
Marguerite Humeau combina arte, ciencia y ficción especulativa para imaginar mundos donde lo humano, lo animal y lo tecnológico se funden en una misma respiración.
Entrevistamos a la artista francesa Marguerite Humeau, cuya obra entrelaza ciencia, mito y emoción para explorar los límites de lo humano y lo no humano. Próximamente, la artista inaugura Torches, en el HAM Helsinki Art Museum y Scintillae, en el White Cube de New York, dos exposiciones que continúan su investigación sobre los orígenes de la vida, la transformación y las emociones que emergen en la oscuridad.
Imagen superior: Migrations (El Niño, Kuroshio, La Niña), 2022, 59th International Art Exhibition of La Biennale di Venezia, comisaria: Cecilia Alemani. Foto: Roberto Marossi, cortesía de la artista, Clearing y White Cube.
Torches, Arken Museum, 2025 © Marguerite Humeau. Foto: Mathilde Agius. Cortesía de la artista.
Marguerite Humeau es hoy una de las artistas más relevantes y sofisticadas de la escena internacional. Su práctica se nutre de la ficción especulativa y el diálogo con el saber científico, tejiendo narrativas que combinan investigación, imaginación y ritual. Desde sus primeras esculturas con cajas de voz de criaturas extintas, la voz y el sonido se han convertido en el núcleo de su trabajo, dando lugar a experiencias inmersivas que trascienden la escultura como objeto y generan experiencias casi hipnóticas. Proyectos como meys o Migrations exploran la crisis climática y los ecosistemas en transformación, invitando al público a imaginar nuevas formas de vida en común. Su exposición Torches se presenta actualmente en Arken Museum (Dinamarca) y viajará en breve a Ham Helsinki. En enero inaugurará en White Cube New York una muestra concebida como una cueva emocional, donde cada entidad encarna una emoción inédita.
Retrato de Marguerite Humeau. Orisons, 2023 Foto: Julia Andréone/ Florine Bonaventure
Los inicios de la ficción especulativa
Belén Vera: Háblanos sobre tus comienzos. ¿Recuerdas qué despertó tu interés por explorar mundos especulativos y narrativas casi mitológicas?
Marguerite Humeau: Allá por 2009–2010, mientras estudiaba en el Royal College of Art en Design Interactions, me fascinó la idea de replicar voces. Tras realizar un taller sobre biotecnología me pregunté: ¿y si pudiéramos recrear las cuerdas vocales de cantantes famosos para que, incluso después de su muerte, pudiéramos escucharlos interpretar nuevas canciones de forma analógica? A partir de ahí imaginé una ópera de los muertos y más tarde las voces de criaturas extintas. Esto se convirtió en mi proyecto de graduación, una ópera de animales prehistóricos donde intenté resucitar la voz de un mamut y de otros. Como las cuerdas vocales no fosilizan, hablé con paleontólogos y biólogos, pero comprendí que la especulación era el lugar desde el que debía intervenir como artista. Donde terminaba la ciencia, entraba la imaginación.
Echoes. Vista de la instalación. 2015. Foto: Marguerite Humeau/ Duve Berlin.
Desde entonces he ampliado esta investigación, tratando cada proyecto como un punto en un diagrama espacio-temporal que nos conecta con lugares y momentos lejanos. Colaboro con expertos, no solo científicos, sino también recolectores, videntes o geomantes. Mi papel es entretejer estas formas de conocimiento con la imaginación y la investigación, creando obras que existen en los intersticios entre el saber oral, el saber científico y la ficción especulativa, explorando cómo podrían haber sido las cosas y cómo podrían seguir evolucionando.
Migrations (El Niño, Kuroshio, La Niña), 2022, 59th International Art Exhibition of La Biennale di Venezia, comisaria: Cecilia Alemani. Foto: Roberto Marossi, cortesía de la artista, Clearing y White Cube.
“Más tarde recreé la voz de Cleopatra, pidiéndole que cantara en lenguas extintas. Sin objeto físico, la pieza bastaba para imaginarlo todo. Ella se vuelve intemporal, viaja por el espacio y resuena a través de la historia.” Marguerite Humeau.
Torches, Arken Museum, 2025 © Marguerite Humeau. Foto: Mathilde Agius. Cortesía de la artista.
B.V.: Tus obras sonoro-escultóricas generan atmósferas casi rituales. ¿Qué tipo de experiencia sensorial o emocional buscas provocar en el espectador?
Marguerite Humeau: Me interesa provocar experiencias de presencia. Los mundos que creo no existen, han dejado de existir o existen en presentes paralelos; son como fantasmas, y mi trabajo busca darles vida o generar su sensación de presencia. La escultura ofrece una encarnación física, pero el sonido permite ir más allá. Desde mis primeras obras, la voz ha sido central y me mostró su poder para crear presencia. Cuando escuchas una voz casi puedes entrar en diálogo con esas entidades. Más tarde recreé la voz de Cleopatra, pidiéndole que cantara en lenguas extintas. Sin objeto físico, la pieza bastaba para imaginarlo todo. Ella se vuelve intemporal, viaja por el espacio y resuena a través de la historia.
Torches, Arken Museum, 2025 © Marguerite Humeau. Foto: Mathilde Agius. Cortesía de la artista.
Desde entonces muchas de mis obras incorporan voces, respiraciones o ritmos que envuelven al espectador. En meys quise que las esculturas tuvieran un pulso y pedí al saxofonista Bendik Giske que creara enjambres sonoros en constante mutación, como si el espacio buscara su propia armonía. En Torches exploré el origen de la vida a través de ritmos que se sincronizan con tambores hasta que la galería entera late como un organismo, invitando al público a unirse. Quiero que el visitante se sienta absorbido por estos mundos, que experimente asombro, curiosidad o incluso incomodidad. El sonido crea una resonancia compartida que la escultura por sí sola no puede lograr.
Echoes. Vista de la instalación. 2015. Foto: Marguerite Humeau/ Duve Berlin.
Trabajar con lo sublime y lo monstruoso
B.V.: Tus criaturas parecen existir en un estado liminal entre máquina, animal y ser mitológico. ¿Por qué te interesa trabajar en ese límite?
Marguerite Humeau: En mis trabajos anteriores me interesaba la idea del horror luminoso, un tipo de horror brillante y seductor, pero al mismo tiempo aterrador. Cercano a lo sublime, tiene que ver con estar sobrecogido mientras se siente temor. Quería crear entornos atractivos y llenos de luz, pero que siempre contuvieran un elemento de peligro. En Echoes (2015) toda la sala estaba cubierta con veneno de mamba negra, uno de los más letales del mundo.
Echoes. Vista de la instalación. 2015. Foto: Marguerite Humeau/ Duve Berlin.
Su amarillo fluorescente hacía que el espacio pareciera radiante y acogedor, pero al comprender su toxicidad la belleza se convertía en amenaza. Esa tensión entre atracción y peligro me ocupó varios años. Ahora mi enfoque ha cambiado, aunque el asombro sigue siendo central. Me interesa cómo los humanos experimentan y se implican en los mundos que creo, especialmente a través de la escala. En meys en White Cube, las estructuras fúngicas jugaban con las proporciones: algunas del tamaño de un cuerpo humano, otras se elevaban más de dos metros, adquiriendo la presencia de semidioses o paisajes. También realizo piezas muy pequeñas que requieren cuidado y atención. Los visitantes deben agacharse o inclinarse, creando un encuentro íntimo. Según el proyecto, quiero que sientan asombro, curiosidad, incomodidad o terror.
Migrations (El Niño, Kuroshio, La Niña), 2022, 59th International Art Exhibition of La Biennale di Venezia, comisaria: Cecilia Alemani. Foto: Roberto Marossi, cortesía de la artista, Clearing y White Cube.
Del boceto al algoritmo
B.V.: ¿Qué importancia tienen el dibujo y el boceto en tu proceso creativo antes de convertir las ideas en esculturas?
Marguerite Humeau: Paso mucho tiempo dibujando y mi proceso comienza con una pregunta sobre hacia dónde nos dirigimos y qué revela sobre nuestro mundo.Una vez que decido una dirección, recopilo imágenes, muchas tomadas del mundo natural durante paseos o excursiones, otras de diversas fuentes. En meys, en White Cube de Londres, quería crear un entorno donde los visitantes se encontraran con seres que habían evolucionado en organismos colectivos. Viajando por Australia investigué los termiteros, y esa investigación se convirtió en la base del proyecto. A partir de ahí imaginé “personajes”: guardianes de levaduras, de un jardín de hongos, un recolector de miel, y los dibujé a mano para construir una narrativa.
Torches, Arken Museum, 2025 © Marguerite Humeau. Foto: Mathilde Agius. Cortesía de la artista.
Trabajo de cerca con diseñadores 3D. Usando mi archivo de imágenes de referencia —hongos al microscopio, panales de abeja, estructuras naturales— les pido que repliquen o reinterpreten esas formas digitalmente. Esto se convierte en una caja de herramientas para dibujar en 3D. Cada vez más, programamos sistemas de crecimiento en el software para que las estructuras evolucionen de forma orgánica, como panales o colonias de hongos. El proceso es largo y lleno de idas y vueltas, pero muy generativo. Mis bocetos a mano y los modelos en 3D se desarrollan en paralelo hasta que las ideas pueden tomar forma física.
Migrations (El Niño, Kuroshio, La Niña), 2022, 59th International Art Exhibition of La Biennale di Venezia, comisaria: Cecilia Alemani. Foto: Roberto Marossi, cortesía de la artista, Clearing y White Cube.
La intuición de los materiales
B.V.: Tus obras utilizan materiales como cera, madera con hongos o veneno de avispa. ¿Cuándo decides qué materiales emplear y qué papel juegan en tus proyectos?
Marguerite Humeau: Creo que depende del caso. En meys supe desde el principio que quería crear formas vivas de cera. Mi intuición era que, si hablaba de colectividad, debía usar materiales nacidos de una actividad colectiva, como la cera o la madera comida por termitas. Además, participaron comunidades humanas en algunos procesos, como el mural cerámico de la exposición. Otras veces el material aparece más tarde. Para mi exposición en Miami imaginé un mundo en el que los seres terrestres se convertían en criaturas del aire. Estudiando aves y nidos entendí que los textiles tenían sentido. Materiales ligeros y flexibles, capaces de existir en el aire. Trabajamos con diseñadores de moda, experimentando con seda, fieltro y bordado.
meys, White Cube London, 2023. © Marguerite Humeau. Foto: © White Cube (Julia Andréone).
“En meys me fijé en las termitas, esas criaturas que han sobrevivido millones de años a cambios climáticos. Ellas, como las malas hierbas, pueden ser nuestras guías.” Marguerite Humeau.
Para mi próxima exposición en Nueva York retomé un proceso de Miami. Habíamos trabajado con fieltro encerado que en algunos lugares parecía roca. Eso me dio la idea de crear nuestra propia “piedra”. Tratamos y teñimos el fieltro para que se viera y se sintiera como roca, pero manteniendo el control sobre su color y textura. La elección de materiales es una mezcla de intuición y descubrimiento. Algunos aparecen desde el inicio, otros se revelan con el tiempo. Cada proyecto funciona como un ecosistema, por lo que los materiales deben tener coherencia dentro de ese universo.
Torches, Arken Museum, 2025 © Marguerite Humeau. Foto: Mathilde Agius. Cortesía de la artista.
Tradición y tecnología en un mismo pulso
B.V.: En meys trabajaste con IA y con artesanos especializados. ¿Cómo combinaste las herramientas digitales y las técnicas tradicionales en tu proceso creativo?
Marguerite Humeau: Siempre empezamos programando y modelando en 3D. Me interesa cómo podemos reinsertarnos en los ecosistemas, ya que como humanos hemos creado formas de vida desconectadas de ellos. En los últimos cinco años he intentado situar al ser humano de nuevo dentro de estos ecosistemas, no en el centro, sino de forma horizontal, sin jerarquía entre formas de vida. Cada vez me interesa más crear obras que sean agentes activos dentro de las comunidades humanas: protocolos y rituales para reunirse, donde el azar y la imprevisibilidad forman parte de ellas y las historias se convierten en mitos que se pueden vivir.
Torches, Arken Museum, 2025 © Marguerite Humeau. Foto: Mathilde Agius. Cortesía de la artista.
Trabajo con personas que poseen oficios muy específicos para interpretar formas diseñadas por Ia u otros programas. Busco artesanos con conocimientos muy concretos, a veces de nicho, incluso en riesgo de desaparecer. Colaboramos con un tallador de ónix de gran precisión y con sopladores de vidrio, lo que me encanta porque lo que soplan está lleno de su propio aire. Comparto dibujos y trabajamos juntos en cómo interpretar las formas. Cuando alguien utiliza sus manos o su aliento es necesario un proceso de adaptación, y eso me gusta. Me interesa cuando los artesanos van más allá de sus límites, creando algo en el extremo de su conocimiento. El resultado parece muy humano, pero también extrañamente ajeno para haber sido hecho por humanos.
meys, White Cube London, 2023. © Marguerite Humeau. Foto: © White Cube (Julia Andréone).
Repensar la vida en un planeta en transformación
B.V.: Últimamente tu trabajo parece cada vez más ligado a la crisis climática y a los ecosistemas en tensión, como en meys o Migrations. ¿Sientes una urgencia personal respecto a estos temas?
Marguerite Humeau: Sí, siento una urgencia personal, como todos nosotros, pero mi trabajo no es político ni busca ofrecer soluciones, sino crear espacios de contemplación. En el pasado la gente acudía a templos, iglesias o jardines para mirar el mundo de otra manera; me interesa cómo podrían ser hoy esos espacios sagrados. La crisis climática ha sido el punto de partida de algunos proyectos, porque es un tiempo de transición. A menudo mis obras comienzan con un “¿y si…?”. En Foxp2 imaginé que el lenguaje mutaba en los elefantes, convirtiéndolos en la especie dominante. Cada proyecto empieza con un cambio, y de ahí surgen nuevos mundos. La crisis es en sí misma un cambio, un punto de inflexión. Aunque vivimos en una emergencia presente, también quiero pensar en escalas de tiempo más largas. En meys me fijé en las termitas, criaturas que han sobrevivido millones de años a cambios climáticos. Ellas, como las malas hierbas, pueden ser nuestras guías. En la historia de la vida, los humanos somos solo un destello. Mis proyectos ofrecen un espacio sagrado y contemplativo, un lugar para tomar distancia, imaginar y reflexionar.
Torches, Arken Museum, 2025 © Marguerite Humeau. Foto: Mathilde Agius. Cortesía de la artista.
Proyectos futuros y mundos por imaginar
B.V.: Tu exposición Torches está expuesta en el Museo Arken y pronto viajará a Ham Helsinki. ¿Podrías contarnos sobre otros proyectos y exposiciones que estás preparando?
Marguerite Humeau: Helsinki es un espacio muy diferente, así que me intriga ver cómo Torches se traduce allí. Al mismo tiempo, preparo mi nueva exposición en White Cube de Nueva York, que se inaugura en enero. Para esta muestra me centro en una cueva y en cómo vivimos en tiempos oscuros, o quizá en la oscuridad. Me preguntaba: ¿quién vive en la oscuridad y qué puede enseñarnos? Tal vez existan emociones nuevas que surgen de vivir sin luz, emociones para las que aún no tenemos nombre. Me inspiró un libro de John Koenig titulado The Dictionary of Obscure Sorrows, donde inventa palabras para emociones que no habían sido nombradas.
Torches, Arken Museum, 2025 © Marguerite Humeau. Foto: Mathilde Agius. Cortesía de la artista.
Estoy utilizando un principio similar, imaginando emociones que emergen en la oscuridad y asociándolas a entidades que habitan cuevas, preguntándome qué lecciones podrían ofrecernos. Cuando miras una estalagmita parece monumental, pero se ha formado por miles de gotas de agua durante millones de años. Quizá esa sea la metáfora: que el verdadero cambio no proviene de grandes gestos, sino de pequeños y pacientes actos de cuidado. Cada entidad en este mundo subterráneo llevará su propia emoción.
La exposición Torches podrá visitarse en el Ham Helsinki Art Museum del 21 de noviembre al 12 de marzo de 2026. Scintillae, se expondrá en el White Cube de Nueva York del 13 de enero al 21 de febrero de 2026. Encontrarás más información sobre Marguerite Humeau aquí.