matter
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