Entrevistamos a Ana Roquero (Bilbao, 1963), diseñadora y CEO de la editora de menaje Cookplay. Mientras estudiaba Bellas Artes, descubrió su pasión por el diseño industrial gracias a un encargo en clase: crear una cubertería.
En ese proceso, comprendió la importancia de la funcionalidad de los objetos y cómo estos pueden mejorar la calidad de vida. Se graduó con matrícula de honor en la Universidad de Kingston, en el Reino Unido. A finales de los años 80, fundó junto a dos socios la consultora de diseño Item. Más tarde, en 2004, creó en solitario Linkdesign, un estudio con sedes en Bilbao y Barcelona. En 2014, junto a Thibault Paoulou, lanzó la marca Cookplay, que recientemente ha presentado su última colección, Oceancook.
Imagen superior: retrato de Ana Ronquero
Esta línea se inspira en algunas especies marinas del Mediterráneo en peligro de extinción. Bajo el lema Organic design for modern table, Cookplay ha celebrado ya 11 años explorando nuevas formas y materiales en el diseño de menaje, fusionando funcionalidad y estética con un enfoque muy personal.
Entrevistamos a Ana Roquero, diseñadora y CEO de la editora de menaje Cookplay
¿Qué es Cookplay?
Es una editorial de menaje que tiene como objetivo redefinir la mesa moderna con propuestas creativas más cercanas a la sensibilidad de la nueva gastronomía. Había que adaptarse con nuevos diseños y con nuevos materiales a los nuevos hábitos como los eventos, el compartir, el take away o la comida fusión.
¿Quiénes sois los fundadores?
En 2014 creé Cookplay junto a Thibault Paoulou, economista experto en Business Intelligence. Los dos hemos hecho posible este proyecto por nuestra gran complementariedad, además poseemos dos socios capitalistas que han sido un apoyo vital.
¿Cómo ha evolucionado la marca en estos 11 años?
Cuando empezamos teníamos divididas nuestras ventas en un 50% para hostelería y 50% para el retail, y a día de hoy es un 90% – 10%. La evolución de los hábitos de consumo en las casas y el boom de la gastronomía nos hizo pivotar en este sentido. También por supuesto ha evolucionado y crecido la notoriedad de la marca en el mercado.
¿Cuánto tiempo necesitasteis para que Cookplay fuera rentable?
Me acordaré siempre de una frase que me decía uno de mis socios inversores al tercer año de nuestra creación: “Ana, menos premios y más ventas”. Concretamente empezamos a ver la rentabilidad del proyecto al cuarto año, pero desde los comienzos tuvimos una imagen muy potente que nos ayudó a ser reconocidos.
¿Tenéis restaurantes importantes entre vuestros clientes?
De los restaurantes de 3 Estrellas Michelin que hay en España estamos en 9, de los 32 restaurantes de 2 Estrellas Michelin estamos en 15, y de los 220 restaurantes de 1 Estrella Michelin estamos en más de 150. Mis colecciones están presentes en más de 60 países, cada mes hay clientes nuevos de mucho prestigio. Se ha incorporado últimamente entre nuestros compradores Gastón Acurio, el hotel Royal Mansour de Casablanca y recientemente, estamos con la apertura del nuevo restaurante de la marca de Champagne Taittinger en Francia.
¿Cómo se distribuyen vuestras ventas?
Cookplay exporta un 65% a Europa. Nuestros principales mercados son Francia, Italia y Grecia, fuera del continente son Dubai y el Caribe.
La mayoría de vuestras colecciones están fabricadas en porcelana. ¿Qué ventajas tiene este material? ¿Es más sostenible que el vidrio?
La vidrio y la porcelana tienen características diferentes en términos de sostenibilidad, en su producción ambos materiales requieren altas temperaturas y consumen bastante energía. La porcelana se obtiene de la mezcla de cuarzo, caolín y feldespato, que, como materiales extraídos, puede tener un impacto medioambiental, el vidrio se elabora a partir de arena sosa y cal que son materiales más abundantes. La porcelana tiene más dureza que el vidrio, pero podemos decir que ambos son opciones sostenibles debido a su durabilidad en el tiempo
¿En qué consiste vuestra última colección Oceancook?
Es una colección que hemos desarrollado junto al Oceanográfico de Valencia cuyo objetivo, pretende visibilizar la crítica situación de determinadas especies en el mar Mediterráneo.
La complejidad del proyecto parte de dar respuesta a varias premisas: ¿es posible representar especies marinas en peligro de extinción en un formato que se adapte a las necesidades de una vajilla? y ¿pueden formar parte de una experiencia gastronómica? No hablábamos de reproducir imitando a las especies, ni de representar en dibujos sus caricaturas, queríamos captar el alma de cada especie, lo que las diferencia y define y crear piezas escultóricas que pudiesen formar parte de una colección de menaje.
¿Dónde tenéis vuestras oficinas y dónde fabricáis?
Después de un año y medio buscando fábricas en Europa sin conseguir encontrar una factoría que entendiera mis diseños y requisitos, encontramos una pequeña fábrica familiar en China, donde tengo un trato directo y personal. Cookplay es una empresa ligera e innovadora, sin miedo al cambio, hoy estamos en Asia pero quizás mañana en otras partes del mundo, sin embargo nuestro centro creativo y logístico sigue residiendo en Bilbao.
Platos, fuentes, jarrones, tazas, cuencos, bandejas, cubertería… pero, ¿para cuándo vasos y copas?
Queremos crear una marca fuerte en vajillas de porcelana, y eso significa que hay que dar pasos seguros bien meditados, pero claramente, así como ya hemos comenzado con la cubertería, seguirán los vasos y copas en vidrio.
¿Algún restaurante que te haya llamado la atención por su interiorismo?
Hay una cadena de hoteles en México, el Grupo Habita, que está redefiniendo el lujo y por ejemplo en el hotel Terrestre puedes encontrar valores como la conexión a la naturaleza o encontrar la calma. Diseñados con buena arquitectura y detalles que nos acercan a la tierra y con una propuesta gastronómica totalmente integrada en la atmosfera que transmiten.
¿Cómo te imaginas el restaurante del futuro?
Me gustan propuestas como Pujol de Enrique Olvera o Arca en Tulum. Y si me fijo en grandes capitales como París me gusta la de Manon Fleury en Datil. Y no puedo olvidar los nuevos proyectos vasco franceses de recuperación de los valores tradicionales y el gusto por el buen vivir como Gaztelur o Petit Grill Basque – Chez Maya de Iñaki Azpitarte entre otros. Veo mucha diversidad en el futuro, muchas opciones que se basan más en la autenticidad de las propuestas que en las tendencias.
¿Un sueño que te gustaría que se hiciera realidad con Cookplay en los próximos años?
Nuestro sueño es crear una marca de life style muy vinculada a la mesa creativa y generar productos innovadores que la complementen hasta formar un universo Cookplay.
Las imágenes pertenecen a la colección de vajillas Oceancook de Cookplay
Fotografía Bodegones Ariane Roz
Retrato de Momento Estudio