Tom Sachs presenta su quinta y más reciente expedición al cosmos, Space Program: Infinity, en el Dongdaemun Design Plaza (DDP) de Seúl.
Space Program: Infinity, que estará abierto al público hasta el 7 de septiembre, desafía las nociones preconcebidas de la exploración espacial con una provocadora declaración de Tom Sachs: “Olvídense de Marte. Estamos cambiando de dirección”. Este icónico edificio de Corea del Sur, diseñado por la arquitecta Zaha Hadid, sirve de telón de fondo para la exposición.
Redefiniendo la exploración espacial
Desde 2007, Tom Sachs ha redefinido la exploración espacial a través de su arte. Su universo, meticulosamente construido con materiales cotidianos como madera contrachapada, gomaespuma, cartón y cinta adhesiva, es un testimonio de su ingenio y su compromiso con el bricolaje como forma de expresión artística. Su primera misión, un detallado alunizaje con un Módulo de Excursión Lunar (LEM) a escala real, demostró la urgencia y el ritual inherente a estos eventos cósmicos.
A lo largo de los años, sus proyectos han evolucionado, llevando a sus astronautas a recolectar muestras en Marte (2012), a oficiar una ceremonia del té en Europa, una de las lunas de Júpiter (2017), y a cosechar minerales en Vesta, el asteroide más cercano a la Tierra (2021).
Space Program: Infinity marca un punto de inflexión en esta saga
Es la primera vez que Tom Sachs aborda directamente la idea de la corrección de rumbo y los encuentros extraterrestres inesperados, explorando los riesgos y recompensas de aventurarse en la inmensidad del universo y la vasta profundidad de la mente. “Un microscopio y un telescopio son prácticamente lo mismo; el espacio interior y el exterior presentan inmensos desafíos”, explica Sachs, sugiriendo que la verdadera exploración no solo se dirige hacia las estrellas, sino también hacia nuestro interior.
Sus astronautas, equipados para la supervivencia en cualquier escenario, se sobreviven con “un salvavidas hecho de cartón”. Una metáfora de la dependencia de la humanidad en la creatividad y la imaginación para navegar lo desconocido.
La experiencia del visitante es una inmersión total en este cosmos hecho a mano.
El viaje comienza al atravesar la Robert Irwin Scrim Clean Air Room (RISCAR). Un espacio de purificación que libera a los espectadores de las “impurezas terrenales” antes de adentrarse en la exposición. El recorrido continúa a través de un laberinto de salas que albergan más de 200 obras. Incluye artefactos de misiones anteriores y una docena de piezas nuevas creadas específicamente para la muestra.
Entre ellas destaca Faith, una instalación multimedia interactiva que insta a los participantes a reflexionar sobre su identidad, sus relaciones y su propia existencia. Al final del camino, aquellos que perseveren serán “consagrados en el Salón de los Inmortales”. Un acto final que subraya el carácter ritual y trascendental de la obra de Sachs.
La meticulosidad de Tom Sachs es palpable en cada pieza
En Space Program: Infinity los objetos icónicos y cotidianos son recontextualizados para crear obras de arte únicas e inolvidables. Sachs, que utiliza los materiales básicos, ha convertido un simple trozo de madera o cartón en una pieza de un rover marciano o una taza de te. Demostrando que la grandeza se puede encontrar en lo ordinario. Su Space Program: Infinity ofrece una emoción visceral, una exploración que va más allá de lo físico para adentrarse en un reino de auto-reflexión y trascendencia. Consolidando a Tom Sachs como un maestro en la creación de mundos singulares y cautivadores.
Dongdaemun Design Plaza
Hasta el 7 de septiembre
