Cine de Tarantino: estilo y mejores películas

Análisis del estilo cinematográfico de Quentin Tarantino, mejores películas y recomendaciones. Crudeza, sangre y estructuras no lineales.

Quentin Tarantino es un director, productor y guionista estadounidense nacido en Knoxville, Tennessee en 1980. Se trata de uno de los grandes cineastas de la historia del audiovisual y forma parte del imaginario popular. Pulp Fiction, Reservoir Dogs o Malditos Bastardos son algunos de sus largometrajes más famosos. Te damos las claves de el universo tarantiniano y una selección de sus mejores obras.

Cine de Tarantino: estilo y mejores películas

Su estilo cinematográfico se caracteriza por la amplitud y variedad de elementos utilizados. Destacan las secuencias no lineales a través del uso de flashbacks, las estructuras simultáneas y la experimentación con varios géneros. También los planos aberrantes y el uso de ángulos extraños como la cámara dentro del coche en Pulp Fiction. Una mezcla de lenguaje crudo que explora la naturaleza del ser humano a través de personajes y tramas bizarras. La violencia explícita como recurso habitual, predilección por los pies femeninos y un reparto habitual formado por actores como Samuel L. Jackson o Uma Thurman. El cine de Tarantino puede considerarse prácticamente en un género en sí mismo. Aquí presentamos algunas de sus mejores películas. No se las pierdan, es otro de los grandes genios de la historia del séptimo arte.

1. Pulp Fiction (1994). Experimentación espacioemporal violenta.

La primera recomendación del cine de Tarantino es Pulp Fiction. Más allá de si es o no su mejor filme es, sin duda alguna, una de sus mejores películas. Se trata de un relato que narra 3 historias de forma simultánea y siguiendo un orden no cronológico que la hace muy especial. Una película violenta característica por su peculiar humor y la ironía de sus diálogos que supuso un punto de inflexión en la historia del audiovisual universal. Protagonizada por dos gángsters, un boxeador y dos hombres complicados que se enzarzan en varias historias de venganza y liquidación de cuentas. Brilla una Uma Thurman en un papel de femme fatale que ya es parte de la memoria cultural de todos. Una producción muy importante por su influencia en la sociedad y la cultura audiovisual posterior de tiempos y obras posteriores.

2. Death Proof (2007). ¿Una de sus mejores películas o un filme 100% Tarantino?

Death Proof es una película de terror del año 2007 protagonizada por un psicópata que asesina a mujeres con su coche. Un relato que explora la parte más violenta del ser humano en relación a un instinto animal que despierta la violencia física y sexual del hombre. Estaba ideada como parte de una doble historia que nunca llegó a completarse y con el paso del tiempo su calidad ha sido cuestionada, incluso por el propio director, pero sin duda alguna es una de las películas que mejor representan el universo de Tarantino. Un imaginario que le ha hecho destacar entre todos los directores por un uso muy especial de la música y la representación más cruda del ser humano en una película (muy) negra.

3. Kill Bill (2003). Traición a golpe de katana.

Estamos ante una de las joyas de la corona de la filmografía de Tarantino. Kill Bill es una de sus mejores películas, y una de las más icónicas. Katana, sangre y un humor ácido completan esta historia de venganza que homenajea la cultura audiovisual asiática. Una historia trágica que también destaca por su parte visual y referencias creativas como el anime o la cultura japonesa. Una película de artes marciales y traición que sigue la estructura interna clásica del cine de Tarantino, formada por prólogo y varios actos. Si bien podría ser una historia con la que el espectador empatizase con una protagonista despechada, se convierte en una historia que no espera lástima o compasión.

4. Reservoir Dogs (1992). La película que convenció a crítica y público.

Reservoir Dogs es el primer largometraje dirigido por Quentin Tarantino y supone así la primera experimentación de su estilo cinematográfico. Un atraco a manos de seis hombres misteriosos y una estructura narrativa fragmentada, compleja y poco habitual. Destaca el montaje como recurso principal para ordenar y dar sentido al propio relato. También es importante el uso de la banda sonora como contrapunto relajante de la tensión y la violencia de la propia trama. Una película efectista que logró convencer a crítica y público del valor y talento del que sería más tarde uno de los cineastas más importantes del cine moderno.