Risa Caníbal, dirigida por Las Huecas, es una sátira que usa humor y terror psicológico para desarmar a la ultraderecha.
Desde el 10 de octubre hasta el 9 de noviembre, la Sala Francisco Nieva del Teatro Valle-Inclán acoge Risa caníbal / Riure caníbal, una mordaz sátira del colectivo catalán Las Huecas que reivindica el humor como arma antifascista y devuelve la risa a su poder más subversivo.
Humor como resistencia política
En tiempos de discursos extremistas y polarización, Las Huecas responden con risa. Su nueva creación, Risa caníbal / Riure caníbal, es un ejercicio teatral tan político como visceral, una comedia que lleva al absurdo a un grupo de mujeres líderes de la ultraderecha europea hasta empujarlas a la autodestrucción.
El montaje, producción del Centro Dramático Nacional, Teatre Lliure, Monte Isla y Las Huecas, busca reapropiarse del humor como herramienta crítica y antifascista, desarmando con ironía la retórica de odio que se ha normalizado en los discursos públicos.
«La ultraderecha ha usurpado el lenguaje escénico, el posthumor y la ficción como estrategias comunicativas», explican sus creadoras. «Nosotras queremos devolverle su sentido original: la comedia como espacio de pensamiento y resistencia».
Entre la sátira y el terror psicológico
La obra se sitúa en la sala de espera de una convención de mujeres ultraderechistas, un no-lugar donde las protagonistas quedan atrapadas. A partir de ahí, el relato se adentra en una espiral grotesca y delirante que descompone la máscara de poder de los personajes. Lo que comienza como una caricatura política se convierte en una pesadilla de humor negro, una radiografía feroz de la autocomplacencia, el miedo y la corrupción moral.
Las Huecas mezclan géneros y códigos escénicos: comedia, thriller psicológico, gore, metaclown y estética body horror se entrelazan para construir un lenguaje propio. El resultado es un teatro de impacto visual y simbólico, donde la risa convive con la incomodidad y lo absurdo se vuelve revelador.
Un escenario aséptico para una farsa sucia
La escenografía, diseñada por Marta Lofi, es minimalista y blanca, casi clínica. En ese espacio neutro y “no realista”, destacan los trajes negros de las actrices, símbolos de poder y corrección exterior. «Queríamos un lugar que no fuera naturalista, un espacio que funcionara como espejo de la impostura», afirman las creadoras.
El contraste entre la pulcritud del entorno y la degradación de los cuerpos y los discursos de las protagonistas genera una tensión constante. El vestuario, firmado por Oriol Corral, refuerza la idea de estatus y artificio, mientras la iluminación de Ana Rovira y el espacio sonoro de Adrià Girona acentúan el clima inquietante que late bajo la comedia.
El poder de la risa grotesca
Las Huecas —Júlia Barbany, Núria Corominas y Andrea Pellejero— trabajan desde una teatralidad extrañada, donde la máscara y la parodia degradada son recursos para dinamitar los discursos de poder. “Aquí las idiotas profesionales somos nosotras”, dicen con ironía, subrayando su intención de recuperar el territorio del ridículo como un espacio de disidencia.
La obra se articula desde el cuerpo grotesco y la fragmentación de la identidad, con interpretaciones que oscilan entre el clown y el horror. En escena las acompañan Sofía Asencio y Judit Martín, completando un reparto que combina precisión técnica, libertad performativa y humor salvaje.
Las Huecas: una década de irreverencia
Desde su nacimiento en 2016, Las Huecas se han consolidado como una de las voces más originales del teatro contemporáneo catalán. Su trabajo, atravesado por la sátira y el absurdo, desafía las convenciones escénicas y las jerarquías creativas: todas dirigen, todas escriben, todas actúan.
Entre sus anteriores proyectos destacan Projecte 92, Aquellas que no han de morir y De l’amistat, piezas que ya exploraban los límites entre lo cómico y lo político. Con Risa caníbal, el colectivo lleva su discurso un paso más allá, abrazando una estética feroz que combina la comedia más física con la crítica cultural más punzante.
Un espejo deformado de nuestro tiempo
Risa caníbal / Riure caníbal no busca ofrecer respuestas, sino exponer las contradicciones del presente. La obra invita a reflexionar sobre la seducción del poder, la banalización del mal y la fragilidad de los discursos progresistas ante la maquinaria comunicativa de la extrema derecha.
En su universo, la risa no es evasión, sino acto político. La carcajada se convierte en un arma, una forma de resistencia frente al miedo y la impostura. Porque, como sostienen Las Huecas, “reírse del fascismo es una manera de vencerlo”.
Fotos: Geraldine Leloutre
Las Huecas
Risa caníbal / Riure caníbal se presenta del 10 de octubre al 9 de noviembre en la Sala Francisco Nieva del Teatro Valle-Inclán (Madrid).
