NOS INTERNAMOS, VOLUNTARIAMENTE, CON HENDRICK´S EN UNA MASTERCLASS DE FRENOLOGÍA
Frenología: dícese de aquella teoría que afirma la posible determinación del carácter y los rasgos de la personalidad, así como las tendencias criminales, basándose en el cráneo, cabeza y facciones. La pasada semana, un pequeño grupo de descerebrados nos internábamos por propia voluntad en el madrileño Instituto Homeopático, antiguo Hospital de San José, llamados por el mentalista Pablo Raijenstein. El susodicho se apuntaba así a la selecta familia Hendrick´s Gin que en la búsqueda de interesantes perfiles que dejen a más de uno circunspecto y con la boca abierta, añadía a sus ya probadas capacidades la de conectar con su público mediante contenidos 100% experienciales. ¿Alguna duda de que Raijenstein no era el más idóneo? Ninguna. La nueva y de primeras excéntrica aventura supuso una breve pero entregada intromisión en lo más profundo de nuestro ser, descubriendo capacidades hasta ese momento no percibidas. Una tarde en la que se recuperó está pseudociencia desarrollada en el siglo XIX y que caída en desuso, retoma el equipo de la ginebra escocesa al son de las copas de sus elixires personalizados para cada tipo de (de)mente. Un combinado explosivo, en una noche misteriosa y en un entorno que nos llevó a dudar de nuestro propio equilibrio, descubriendo que los caminos de la mente también son inescrutables y que hay cosas que la razón no entiende si el combo Raijenstein/Hendrick´s están de por medio. Nos dieron el alta, pero sigo creyendo que internarse o morir.
